JORNADA 36. Otro partido a vida o muerte con sólo tres fechas por delante para liquidar la campaña 2023/2024. El Cádiz visitaba en la tarde del miércoles el Sánchez Pizjuán para jugarse ante un Sevilla en mitad de la tabla mantener una semana más las mínimas opciones de permanencia en Primera.
“Vamos en contra de todas las estadísticas, pero vamos a favor con una gran ilusión del equipo, de la ciudad, de la gente. Yo viene, y estoy, aquí porque pienso que es posible. Quizás nos ha faltado efectividad hasta el momento, ojalá tengamos ese acierto en este partido”, manifestaba en la previa el técnico Mauricio Pellegrino.
Y para afrontar la enésima final, el argentino recurría al mismo once que sacaba el domingo en casa ante el Getafe: Ledesma, en portería; Zaldua, Javi Hernández, Chust y Fali, en defensa; Alcaraz y Escalante, en el centro del campo; Robert Navarro y Rubén Sobrino, en los extremos; y arriba, Chris Ramos y Roger Martí
La primera mitad evidenció las necesidades y urgencias de unos y de otros. Los de Quique Flores no demostraron su mejor nivel, ni sus mayores ganas, ante un conjunto amarillo con tensión que pudo y debió marcharse al descanso por delante en el marcador, pero… se falló otra vez lo infalible.
Los locales fueron los primeros en acercarse con peligro real, con un disparo en el 15 de Lukebakio al borde del área que despejaba con una buena mano Ledesma; poco después, insistía el mismo belga, pero el lanzamiento se le iba alto.
A partir de ahí, las principales oportunidades las acumuló el Cádiz. En el 23, un potente disparo de Javi Hernández se marchaba por arriba; en el 33, la tenía cerca Chris Ramos de cabeza; y un minuto después, Robert Navarro la mandaba al larguero.
En el minuto 36, el arbitró sacaba roja para un miembro del plantel técnico de Pellegrino; y ya en la recta final, se vivía la jugada clave de esta primera mitad: el incombustible Ramos se llevaba la pelota ante Badé, sorteaba a Sergio Ramos, también al portero Nyland, y cuando lo tenía todo a favor, a puerta vacía, su disparo forzado se marchaba rozando la madera. Increíble…
A SOBREPONERSE AL VAR
El Sevilla salía al verde en la segunda mitad queriendo controlar la situación, pero con el paso de los minutos, otra vez, fueron sucediéndose los arreones y ocasiones gaditanas, empezando por un fortísimo disparo de Roger que atrapaba Nyland en dos tiempos; otro de Sobrino; un misil desde lejos de Alcaraz, que despejaba el meta; Escalante perdonando a escasos centímetros de la portería; otro cabeceo peligroso de Chris Ramos…
En el minuto 60, Pellegrino movía el banquillo, dando entrada a Juanmi y Guardiola por Roger y Sobrino. El Cádiz insistía, persistía y metía al Sevilla en su campo, que tampoco hacía mucho por desperezarse; y en el 66, subía el perseguido y merecido 0-1 en el electrónico, un tanto que parecía de Chris Ramos, aunque en realidad se lo marcaba Badé en propia meta. Mas no todo iba a ser tan bonito: el dichoso VAR quería protagonismo y un rato después y condicionado por las repeticiones (se ve como la pierna del gaditano golpea en la del sevillista después de que este le diera a la pelota y empezara a hacer teatro en el piso), el árbitro anulaba el tanto. De chiste.
Tras el ¿robo?, el juego se diluyó durante minutos, y el entrenador cadista volvía a buscar un revulsivo con más cambios, retirando a Zaldua y Navarro y dando la oportunidad a Alejo y a Brian Ocampo, que lleva infrautilizado gran parte de la temporada. En el 82, un remate de Sergi Guardiola la desviaba con la cara Nyland. Y en la siguiente, un remate de Ramos impactaba en el brazo de un defensor y se pedía penalti, pero el funesto VAR, ahora, miró para otro lado.
Para el tiempo de descuento, nueve minutos extra, Maxi Gómez se añadía al ataque y se iba al banquillo Javi Hernández. Costaba montar ya una jugada completa, hasta que en el 96, despejaba en largo Conan, Juanmi la recogía en el centro del campo, avanzaba, buscaba hueco y asistía a Guardiola, que no perdonaba. El 0-1, ahora sí que sí, se reflejaba en el feudo palangana.
Victoria más que justa y sufrida ante un Sevilla ‘amigo’ (no tanto su afición), la primera como visitante de toda la temporada, que vale para presionar al Celta que jugaría ante el Athletic Club sabiendo este resultado. Y que mantiene, matemáticamente, a un Cádiz (ahora eufórico y algo más esperanzado) con opciones todavía. Por delante, ya solo quedan las finales frente a la UD Las Palmas y el Almería. DIARIO Bahía de Cádiz