En los últimos días, incluso antes de que se confirmara la destitución de Álvaro Cervera como entrenador del Cádiz CF y la llegada al banquillo de Sergio González para tratar de cambiar la mala dinámica de un equipo hoy día en descenso directo, se ha conocido el nacimiento de Alma Cadista, una plataforma ajena al club integrada por cadistas a título particular (entre el grupo impulsor hay nombres de carnavaleros, periodistas, activistas o exjugadores, como José Antonio Vera Luque, Pepe Baena, Alicia Cervera, Julio Camacho, Diego Boza, Rafa y José María de la Hera, Manolín Santander, Roberto Gómez, Selu Piulestán o David de la Cruz).
Este movimiento “por la identidad y el futuro” del club (al que ya se ha sumado un centenar de personas; se puede solicitar la participación AQUÍ), quiere mostrar públicamente su inquietud por la gestión de la entidad amarilla, actualmente con Manuel Vizcaíno al frente, que “pese a ser ya una empresa tras su conversión en Sociedad Anónima Deportiva sigue constituyendo el vehículo de una pasión, de un sentimiento identitario” que muchos “disfrutan y sufren desde que eran pequeños”.
Movidos por “ese bagaje emocional” y “conectados desde la preocupación que suscita la gestión del club, que parece embarcado en un viaje hacia la pérdida de identidad y el alejamiento progresivo de los valores que el Cádiz siempre ha acunado junto con su afición”, este grupo de cadista, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de su carta de presentación, ha decido unirse en torno a lo que han llamado Alma Cadista “para velar y reivindicar que desde la gestión se respete el carácter y la personalidad del Cádiz Club de Fútbol”.
“Algo que, en nuestra opinión, no ha ocurrido ni en la propuesta de construir un estadio nuevo fuera de la ciudad de Cádiz ni en la forma de proceder respecto a la afición visitante en el pasado partido Cádiz-Sevilla, por citar dos ejemplos concretos de esta preocupante deriva institucional del club”, se anota. A lo que se añade “una evidente percepción de desequilibrio entre la intensa apuesta institucional por este nuevo y peligroso rumbo, y la falta de inversión en la realidad deportiva”.
“QUE EL CÁDIZ SIGA SIENDO EL CÁDIZ”
La flamante plataforma, consciente de que el fútbol actual “se mueve bajo criterios de negocio”, dice pretender llamar la atención de “esa deriva hacia la desnaturalización del Cádiz CF” y reclamar que, “dentro de un lógico marco de crecimiento de la entidad, se cuiden los rasgos identitarios y distintivos del club amarillo y azul”.
“En otras palabras, que el Cádiz siga siendo el Cádiz y que no sacrifique su historia y su legado por una expansión mal entendida de la entidad. Entendemos que el crecimiento no es incompatible con el respeto a los valores y la historia emocional del club y, por ende, de toda su afición”, señalan los impulsores de Alma Cadista.
Finalmente, la plataforma se define como proyecto “transversal, abierto a la sociedad gaditana y a cuantas adhesiones quieran producirse desde un prisma integrador”, y busca promover “el análisis desde un enfoque crítico de la gestión del Cádiz, persiguiendo una cada vez mayor identificación del club con su afición y lo que significa para ella. Del fútbol sobre el negocio. Del Cádiz sobre la SAD. Desde la responsabilidad de velar por el sentimiento, desde la pasión y desde todo ese fondo de experiencias, recuerdos y vivencias que convierten al Cádiz, para el cadismo, en mucho más que una simple empresa deportiva”.
“NO QUEREMOS PARECERNOS A LOS GRANDES CLUBES, ASEMEJADOS A MULTINACIONALES”
Con un enfoque muy parecido, Brigadas Amarillas ha difundido un comunicado en el que reconociendo que el equipo está donde está tras una primera vuelta “de la que nadie puede sentirse satisfecho”, deja claro que su “mayor intranquilidad, para sorpresa de muchos, no está actualmente en la delicada situación deportiva”.
“Aún a sabiendas de que el estado actual del club es bueno en comparación con agónicas etapas anteriores, con una estabilidad que se necesitaba como el comer después de tantas penurias, tantas decepciones y tantos sinsabores; no podemos evitar apartar la vista de lo que, hoy día, es algo que nos obsesiona como cadistas de cuna”, se anota.
Y tras poner ejemplos concretos (la idea de levantar otro estadio fuera de la capital, la posición del club durante la huelga del metal, y hasta la “animación ridícula, infantil, artificial” del speaker del Nuevo Mirandilla y esas escenas de palcos a reventar “donde las copas, las cervezas e incluso el humo se ven desde la entrada del nuevo puente como si estuvieses en una folclórica caseta de la Feria de Abril”), se muestra la misma zozobra porque “se haya desnaturalizado la conexión entre el equipo y la ciudad”. “Nos preocupa que todos los sentimientos que nos hacen ser lo que somos se intenten mercantilizar hasta un punto tan falso como obsceno”.
“Se podrán perder muchos puntos, muchos partidos, e incluso la categoría. Se nos habrá perdido esa ‘banda’ que no negociaba la lucha entre fiestas tras una derrota y altercados de madrugada; pero lo que nunca dejaremos que se pierda es la esencia de un club, ese que siempre fue de la mano con sus vecinos”, apostillan desde Bridadas.
En ese mismo comunicado se sentencia que “nadie va a anteponer sus intereses financieros ni sus objetivos empresariales o personales sin encontrar a la afición; nos tendréis enfrente”. Y se reflexiona que “el Cádiz CF no se entiende sin la gente de Cádiz, porque la gente de Cádiz no entiende su día a día sin el Cádiz CF. Queremos que nuestros hijos sientan la pasión y el orgullo de pertenecer a un club humilde para así sentirse especiales en un mundo dominado por clubes de los denominados grandes, asemejados a multinacionales. No queremos parecernos en nada a ellos, a ese concepto globalizador e impersonal”.