La asociación Mujeres de Acero, en Cádiz, ya tiene las llaves de su nuevo local, comprometido hace un año en la calle Profesor Alcina Quesada, propiedad de la Diputación, y más adecuado para llevar su labor centrada principalmente en el barrio de La Viña.
“Las 400 personas que formamos Mujeres de Acero ya no cabíamos en el local de la calle de La Palma y esta nueva sede es algo que merecemos, porque trabajamos a diario para ayudar a quienes lo necesitan, incluso poniendo dinero de nuestros bolsillos cuando no tenemos fondos”, ha remarcado la presidenta de la entidad, Conchi Domínguez, al recibir las llaves de manos del alcalde Bruno García, y de sus concejales Juan José Ortiz y José Manuel Cossi, ambos también diputados de la Diputación, actuando así en representación de la institución provincial.
Una inauguración de la flamante sede que se ha demorado un día, tras suspenderse el acto el miércoles “por problemas de agenda”; anulación criticada por Adelante Izquierda Gaditana. Horas después, se fijaba esta nueva convocatoria para la tarde del jueves, ya sin la presidenta de la Diputación, Almudena Martínez.
El primer edil del PP ha asegurado que “este es uno de esos días bonitos que uno quiere vivir cuando está en política y trabaja para mejorar la vida de sus vecinos”. Y ha tenido palabras de reconocimiento para el “impulso” que han dado a esta operación sus compañeros de partido, tanto la presidenta de la Diputación, como Ortiz y Cossi. Y a partir de este momento, ha añadido, “vamos a seguir apoyando a Mujeres de Acero como hechos hecho siempre y vamos a hacer que este espacio público sea útil para la gente”.
Por su lado, Juan José Ortiz ha mostrado su satisfacción por dar por fin cumplimiento a un compromiso que había adquirido la Diputación con la asociación, pero que acumulaba ya más de cuatro años sin resolverse: “si hoy ellas están contentas, nosotros y todos los gaditanos lo estamos también”.
Con el fin de adecuar el local, situado en los bajos de un edificio de viviendas, a la actividad de la asociación, la Diputación ha ejecutado además una serie de obras en las que ha invertido más de 47.000 euros. Entre las actuaciones se ha incluido la instalación de un aparato motorizado con objeto de facilitar el acceso de personas con movilidad reducida.
EL LOCAL HA ESTADO MÁS DE 50 AÑOS MAL INSCRITO
Desde la Diputación se repasa en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que fue en 2019 cuando la asociación trasladó la petición de cesión de un local en el que poder desarrollar su labor en mejores condiciones que en el que ha servido como su sede hasta ahora, situado en la cercana calle de La Palma y de solo 14 metros cuadrados. Ya en aquel momento (con el PSOE en el gobierno provincial) se planteó como la opción idónea la puesta a disposición de este local de Profesor Alcina Quesada, pero “sin tener en cuenta las dificultades jurídicas que planteaba esta operación”.
Haciendo una cronología de la situación patrimonial del mismo, todavía en el franquismo, en 1972, el Consejo de Dirección del Patronato de Viviendas acordó su venta a la Diputación, que la aceptó por acuerdo plenario. Sin embargo, en ningún momento se otorgó la escritura de venta ni medió ningún documento, lo que ha traído como consecuencia que el local ha estado más de 50 años inscrito en el Registro a nombre del Patronato, siendo por tanto de su titularidad. La misma se intentó cambiar en 2016, pero se denegó por falta de documentación y la cuestión quedó sin resolución.
Llegado a este punto, el PP presume que ha dado solución “a un asunto enquistado y desde hoy Mujeres de Acero puede disfrutar de una nueva sede”. Para ello, se ha resuelto la discordancia que existía entre la realidad que reflejaba el Registro y la situación extrarregistral, culminando la formalización de la compraventa acordada y celebrada de facto en los últimos años de la dictadura fascista. De esta manera, la Diputación ha pasado a ostentar el título formal de propietario del local y está por tanto en disposición plena para dar uso al local.
La cesión del espacio en La Viña se ha articulado “con todas las garantías jurídicas” para ambas partes mediante la firma de un convenio.