DÍA 30 (LA GRAN FINAL)
“Abra ese telón, que la función ya no se puede alargar más, que ya no queda libre un palco ni un rincón, que esta acabando con nosotros la final… abra ese telón, que el corazón me esta volviendo a palpitar, que no me acuerdo ya de la presentación, ni de los dos cuplés que vamos a cantar…”. Fuuuá. Qué manera de arrancar, en mi cabesita loca (hace levante, sí), la noches más larga… la Gran Final de adultos del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2020). La quinta final de la era Kichi, sin ninfas-florero pero… ¿y esos macetones ochenteros en las esquinas? Y medio mundo carnavalero, expectante, con sus kilos de pistachos, anacardos y gomitas, y café, echa café…
Tras una laaaarga travesía, rutinaria y repetitiva en demasiados momentos (¿cuándo le llegará el barbecho al concurso?), de veintinueve caminitos-del-Falla y más de un mes atravesando preselección, cuartos y semis, con ciento veinticinco agrupaciones (hasta de Montevideo) dejándose la vida por Cádi, alcanzamos la meta, con quince grupos en el cartel: los que ha decidido el jurado oficial. Ya, ta, tú hubieras metido otras comparsas, y tú otras chirigotas, y usted, el de el jersey lila, otros coros. Pero la final es la que es: vamos a disfrutarla, quillo. ¡Que la vida dura lo que dura un estribillo! Y quien quiera escuchar más a la gasolinera del Sheriff, a los radioactivos del Canijo, a los garabatos de Pastrana, a los afro de los Estudiantes, a los eco-resilientes de Germán, a los ratones y su luna como un queso de Subiela, a los pescadores pacientes de Fran Quintana o a los niños brasileiros ¿sin-nombre? que te roban el coraçao, que los busque en los tablaos o se compre el CD.
Y en este remate de los tomates no podía faltar la compañía de Pedro y Pablo, con sus coloretes, nuestra pareja de colados adherida a estos cronicones malages, en diferido sin bulla ni twitti ni pamplina modenna, alérgicos a los reseñas de hospital, que parece que estás leyendo el prospecto del frenadol complex granulado. Siempre hemos sido más del efervescente, tiene más chispa… ¿Traen los yelos? Traen los yelos.
Una final más gaditana, dicen (y lo parece por el ambientaso inicial, ya te contaré a las cinco de la madrugá), nada de sortear las entradas. Y ¡cómo te gusta una cola, prima!, desde las tres, sin almorzar, esperando a las puertas del Falla pa coger sitito en el gallinero, qué hambre… Y el Kichi, ¿con orejas y barrigón?, ¿no viene disfrazado? Malage. En el exterior ya está Cádi tomada por un botellón infinito: Cádi, ciudad de los carriles bici, de los jardines vallados y de los baños públicos en cada esquina. Y bien atentos al Molinón, que a las nueve juega el Cádiz contra el Sporting, la competencia…
Ya vamos tarde, illo. El presentador de sala, el hormiguita Eduardo Bablé, se hace carne, saluda desde el escenario, se acuerda de todos los que están en esta final y más allá (también de los carnavaleros que se fueron), y de los tres mil mujeres y hombres (¿los ha contao?) que le dan forma a este espectáculo no profesional (la cantera, los adultos, los romanceros), y agradece hasta al apuntador “por hacer posible la magia del concurso”. Aplauso gordo. Y adelante con los shentidos homenajes a Juancarlo y a Manolito, a quienes se les ha dedicado enterito este COAC 2020: clínex a mano para este rato histórico.
Maripili, coge aire que nos quedan unas horitas respirando carnavá carnavá carnavá tesquiero, y tira de la palanca, que vaya asomándose este colofón fallero kilométrico, imposible de digerir sin Almax, ¡qué pechá, José! Pero antes, hacemos la ola al Yuntamiento de Cádi por subvencionarnos el caldo de los caracoles.
“que la ciudad me recuerde cantando”
Las 20.18 horas. Arriba el telón. Salud, Juancarlismo y Libertad. ‘La eterna banda del capitán Veneno’, en posición. Frío expectante. “El sueño más grande y el que más he querío, fue que cantarle a mi tierra me hiciera feliz, y ese sí que se ha cumplió”; letrilla inédita de ‘La gaditaníssima’ para el arranque. Y un adiós nunca cantado de ‘Los mafiosos’…, “adiós cuando suena devora, cual si todos fueran la nada, pero sólo es un momento, elegido por el tiempo, para anunciar que ha llegado el final que represento, y que el cuento se ha acabado… si quieres saber la señal, contempla a tu alrededor, y eso te debe servir para sin vanidad saber decir adiós… y la ciudad me recuerde cantando”. El Falla salta con el “¡y menos trabajo y más carnaval!”, para quitarle sobriedad a este ¿funeral? de coplas. Unos cuplesitos. Si la letra del hisno de EspÁña la hubiera escrito Quiñones “en vez de eeooo eoooo, era ayy ayyyyy”. “A morir, que la muerte es un día, a morir, que pa eso he nacío, a morir, que pa eso he vivio, a morir, pero con alegría, que la condena más mala y más traicionera que me han echao, ya la he cumplío… ay, la condena de la vida… Mi guitarra no se la den a cualquiera, y si acaso que la condenen conmigo, mi palabra, dejadla en la carretera, pa que nunca la encierren dentro de un libro… que prefiero luchar y morir que vivir condenao…”. Condenaos forever. Y para el chimpún, animando a todo los presentes a entonar el credo de ‘Los peregrinos’…, “creo en ti, oh todopoderoso Carnaval de Cádiz, creador del cielo inmenso de los pobres, y creador de la tierra como calle… y creo en la vida eterna de looooos carnavaaaaleeeees”. Qué huérfanos nos dejaste, capitán, my capitán.
“nosotros tan sólo tiramos papas con alcauciles”
Las 21.03 horas. Turno del ‘El batallón rebaná’, por Manolito Santander. Esa luna lunera, ayyy. Ya está aquí la Viña. “Al ataque, con tomate, y al frente del batallón, el capitán Papafrita, nosotros tan sólo tiramos papas con alcauciles… ay que morirse cantando por chirigotas, cantaremos hasta la eternidaaaad”. “Que yo te seguiré cantando, en la orillita de la Caletaaaa…”. “Que aquí se suben cantándote con cariño, y los convierte en dioses o salen llorando como niños chicos…”. Penitencia penitencia, ni en la Piedad, ni en la Borriquita ni en la Sentencia. Con lo sencillo que es abrir un paquete de Matutano. “Ojalá que cuando vuelva a verte, vea en tu cara ilusiones de niña, y si un día ves que la pena te puede, ve a buscarme a mi barrio la Viña, que allí, allí, te espero, pa beberme si hace falta, to tus lagrimitas… Ya me voy que sube a la marea, donde va a bañarse la luna lunera, y viven como reinas las mojarritas, ya me voy pa la Caleta, sí, que pa la Caleta ya me voy, bendita maldición”. Y en el colofón, vuelve la antología de Aragón y juntos, y junto al teatro, no sobra el “me han dicho que el amarillo…”. Baja el telón y se acabó, ya no sonarán más coplas de ambos carnavaleros inmortales en este Falla. Momento agridulce, niña… Pero ya ha empezao el Cádi, minuto y resultado: minuto 29, sigue el 0-0 y ¡al palo el cabezazo de Álvaro Giménez en la salida de un córner!
“se pasaba to la tarde en el cuarto baño con la tarea”
Las 21.49 horas. No mirad el reloj, no… Ahora sí, van cortinas, de verdad, a competir niños y niñas, y sobre todo a disfrutar. Pedro, Pablo, ¡ese vaso! Estrena la final el coro-musical de Luis Rivero, ‘Al sonar las doce’. ¿Miedo? El bailesito a lo Thriller no falta. Da muuuucho mieeedo… “mi maldicióooooon”. Se lleva regulá ese primer tango con los legítimos partidos nacionalistas…, “nueva legislatura, un nuevo gobierno, y a ver cuánto dura… y en el sur de España, desde Madrid para abajo, los partidos tragan con lo que se haya pactado… son cuarenta años forjando estas dos España… y Castilla, Extremadura, Murcia y Andalucía, más pobres más pobres más pobres”. ¿Po que voten otra cosa, no? Y mu cadista entra la otra letrilla, pero más allá del primer equipo…, “son tantos motivos para llenarnos de orgullo…”. En los cupletillos, un poco de Brexit y una mare miedosa, “ella vivía en un piso en la calle Londres y se ha mudao pa no irse de Europa”; y los lobos se ve que son más lobas con esos aullidos, aúuuuuu. Que malo, picha, a las doce, y a las cinco menos cuartos. El bailoteo de la brujas encendidas enciende, valga la redundancia, al Falla. “Cuando Cádiz despierta, vuelvo tras la muralla… mi locura se acaba, cuando Cádiz despiertaaaaaaa”. Con alergia al sol, se recoge el espectáculo, a su templo. Minuto y resultado: minuto 62, va ganando el Sporting desde hace un ratillo. Garrido, cojeando. ¡¡¡Y José Mari, expulsao!!!… Desestrésame, Selu, ¡desestrésame!…, “carnavá, a tu lado ya nada me puede estresaaar…”. ‘Estrés por cuatro’, chirigota mundial pro-valeriana. Controlatéeeee. Y mucho eehh. Al cine…, “la película del Joker no me ha convencío demasiao, eso no es real… la gente normal y corriente, no aguantamos a este tipo de gente…. hollywood como siempre tomando a la gente por carajota, yo no veo a ese Joker, ni pa una chirigota”. El gallinero se estresa con este momento, y se me estresa más el Jose Mari. Y repe el segundo pasodoble…, viviendo justo al lao de Urgencia, y con miedo al coronavirus…, “dicen que incluso vienen productos de China, contaminaoos… to lo que lleve corona, no vea lo caro que sale”. Borbón, ¡cuidao con los pitos de caña! Mascaíto el primer cuplé, alrededor del pin-parental, y el niño “se pasaba to la tarde en el cuarto baño con la tarea”. Y repe el otro, con ese paracaídista agarrao a la farola, como el Borbón padre. ¿Que se va el estrés?, yo me voy con él. Quiéreme de una vez, que no tengo to el día. Y lo más importante, sin chillar, sin chiLLAAAAAR. Eso es de doce. Minuto y resultado: acabó el partido en el Molinón, tras cinco minutos de propina, y ná, babushaso, el Cádi se viene de vacío de Asturias. Buaahh, Pedro, Pablo, llénamelo hasta arriba, llénamelo hasta arriba… Y mientras el teatro ruega a Pepito el Caja, travestido, que haga la croqueta, o que al menos reparta calcetines, se prepara el ¿cuarteto? a flote del Aguilera y Piulestán, ‘Cari resiste’. Y vaya si resiste. Se saca posiblemente la mejón parodia de la temporada. Me estoy flipando, ya lo sé… Se ve que el Caitanic ha naufragao ya, y ahí están el Pijota y la Rosalía en mitad del océano, aferrados a una tabla. A la inversa de la peli, el nota arriba y la piba en el agua. Lanzan un SOS, “socorro, o sea, socorro”, en una garrafa. Y al poco aparece un bote, el Caitanito I con el Barba, el grumete, y el Míster Macarrón, “pa que luego digan que este cuarteto no rema”. Con cameo de un chavalín-pescao del cuarteto primer premio de infantiles. ¡Salvadme ya, que tengo el choco fresco! Y en el bote sólo hay hueco pa uno. La historia, tras pamplinas varias y chistes del siglo pasado, acaba en La Caleta, “que aquí ni tapa ni ná”. Los cuentos ya no son como eran… “y Pinocho cuando mentía no es precisamente la nariz lo que crecía”. Lo afirma un cuplé. ¡Un bote, dos bote, las castas quien no bote! Que estamos en la final, vámo a mojarnos. Dame tono, chiquitín. Se sacan un breve pupurrí en el tema libre, contando de nuevo la historia del Caitanic, con cuartetas repes de pases anteriores. “Que esto no se hunde, aunque haya piratas que están deseando tirarnos por la borda… y si vuelvo este año es pa traer alegría, tú no te enfade, que Cádi es pa to la víaaaa”. ¡Cuarteto, cuarteto!, vocea parte de la grada. Pedro, Pablo, qué bonito está mi Cái cuando llega el carnavá. Y si además me ponéis otro yelo, más bonito… Y al sonar las doce, ahora sí, la cuarta agrupación de la dilatada finalita, el Kike Remolino encadenado al vagón de Cadi, “y me veo, encadenao, y tiro y tiro de ella, pero siempre puede conmigo, pero nunca cae en el olvido… eeeehhh ee eeee eeeehhhh, encadenaaaaaoooo”. Momento ‘Los encaidenaos’, obvio. Le echa la bulla a Cádi y su chovinismo, victimismo, trapicheo, pa empezar…, “desencadena de Cádiz los miedos de mis paisanos, suéltate de los complejos que ahogan a los gaditanos, ya va siendo hora, Tacita… Cádiz, qué coño te pasa, que tus dos puentes vean a tu gente volviendo a casa”. Un tanto rebuscaíllo, ¿no? Y la enfermedad ¿innombrable?, entra en la segunda letrilla recordando a Juancarlo y a Manolito…, “cuando entras por las casas, vas nublando cada día, con tu hambre insaciable, encadenas la agonía… puto cáncer, le arrancaste la poesía, le robaste la alegría, y hoy mis dos grupos, llorando coplas por carnavales”. ¡Todavía tengo los pelitos de punta! ¡Po peinatelos! El Falla dialoga consigo mismo, jajaja. En la tanda de cupletés, encadenaos al cabecero de la cama y Bienvenido en el Pay Pay; y “cualquier día vemos a Alejandro (Sanz) pregonando los Tosantos”. Ay Cádi cómo lo haces, no te hacen falta cadenas. El popu te deja reliao “a la bendita contradicción de esta ciudad, de verse encadenao a la libertad”. La paradoja, niña, la paradoja… ¿y un intro pa este humilde cerrajero?
“o es que directamente va con el chocho haciendo ventosa”
Las 00.45 horas. Suena un saxo, suena un contrabajo. Ya estoy pitoso. El hormigueo de ‘La colonial’ es inconfundible…, “yo doy clases de trabajar al que se crea superior… calle a esa cigarra interior, porque la hormiga llegó…”. No piséis, Pedro, Pablo, que se inrrrritan los de Pacma. Con medio teatro huido, ¡qué te gusta un coro, Cádi! Sin Bablé en el equipo titular. Un tango para recordar que esto es de Cádiz, para el mundo, pero de Cádiz, ehhh…, “jamás debes olvidar, quien vive dentro, que viene de fuera… aquí los dueños son esos obreros, que trabajan fuera y trabajan dentro para febrero… es como la casa de los vecinos, sobra mesa y mantel para la vecinos y los amigos… pero que nadie tenga dudas que esta es mi casa y aquí mando yo… el carnaval ya lleva más de cien años siendo del pueblo, y su casa es este patio, y eso nadie lo compra, ni con derechos, ni con entradas, ni con dinero”. Que no se enfurruñen los neoyorkinos que se han quedao sin entradas de la final, ome. Corona, ramos de flores, y se viene la segunda letra reglamentaria, a tu mare, y a la mía, y a la del que está en el ambigú…, “generosa como ninguna, no existe reina más desprendida… nada se puede ni comparar, con esa silueta entre las cortinas, desde la calle, y ese beso que tira al aire, tal como sale, eso no sabe hacerlo ninguna reina como lo hace tu propia madre”. Un oso hormiguero succionador; y el compact espanta-palomas de Chabelita, pa esa tanda de cuplés con la grasia soterrá. A ti te entran na más que hormiguillas, y a mí me entra un bendito hormigueo. A escarbar en el popu. “Verás cuánto se aprende en mi pequeña sociedad… y me alimento y me reinvento, como hace Cádi en carnavaaaaal”. Ya sabéis, Pedro, Pablo, el tamaño no importa… echa sin miedo, que el vaso no muerde… El perro de agua del Vera tampoco se ve mu agresivo, no. Nexo de parvulitos para saludar a la chirigota ‘Los #Cadizfornia’, a coger olas, de tres en tres. Qué guay el kiki…, “después de un año de secano, nos volvemos a mojar, que por meternos nos metemos, hasta en aguatapá”. Se acuerda del Vaporcito el primer pasodoble, y aquellas promesas de reflotarlo cuando se hundió, promesas que no valen nada, como cantara Iván Ferreiro…, “no sería un temporal, ni vientos huracanados, fue un día de verano… ya no se le ve pasear con esa gracia infinita, ni le tocan las sirenas al verlo pasar… Bien de Interés Cultural pa qué, si lo han abandonao como un perro… así custodian un patrimonio bendito y sagrado… y por su negligencia el Adriano III no se ve de nuevo por nuestra Bahía”. El segundo va diresto al coraçao de “un grupo de gigantes, héroes del carnaval”, las agrupaciones herederas del legado de Juancarlo y de Manolito…, “apóstoles benditos, de dioses inmortales, que han pasado a la historia y a la misma gloria de los carnavales”. Con emoshión. Ramilletes de cupleses, íiiiiiiiinnnnn: “… va a tener que cerrar de las tres y vente a las tres y media”; “… y hasta han llegado a ver su primera pajita televisada”; “… y María del Monte aunque lo parezca no tiene premio”, jajajajajaja; íiiiiiinnnnn; “… porque el mando a distancia me lo dejé en el butacón de al lao”; “… o es que directamente va con el chocho haciendo ventosa”; “… son ya tantos cuplés que nos lo pisamos nosotros mismos”, jajajajajaj. Vámonos, vámonos, vamos a esperar un ratito, que estamos haciendo la digestión. El primo de los madriles vuelve en el popu, y se marcha, “po llévate esta… y aquí se acaba la historiaaaa… nosotros somos cargantes, que pa eso está el carnaváaaaa”. La apisonadora surfera va sin freno, prima. Pedro, Pablo, quitarse de enmedio que os pilla otro cupletaso en to la frente, íiiinnnn… Po se ha puesto la madrugá para sacar el taladro… Gago, enciende la hormigonera de juegos de palabras y doble sentido con ‘Vida y obra de Juan Carlos I Bajo D’. ¡El foco es pa allá, picha mía! Nueve años pa hacer un cuarto baño. Ya está la obra terminada, terminada diseeee, tampoco ha sío pa tanto… el niño, parido en semis, hace hoy la comunión…, “yo sé que todo el mundo quiere ser mi padre, pero mi padre es el Gago”. Exasto, uno de los críos del Gago, también cuartetero, robándole protagonismo al grupo. Vuelve el marido de Dubai, Bombay… “¿arena me va a trae?… bastante desierto hemos tenío este año en cuartetos, con el desierto en juveniles…”. Viene hecho millonario… entonces tú sabes donde está-el-bar. Y a los cuplés. El Guti, que ya no quiere que le llamen Guti, se lleva un cupletillo, “tranquilo que aquí en Cádi te llamarán siempre carahoteeee”. Y pa los fachas el segundo, esos que ven clases de erotismo, “dime dónde está el colegio que me apunto ahora mismo”, pin pin. El tema libre rescata trozos de popurrises anteriores, ante un público de cera. “Yo he pintao to de amarillo, porque he pillao una oferta, y para ir a Chiclana, por supuesto cojo el comes…, espiche, qué fáci es poné un espiche, ahí caben catorce espiches… la obra ya se está acabando, oooooooohhh, cómo brillan los apliques, pero algo suena, siempre surge un imprevisto, cuando menos te lo esperas, y ya está dando otra vez vueltas, la hormigonera… siempre haciendo chapuces por Cáaaaai…”. ¡CUARTETO! Y Mario, el chavalín, vuelve a salir a tirar escombros y, ahora sí, a hacer el gusano, y un triple salto mortal con tirolina. ¡Gago, queremo un hijo tuyo! Pedro y Pablo me tapan la boca con más papelillos… Menos papelillos, menos rollo, y menos limón… ¿Migué, a ti te gusta el puchero? Viajesito a la isla Tolerancia de don Jonathan Pérez Ginel, en su primera final como autor: ‘Los aislados’ busca empatizar con marginados variopintos, y que no se sientan solos bajo su palmera de incomprensión. Por ahí anda el temita. Un pasodoble enamorado… del ecologismo, que si tienes pareja lo mejor es celebrar vuestro aniversario en el sofá…, “vente conmigo corazón para brindar una vez más por nuestras vidas, hoy cumple años nuestro amor, vamos a exprimir juntos el día…”. Retorcío. El segundo te hace sentir mal si vuelve a comprarte un móvil, unos vaqueros o una tableta de chocolate, y si encimas vas de progre defensor de las causas perdidas, por el twitti…, “ahora que nuestra sociedad parece estar más concienciá con los derechos que en el mundo se devoran… niños cuyo único juego es ganar algo de pan y soportar el consumo de este mundo sinvergüenza….”. Disiendo cositas, Juan. ¡Como te estaba comentando, Migué! Una prima loca con las bodas, pa que le canten carnavales; y el coco ya se está pensando salir con Martínez Ares, pa los cuplés. Pero, prohibido comerse el coco, prohibido comerse el coco. Mucha atención con el tiburón, que te devora la conciencia y te destroza el corazón… El Jona ya tiene lista su barca pa recogerte si vuelves a caer, que te acerca a Cádi, “mi isla y mi libertad”. Mu bien, chavales. Pedro, Pablo, acercarse a donar órganos. Yo, aprovecho pa implorar ¡un intro!, y ¡¡un bocata de mortadela!!
“en qué parte del camino, cuándo coño perdimos la pureza”
Las 03.46 horas. Se reanuda el partido, con el patiobutaca desangelao. ¡Va por Rocío Hermida! Se abre la factoría de la emoshión y el ritmo de ‘Creaciones S.A.’, echa carbón, echa carbón, a las máquinas de viento, cuerda y percusión, “mi fábrica produce canciones, vamos a empezar”. Platillaso, sí señor. La homofobia se combate en el primer tango, frente a los insultos de quienes se creen defensores de la moralidad de puerta para afuera…, “porque ese amor tan puro ni tiene dueño ni tiene sexo”. Y cate a los hermanos andaluces que votaron a la ultraderecha en las últimas elecciones autonómicas…, “por qué has votado a ese partido que representa los más oscuro… comprendo que estés resentido con los socialistas, así tu voto fue de castigo, pero no puedes dejar a nuestros hijos en sus manos… no te olvides que España ya tuvo un fascismo que convirtió en cateta a Andalucía, no dejes que a tus hijos se le repita la historia un día”. Clin clan. A los cuplés: Echenique invitado a salir con la chirigota del Cascana; y cameo del Trinchera robándole los fusibles al coro, pa las lámparas de la comparsa de don Antonio. Que le haré la canción de su vidaaaaaa. Cada máquina, en ese pupurrí cantado con ganas y coraje, le pone alma a las canciones, la de cuerda el sentimiento, la fuerza la de viento y el ritmo, la de percusión. “Para ti hice cada canción, y aplaudí, dándote gracias por tu afición…”. ¡Sí señor! Pedro y Pablo también mueren por M80. Y yo, por un una nueva conviá, que se me seca el paladar… Con tanto humo, ¡esa freidora, quillo! Frota, frota la olla de berza, y ya están ahí ‘Los geni de Cadi’, con Perico Ramos alardeando de jipio, el hermano del del Madrid, aro aro…, “qué tengo la libertad, qué tengo la libertad, qué teeeengo la libertaaaaaad”. Ojanosa con la cantera esa primera letrilla, “sin la maldad al concursar, la caja el bombo, lo demás es todo un juego, no hay prensa al acecho ni críticas al cuello, sin artificio ni absurdas guerras… ese es el carnaval de mi tierra… también bebí el veneno, y con pena veo a los adultos, preguntando en mi cabeza, en qué parte del camino, cuándo coño perdimos la pureza”. Y repe el otro, y doña Manuela, con cerca de ochenta años, ha visto cómo ha cambiado su barrio por la gentrificación…, “el turismo llegó, y medio Cádiz está por el suspirando… ojalá nunca tengamos que decir, qué pena Cádiz, tan bonita y sin gaditanos”. Y gaditanas. “Y dentro de muy poquito ya tendrán playas los sevillanos”, sospecha un cuplé en aguatapá; y los grupos reliaos de wasap, repe, en el otro. Po frota, frota, frota. ¡Antonio, no te traerá a las ocho de la mañana el abanico! Arte y pocavergüen ahí arriba. Por si ocaso… Eugenio era, oooeeee. “No he visto a los bichitos, no he visto a los ratones, pa que digan que después el Kichi no fumiga”, jeje. “No dejes que los venenos te amarguen los estribillos, nos sobran mil motivos en este carnaval, para pasarlo geniaaaaaaal”. Güena güena. Y chimpún pancartero. Y si Pedro y Pablo se dejan de frotar y me rellenan el vaso, deseo cumplido… y a cumplir ‘El cuarteto del More…’, el turno de los niños. Con Moret, vestío elegante, de final. Y un crucero con chinos paseando por Cádiz. Y el Consejitos y el bipolar, estornudando, han pillao el coronavirus. Y to el Falla, también. “No te lo iba a decí, pero te lo voy a decí, yo no sé de virus, pero le ponía el antivirus al Windows noventa y cinco, y eso hay que mamarlo”. “Martínez Ares cuando llegue al teatro no se lo va a encontrar frío, se lo va a encontrar muerto”. Un aplauso, unos gritos de ¡cuarteto cuarteto!, y pandemia resuelta. Vente pa Moret, y a los cuplés. Achús. Las bolas chinas de la parienta, a la basura; y chupando la cabeza de la gamba, constantemente, “que me he quitado dos costillas y llego perfectamente”, jejej. Cada vez más gente en Cádi, pero menos gaditanos. En el tema libre repiten parodia, y bailesito del Chano Lamela, y su bulería del tanotario, “Paco, aquí el ambiente está mu frío, yo creo que al muerto no le ha gustao”. Porque sé donde me meto, cuando te traigo un cuarteto. El Moret termina bajándose del pedestal… que viene achuchando Tino y su ‘¡Oh capitán, my capitán!’…, “devuélveme la libertaaaaad… tú mi más febril debilidad, mi gaditano despertar, mi vicio y mi pecado más mortal, allí donde mis sueños cobran vida, soñando con venirte a ti a cantar… y eres papelillos, y eres serpentinas, y eres plumero y pregón, y eres un tachín tatachín, tretoreto tachín, a nudillo y pulgón… oh capitán mi carnaval, oh capitán, tú mi carnaval”. Despertando al teatro con ese cañonaso de holaquéhay. Uuuuuaaa, niña. Subidón. Un pasodoble para poner en evidencia a los xenófobos…, “el Estrecho es tan ancho que nunca tiene fin… allí era niña que escapaba de una guerra, aunque no es niña que tan solo es una Mena… señalada por gentuza que nos vende, que hay que echarlos porque no tiene papeles, que gente más valiente… y el que se calla otorga… amenazar a un niño es de mafioso y de inhumano… son niños y son tan nuestros, y están solos, sin padre ni sitio, por dios que no tienen a nadie, no hincarle más los colmillos, no sé cómo se puede ser tan canalla y dormir tranquilo”. Y entre miradas viciadas y miradas frescas la otra letrilla…, “ya verás mi pequeño que los ojos ajenos esconden secretos que no has de olvidar… y habrá quien te mire mal, miradas de odio y de desprecio, elige bien con qué miradas quieres verlos, que tu mirada puede más que sus dineros… hay miradas como la tuya que aún son verdaderas, reside la esperanza, no dejes que te engañen con sus mentiras, con sus patrañas, no mires pa otro lao, que en tus ojos está la batalla, perdona por mi ceguera, ojalá que este mundo puedas cambiarlo con tu mirada”. Está shensible el tatarachero. Cupletillos: el Papa se reunirá con el Cascana, los Molina y también con el Ares, lo excomulga, “por el anuncio que ha hecho del coche”. Y el PP se ha vuelto mu facha…, “pero el labio de arriba lo mueve menos que el de Macario”, el Aznar. Déjate de pamplinas y vente del brazo, a los carnavaaaales. Y a gosar con un pupurrí que es carnaval puro y duro… “mis coplas de ayer y de ahora, ya no son mías, ya son tuyas… y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval, y esto es carnaval…”. Pedro, Pablo, ¡stop! Que os vais a pinchar con la aguja de oro que le han clavao a estos chavales. Un intro, por Momo, ¡un intro, por tu pare!
“hoy no olvidaré con mis amigos, la primera vez, la primera de una final, que estuve en el Falla, contigo”
Las 06.42 horas. El empujón refinitivo de esta final tamaño matrimonio, camino del alba… ‘Tócame’, que me pongo tontorrón…, “bienvenidos a la función, esta noche toca revolución, sin batuta ni director, que ser uno mismo es lo mejor… tú, mi alma y mi corazón, yo estaré orgulloso de ser tu voz, de ser tu VOOOOOOZZZZ”. Un parto, una niña especial y a luchar contra los que se dicen normales…, “esa noche de abril, esa primavera, llegaste al mundo, saliste fuera… me atravesaste con tu latido, pa siempre… no dejes que nadie decida, que nadie te impida ser lo que tú quieras, que eres la dueña de tu tesón y capacidad… que sabrán de tu esfuerzo… discapacitado es ser valiente y el que piense lo contrario, ese sí que es diferente”. El otro tango se lo lanzan al propio Julio Pardo, pachucho…, “dónde está mi músico que no viene, el que me marca la melodía, que hace semanas que no lo veo, el hombre que me da la vida… dice que está afinando su corazón, necesita recuperación… tú estás en todo lo que yo cantOOOOO… tú más que una estrella en el suelo, te mereces mil en el cielo… tan sólo una cosa decir yo quiero, nos vamos a partir el alma pa luchar por un primero”. Un cuplé sorpresa, al menos sin túyamentiende colgando entre las piernas, “cuidadito con el Tinder, que te dan gato por liebre… si eres de los que empujan, échame un cable con la mudanza”; y un coche inteligente en el segundo, aunque pa aparcar, “cómprate un piso en San Fernando”. Pero tócame, pero tÓCAMEEEEE, tócame por tanguillos que es como late mi corazón, popo pó pó. Pedro, Pablo, ¡¡ofrecedle un ministerio al TroOOOOON!! “Hay que tomar la vida como una obra musical, y nunca vayas a desentonar, porque toda tu vida es un musical, la clave de la vida es disfrutar, porque toda tu vida es un musicaaaaaal…”. Por qué corre el tiempo tan veloz… ese verso viene con sorna… ¿veloz? ¿Veloz?, que se lo pregunten a la chirigota exprés, y revelación de la temporada, ya corre ‘No aguantamos más… vamos de impacientes’. Aparecen con sus cafés, por el patiobutaca, con la bulla, y ya están despidiéndose con su cuarteta remate de popurrí… “por tus calleeeees”. El teatro vuelve a desperezarse, Fermín y Antoñito juegan como en casa. Y los puertorrealeños reaparecen camino del Rocío, olé, olé, olé, olé… “yo soy de jazz, ya yaaaaaa…”. Engaaaa. “La vida te va marcando recuerdos pa siempre que nunca borras de tu memoria, como la vez primera… y es que la primera vez se quedará para siempre, no caerá nunca en el olvido, al igual que hoy no olvidaré con mis amigos, la primera vez, la primera de una final, que estuve en el Falla, contigo, contigo contigo”. No tienen el pasodoble de 2023, que ese año descansan, jajajaj. Repiten el que le cantan al hermano chico, reclamando los Romanceros dentro del COAC, pero to rápido to rápido. En uno de los cupleses están ya nerviosistos, que se han adelantado y saben que son primeros, y lo dejan a medias, “vamos a acabar el estribillo, con la hora que es”, jejeje. Ni aplaudan, ni aplaudan. “Vivo impaciente corazón, por cantarte, perderme corazón, por tus calles, sentirte corazón, un año entero, para volver cada febrero…”. ¿Campeones, campeones? Chorreón de ingenio entipado y de hacer pasar un buen rataso. Pedro y Pablo siguen revolcaos en el suelo, y eso que ni han pillao el cuplé del gallo… Gallos, los de Fali Vila… ¡Buenos días!, subraya el Bable, que se pone meloso, al presentar al remate de los tomates, ‘La chusma selecta’. Don Antonio, ¡con el abanico, genio!, ya ha colocao los lamparones, a juuugaaar…, “canta gaditano canta, porque la vida solo dura un estribillo… que Cádiz no tienes reyes, sólo poetas de carnaval, y pa poeta poeta, mi capitáAAAAAANNN”. Ya está el Falla metío en faena. El drama de la inmigración, visto desde la inocencia de un niño…, “qué bien vamos a pasarlo, qué grande es el barco, qué crucero más bonito… cincuenta inmigrantes, en las costas de Cádiz, hallados muertos, llevaban más de tres días navegando a la deriva… un niño de cuatro años han rescatado con vida, tan sólo llora y repite entre temblores, que venía con su madre, en un crucero, de vacaciones”. Mentira piadosa, en plan La vida es bella, de Benigni. Y medio de consumo interno y de desahogo el segundo letrón, relatando el periplo de un contrato más de tantos de la comparsa…, “otra actuación para el recuerdo y vuelta al autocar… cuando me dicen artista, respondo siempre lo mismo, artista es la que me aguanta, artista, artista mi niño, que no hay dinero ni premio, dejarlos solos en casa pa darle al mundo, más carnavales”. Ares se autodedica los dos cupletillos, por su inminente antifaz de oro y por aquello de cerrar una y otra vez finales. Cádiz vieja princesita, que baña a sus criaturitas, a pobres y ricas en el agua bendita de su sangre azul. Y a por el último popu, el últimooooo, primoooo…, “cuatro meses pa descubrir, que no tiene sentido esta vida sin ti, sólo soy uno más de más… el que quiera este mundo pa él, que le vaya bonito, yo me voy con mi chusma inmortal, recordando al profeta San Juan… se marcha tú más fiel sirviente, pronto volveré amor mío, bastara un escalofrió, cuando llegue septiembreeeeee”. Pedro, Pablo, sacabó. ¿La botella también? Pero antes, apuntad: a Antonio le han dao los seis mil leuros del certamen de coplas del Carnavá para Andalucía por aquel pasodoble a su barrio, veinticinco años después. A ver si convía, pichita. Y ahora sí, ¡¡mi caballo por un intro!!
“quien la inventó no dijo ni su nombre…”
Las 08.32 horas. Baja el telón. Dejemos la apología fingida del drinking, sí, que en el foso sólo se bebe Vivesoy, del tiempo. Pedro, Pablo, ¿oléis eso? Sí, sí, huele a ¿churros?, no ome, huele a ¡libertad! Y mientras bajan en casi media hora los del jurao, sieso, a fallar, con O (ya estamos en horario infantil, ¿no?), y eso ya es otra historia, voy yo barriendo un poco y canturreando la penúltima coplilla guapa de Juancarlo, cerrando este humilde tributo, poniéndole el lacito a los treinta cronicones del COAC 2020, a los pies de su filosofía y obra: “La cama ha sido nido y aposento de la civilización, tentación de mujeres y niños, de ricos y pobres, la cama ha sido el santo sacramento del momento más grande que yo, he vivido, amado y compartido con todos los hombres… quien la inventó no dijo ni su nombre… y en una cama cualquiera estuvo a mi vera, mi madre gritando y mi padre llorando cuando yo nací, y en otra sé que algún día sin tanta alegría, ojalá rodeado, enfermo y cansado tendré que morir…”.
¿Una cama? Qué maldad, picha. Quizá no lo sabes (tú sí, mamá) pero este juntaletras saborío y demacrado a estas alturas de la competición, que sabe de carnavá lo mismo que de física cuántica, suma con este DIECISÉIS concursos con la credencial al cuello… Cuando pienso que en aquellos primeros escarceos concurseros compartía foso (y admiración) con Enrique Alcina y Pepe Monforte. Todavía me pongo tieso. Todo. Perdón por hacer lo mismo año tras año (para no desentonar con el repetitivo COAC) con estas crónicas a lo suyo amasadas en software libre, ajenas a lo que quieres consumir. ¡Ah!, po nos leen. ¡Estáis fatal, familia! Grasias por hacer que este sinvivir tenga algún sentido.
Y más momento #graciasPili: grasias a los vecinos de foso (se os ha echado de menos, Fani, Tente), y a los compañeros gabineteros; gracias a los porteros, seguratas y limpiador@s; grasias a los conductores de comes; gracias Jorge por un sitito en tu casa palacio de la calle Cervantes; gracias a los anunciantes que han confiado en el potencial del periódico en estas fechas; y gracias a Pedro y a Pablo por usurpar mi chabeta… Doctor, ¿todavía estoy apto? ¿Si nos aligeramos llegamos a cerrar la carpa?
¡¡Falla!!: encorsetado, absurdo, pamplinoso, cebado, negocio pa dos o tres…, te odio y te necesito, la contradicción siempre presente… ¿Y ahora qué? A seguir hacia la mar, siempre a la izquierda. Adiós ladrillitos coloraos, hola carnaval de la calle… el que lo quiera, pa él. Cádiz, ¡resiste!, “y tú resistirás, llena de juventud, llena de carnaval, mientras seas la cuuuuna de la libertad, y tú resistirás”. Dany Rodway
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