Debido a los daños que sufre el colector de pluviales de Santa María del Mar, el Ayuntamiento va a aplicar “medidas de seguridad” para limitar el paso y estancia en la zona de los bloques en la playa, mientras da a la Junta hasta septiembre para que aporte una solución, o irá a los juzgados.
La última Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz ha aprobado la aplicación de medidas de seguridad en el colector de pluviales de Santa María del Mar, debido a los importantes daños que sufre esta infraestructura y que pueden suponer un riesgo potencial para las personas que a diario transitan por la zona de los bloques, en la misma playa.
De este modo, según se concreta en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, se tomarán medidas para evitar el tránsito y estancia de cualquier persona en la zona afectada, y se requerirá a la Junta de Andalucía, por enésima vez, que lleve a cabo su reparación de forma urgente para evitar daños de carácter medioambiental o sanitarios.
Ya se anunció semanas atrás, pero la concejala y presidenta de la empresa municipal Aguas de Cádiz, Ana Fernández, ha repetido que este es “el primer paso para emprender acciones legales (contra la Junta) en el mes de septiembre si de aquí a entonces no obtenemos una solución”.
“la Junta contesta ahora a un requerimiento de 2020, y no a los que tanto el Ayuntamiento como Aguas de Cádiz han hecho posteriormente”
“La respuesta que la Junta de Andalucía anunció hace unas semanas que había enviado la hemos recibido el 3 de agosto en Aguas de Cádiz. Una respuesta que contesta a un requerimiento que la empresa municipal hizo en 2020, hace más de un año, y no a los que tanto el Ayuntamiento como la empresa han hecho posteriormente”, ha replicado Fernández.
En esta contestación, en la que el actual Gobierno andaluz de derechas se desentiende de esta actuación, se habla entre otras cosas de una comisión en 2017 “donde al parecer de manera consensuada se decidió cerrar este convenio y de la que no tenemos ninguna información ni en Aguas de Cádiz ni en Urbanismo”, ha añadido la concejala, evidenciando que “no tienen ninguna intención de solucionarlo”.
En los últimos meses la situación de este aliviadero de pluviales ha empeorado debido a la inestabilidad de esta infraestructura ante la dinámica del litoral y los temporales periódicos a los que se ve sometida. Y se insiste que un posible colapso del mismo podría conllevar importantes consecuencias de índole ambiental y sanitaria. Las obras, en las que se invirtieron unos 8 millones de euros, comenzaron en 2007 y se dieron por terminadas en 2011. Sin embargo, ya durante la ejecución hubo que subsanar defectos de construcción. La última obra de emergencia la acometió Aguas de Cádiz en julio de 2020, y consistió en la recolocación de los bloques desprendidos.