DÍA 32 (GRAN FINAL).
¡Más de 41.000 solicitantes para unas 900 entradas disponibles!, y llega la mañana del viernes, y todavía había alguna localidad esperando en taquilla. Así amanecía la Gran Final de adultos del Falla, la del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2019), certamen dedicado a Pepe Mena, el primer concejal de Fiestas postfranquista. La cuarta final, sin macetones, de la era Kichi y post-Teófila; la tercera sin ninfas-florero; y la primera sin Tino, ¡Tino vuelve!
Ciento cuarenta y siete agrupaciones, que se dice pronto (pero se hace tan laaaargo), también desde Madrid, Barcelona, Mérida o Santoña (señal de la “globalización” del singular y mediático certamen gaditano que cada vez lo es un poco menos, y a la vez es un poco más un mero satisfacedor de “ilusiones” y “sueños”), han pisado las tablas del Teatro Falla desde el pasado 26 de enero.
Y después de treinta y una funciones (treinta y ocho contando la cantera) y tres cribas, el jurado y sus gustos, han colado a catorce de ellas en el colofón de un COAC que no pasará a la historia por su nivel; y que da la sensación, compañero y compañera, que empieza a dar síntomas de agotamiento si miras las caritas de todos los que hemos sobrealimentado durante años (aficionados, hooligans y talibanes de febrero; prensa y redes asociales; y los propios avariciosos organizadores) este repetitivo, encorsetado, políticamente demasiado correcto y enclaustrado negocio-prólogo del verdadero carnaval libre, canalla, irónico, torcío y sin tantas pamplinas, el de la calle. Ese que son coplas y no copas, que te lo repite a cada rato el Yuntamiento, mientras te siembra la ciudad de retretes para hacer dudar a tanto guarro con incontinencia urinaria.
“Y si triunfamos, como tú soñaste, Cádiz será sólo y na más que pa los gaditanos…”; “y mientras ellos nos hacen la guerra, nosotros vamos a hacer el amor, vamos a hacer el amor…”; “mi chirigota camina palante, y la gente camina patrás, soy geeeeoooo…”; “nuestra vida en carnaval son estos ríos que van a dar a la mar, la calle del vivir…”; “que viva la vida, que esta vida es pa vivirla, es pa vivirla sin más…”. No, no, por mucho que acerques la oreja a esta final, no escucharás estos sones inconfundibles de agrupaciones que, como las que están, también podrían (deberían) haber cantado este viernes. Pero… los finalistas son los que son. Es un concurso y toca acatar las reglas de juego. No mosquearse, ome, y vamos a disfrutar y a bebernos estas últimas horas de Falla. Y a celebrar que el “¡qué bonito está mi Cádi, que bonita mi ciudad!” se ha impuesto este invierno al grito de más allá del peaje de “campeones campeones”. Todo se lo debemos al bombero Morera. ¿Te ha gustao, José?
Nuestro colaborador-apostillador en estos cronicones en diferido este año, sin más pretensión que lograr un pase para la carpa, el fiscal, pese a que venía a tomar nota e imputar delitos a todo carnavalero viviente que se atreviera a entonar alguna letra más allá de homenajes mustios y dramas de telefilme de sobremesa, se ha contagiado del virus de febrero, y ya se ducha todos los días destrozando el pupurrí de ‘Er Chele Vara’… “y yo to el año, con mi pitito de caña, con mi pitito de caña, tititi…”. Qué poca grasia, hijo… Viene disfrazao de abogado defensor. Con dos coloretes, aro aro. También me lo cuelo en el foso, que debajo de la toga lleva el lote. Y los yelos.
¡Que bote el Kichi, que bote el Kichi! Y el arcarde, disfrazado de reportero dicharachero del New York Times, bota ¿para que le voten? Y el Martín Vila, de ciclista, jeje. ¿Y el gafa?, ¿no bota el gafa? El presentador de sala, el gran Eduardo Bablé, sin gafas, saluda desde el escenario entre el jaleo, se acuerda de todos los que están en esta final y más allá, y de los tres mil mujeres y hombres que le dan forma a este espectáculo no profesional, ¡que no!, y agradece hasta el tato “por hacer posible la magia del concurso”. Y ya están en posición el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao (apoyando un ratito la declaración del Carnaval de Cádi como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y que diga que no); la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y el capitán del Cádiz CF, Servando Sánchez. No se cabe en el palco municipá: hasta el cónsul de Uruguay y el de Argentina. Puede arrancar el festín. Agárrense, que vienen curvas. Y no se asomen al exterior, que les come el macrobotellón.
Maripili, abraaazo fuerteeee, tira de la palanca, que caiga por su propio peso este último relato fallero kilométrico en diferido de la temporada, con más papelillos, imposible. Pero antes, un minutito para la publi del Yuntamiento de Cádiz: si bebes, convía. DIARIO Bahía de Cádiz
“ojú que ganitas tengo que lleguen las vacaciones”
Las 20.36 horas. ¿Arriba telón? Todavía no. Bablé introduce el homenaje de apertura de la noche. Ahora sí, telón arriba. A Pepe Mena, primer concejal de Fiestas en Cádiz tras la defunción, teórica, del franquismo, se le dedica este COAC 2019. quien “popularizó el carnaval, un luchador por la libertad” recibió un largo aplauso en persona al inicio del concurso de la cantera. Y ahora, otro, en formato audiovisual. Y de oca a oca, de un homenaje, a otro: la “familia” de la chirigota del Love, la chirigota de Puntales, dijo adiós durante su tristona actuación en semifinales. El cierre de una etapa, para el estreno de esta finalísima, un chute de alegría alegría, y su punto de nostalgia. Ofreciendo un megamix de sus mejores éxitos de treinta y cinco años de agrupaciones, y un pregón… “ojú que ganitas tengo que lleguen las vacaciones, porque yo de don Adolfo estoy hasta lo que rima…”. ¡No se escucha!, ¡si no tengo voz, por eso me voy!, jejeje. “Vivo en una casa que tiene una ventana, ventana que da a la calle, calle que da a una plaza, plaza de Puntales… y la llave tercera la tiene quien quiera entrar sin llamaaaaaar”. ¡Love, quédate, Love quédate! “Y al que le toque la picha, que la use más que yo… somos las momias de güete, a dá por culo al cohete”; “en donde yo mejor me lo pasé, fue cuando estuve en el vientrecito de mi omaíta, lo malo es cuando abría su boquetito, la confianza que el tío cogió… que sueño y que flojera, ojú me está entrando a mi, como yo me acueste no me levanto ni pa dormir”; “meten barriga, meten el culo, y nunca sueltan el vaso tubo, déjate llevar y te sentirás un pureta del Caribe…”; “que yo no guardo disfraces, yo guardo una vida entera”; y llegó la última canción de “nuestra fiesta… que lo nuestro es amor, amooorrr… meten barriga, meten el culo, y nunca sueltan el vaso tubo”. Pero lo soltaron, tras el selfie refinitivo. Fiscal, tú agárralo bien fuerte, que queda, queda noche…
“y de pronto rompe un llanto, es la luz que está anunciando, que un lucero llega al mundo”
Las 21.34 horas. Sin bulla. A la lucha, resistiendo por Cádi, ‘El batallitas’, “el más pesao de la Tacita, un gaditano tostón, pa defender tu pendón… rebelión tradición, corazón, cabezón…”. Un tango primero diresto al público presente, que ha pagado entre 42 y 92 leuros… “forastero o forastera, que pisas por vez primera vez la final del Falla… déjame recordarte que también eres parte de la final… en mi casa me debes respeto, y si vas a hacer el cateto, mejor vete a Eurovisión… si lo que tú gritas no huele a febrero, deja que lo haga mi gallinero, no quiero gente dormía, ni ver butacas vacías, demuestra que en tus butacas hay un verdadero aficionao”. En el segundo, se suma el Canijo, para cantarle a Cádi y a Sevilla, será algo personal, ejem… “yo tengo una mare y tengo una novia, le dan sentido a mi vida, dos mujeres y cada una tienen el nombre de una ciudad… no te metas delante mía ni con mi novia ni con mi mare”. Vale vale. Adónde van a poner los huesos de Franco, se pregunta un cupletillo; el otro cambia tanto amazon por un “mamasón, que me hace más falta”. Un dos, papa y arroz. “El gaditano dispara cuando canta… maldita sea la guerra de las mareas… recuérdame si se te olvidó sentir, porque el batallita que da guerra sin cuartel vive debajo de tu piel… volveremos a rugir, a luchar, a combatir, por Cádi, te despertaré, por Cádiiiii”. ¿A qué hora?, interpela el fiscal, bajo una montaña de papelillos de los gordos, tratando de salir a la superficie… ¿Llamo a los bomberos? To fuera eso. En acción el entremés del Morera, ‘Brigada Amarilla (agüita con nojotro)’. El Alegría, el Desagradable, el Pringue y el carvo Malapata le preparan una fiesta de cumpleaños al Manolo, “¡sorpresaaaaa!… cumpleaños, túuuuuuuu… ¿abrazito, he marcao yo un gol?… ¿vosotros también sois chicoters, también sois patineters?… quiero un café solo, sin nadie al lao…”. Llaman a los bomberos, que hay fuego en el Falla. Y el Mení se da el primer carahaso de la noche. Con el telón abajo, comienza el desalojo del teatro, “primero los de Cádiz, ya han salido lo dos… os vais a quemar, que te toque una entrada y salvarse del fuego, no puede ser tampoco… que me gustaba a mi Sabina cuando le salieron las tetas en fin de año…”. No, ha sido todo una falsa alarma, y a los cuplés: en uno, toda la noche de trío con una piba, escuchando al trío de los cristalitos… Llama, llama, llámate un curandero que te han echado un mal de ojos. Ya en el tema libre repiten trozos de parodias de pases previos. Vuelve el que otorga las estrellas michelín, y los bomberos hacen de camarero… “¿pollo al curri?, pollo parao te vamos a poner, que no hay curri… bendita llama esa que nunca se apaga, piérdete por Cádiz que yo te rescato… ni no ni no ni no náaaaa”. Fiscal, no ni no ni ná. Amo a tomarnos la copita con el Selu y company. Que se muera to el que tenga, ay más dinero que yo. ‘Los quemasangre’ todavía no ha recogío del tendedero los calzoncillos, coloraos. Está prohibido el cante, que jiiií. Los bosinasos, ayy esos bosinasos. Lo peor de lo peor. Repe el pasodoble al pregonero, ausente… “que tiene una voz, pa vender coquina… oo oo oo ohhh…, va a tardar en salir del parking, diecinueve días y quinientas noches”. ¡Caaaaaaambrón!, pero la copa la tengo yo. Esta chirigota, ¡me indigna! “A mi el concurso se me ha pasao volando, yo pedía el año que viene que empezara en agosto… es pura pasión, que viva el COAC, a ver si nos vamos enterando que el carnaval es patrimonio inmaterial de la humanidad, que cualquier día viene uno, sentao en una silla y bebiendo vino”. Autotoquetaso. Te quiere ih ya. El coche híbrido, como el Mario Vaquerizo, repe; y un cuñao cocinero… “luego llega a su casa, y el pobre mío es un papa frita”. Si eso cabe ahí, dale dale dale dale dale, pummm, te lo va a cargá, picha, te lo va a cargá. Clin clon clin clon, clin clon clin clon. El Joselito Freddie Mercury vuelve a sudar el principio del popu, con su órgano y todo… “me pongo a partí almendras y cuando más distraío estoy, me veo a la gente mirando, no doy… entonces es cuando yo, me pongo a taladrar… que yo siempre voy a estar ahí, pa jartarme de reíiiiir”. Fiscal, brindemos con ellos por esos treinta años de arte, mascaíto, antes de que se haga la luz… Pasiiiiióooon entre la bruma. Ya asoma ‘Los luceros’, Subiela, y Carli, noquearnos a fogonazos, tirarse del faro pa abajo… y se bajaron… “y hoy quince luceros se quieren colar por tu ventana, deja que te alumbre con la antorcha viva de mi voz, si estás tú, brillo y brillo y brillo, por amor de dios, no me dejes a oscuras… pero hágase, pero háaaaagase la luuuuuz”. Dejando las estrecheces del atrezzo. Chapa style forever. Poesía pura, amol a oscuras, pero no es que estén ahorrando luz, son dos amantes ciegos… “que bonitos son dos cuerpos que se están tocando a oscuras, y sin verse el uno al otro se desnudan, y sin saber quién es ella y quién él, con sus caricias se ven… no se ven, pero sus cuerpos huelen como huele un huerto que se riega con agua limpia, no se ven y en la puerta de su cuarto duermen dos bastones blancos que ahora no necesitan, que negrura más bonita”. El fiscal opina que deberían haberlo interpretado con los focos apagaos, una experiencia sensorial más. Calla, hijo, calla… Y entre lágrimas anda el juego del segundo pasodoble potito potito, hasta que pare… “sé de lágrimas amargas por la pena de una ausencia, lágrimas de rabia, de dolor, de impotencia… sé de las lágrimas en un andén, al alejarse algún tren, lágrimas hechas de carcajadas, claras para un sí quiero, turbias para un tanatorio de desconsuelo, lágrimas falsas de cocodrilo, verdes de la amistad… no hay lágrimas más hondas que la que yo he presenciao… y de pronto rompe un llanto, es la luz que está anunciando, que un lucero llega al mundo”. Uuuuaaaaah, banda sonora para todos los alumbramientos durante los próximos catorce meses. Que viene la ola, que viene la ola… El torero Padilla se va a cortar la coleta, “como un potato va a acabar”; y repe el otro cuplé, repasando el talento de los críos de estos cumparsistas… Pero el lucero más grande y que tiene la luz, es el de la madre, me cachi en los mares, que a mi me dio a luz. Al final, me mojo. “La luz es un derecho, no un privilegio, no me especules con la luz, y el pueblo necesita luz… aguanta el temporal, que tras el temporal siempre vuelve algún sol a relucir, ni existe noche eterna, ni eterna es la galerna… abre los ojos, mira la multitud, mira la gente corriente que nos regala luz, cuántos luceros, cuántos fareros, hay a tu alrededor, mira sin miedo, mira su resplandor, son los benditos luceros que iluminan nuestras viiiiidaaaaaas”. Cádi, enamorado de túa. ¿Puede ser el remate de popurrinaso más bestial de la temporada? Puede ser, fiscal, puede. Y puede que necesite un intro, mi factura de la lú por un intro… Ese intro tendrá que esperar, que el Kichi recoge de manos de representantes de la UCCI, Uchi nooo, el título de Capital Iberoamericana del Carnaval para Cádiz de este 2019 y para 2020. Un dos por uno. ¿El Carlinhos Brown calienta en la banda? Ese intro, niñaaaaaa.
“cuando llegue septiembre, vendré como siempre a pedirte un pasodoble”
Las 0.50 horas. Un pasito más, con eco eco en el teatro. ‘Ópera Cádiz’ opera pa ti pa mi, sin anestesia. El coro de los niños enfrenta el bel canto italiani con el churretoso carnavá de Cádi… “A todos les doy las gracias en esta noche tan especial, este coro te pide que disfrutes del momento, la final es pa vivirla con la mirada de la ilusión… olvídalo todo por un momento y diviértete, la final va por ti, esta noche te la mereces”, apunta ese primer tango que ve este rato kilométrico como un kit kat en tu vida. De segundas, ven justo que Catalunya decida su futuro en un referéndum, aunque acaba como acaba… “quisiera que en nuestra España caminen libres los pensamientos, llevando sólo por arma nuestro sufragio universal… quien teme a las urnas es porque algo tendrá que esconder, que las cosas se deciden con los votos nada más… detrás de cada papeleta, un porqué y una historia…”, y si se van, “que devuelvan la sangre que les prestamos y que no vuelvan”. Emmm. Sol mi, sol faaaaa. Mucha ópera pero practican poco con el nabuco; y alusión al autor, al Nandi Migueles, que sí toca hoy un rato con la orquesta… “sólo toca en estas noches como un artista” y si no ganan, “el año que viene haga un romancero”. Cuando Cádiz canta no hace falta máaaas. Todos nos partimos el pecho cuando llega el carnaval. Y en semana santa. Y en los juanillos. Esto es un no parar de partimientos, fiscal. “Que en Cádiz canta mi pueblo pero con el corazón… que en mi carnaval yo no tengo meta, me basta entregar mi coro a mi tierra, mi tierra mi tierraaaaa”. En ese popu parece que ganan los locales por goleada. Fiscal, márcame, márcate otro con dos yelos. Que te veo ya predispuesto a reguetonear… po no, antes otro llamamiento a la huelga feminista del 8 de marzo, con coplas y todo, y sin miedo, tampoco a desafinar…. “después la culpa pal feminismo… me han dicho que el violeta está maldito pa el patriarcado… aquí están las feministas, juntas en la lucha, libres y no sumisas… después la culpa pal feminismo…”. Ole. Y como decíamos hace catorce minutos, fiscal, ¡que te veo ya predispuesto a reguetonear!, con los ‘Daddy Cádi’. La chirigota con más flow y predisposisioners por metro cuadrado. Latinlovers mojándole las bragas a Cádi… “encontrar una rima no es fási… quiero hacerte el amol Cádi, pero no te encuentro el agujero…”. Tresporcuatro con un treinta por ciento de inteligensia. “El día que se cruzaron nuestras miradas, me quedé sin aliento, ay Cádiz mía dime tú por qué lo nuestro es prohibido, ya sabes tú que entre los dos no existen las fronteras”, anota ese pasodoble con shentimiento de origen sevillano y destino: esa esquinita “que tú ya sabes”. Ayy las esquinas… Y shentimiento y emotividad al cubo en esa otra letrilla, echando en falta a uno de los componentes, Nacho, me chivan… “es viernes de gran final, por fin lo hemos conseguido, cantarle cuatro noches a Cádiz… hoy tú no me podías faltar, esta noche es también tuya, hoy alzamos bien la copa pa tu brindis preventivo, disfruta por siempre amigo, que tú siempre vas a estar con nosotros en carnaval, porque yo te llevo conmigo”. Un cuplé resfriao; y la novia se ha hecho “naturalista, tiene pelos por tos laos, lo que diga es poco… que le tengo que decir, méate un poquito que yo me oriente”. Que jaramago, chiquilla. Después la culpa pal reguetón. De esa petición de mano también tiene la culpa el reguetón. Recordando a los viejos maestros: Paco Alba, el father; Tino Toval, Búscate in the lavaero; Jesús Welcome, el Christian Gray de la Caleta. Ahí arranca esa primera cuarteta del pupurrí rodando pa abajo… “creo que tu alcalde es un elfo, sí lo es, es un elfo… nunca pierdo el tiempo si vengo pa quererteeeeee”. El Falla, perrea perrea el ¡que bonito está mi Cádi!… Fiscal, compórtate y quítate el chanda, que pa bonito bonito bonito, la comparsita acojinada del David Carapapa, ‘El márques de Cádiz’. Que cosa más bimbo, prima… “yo naíta necesito, por eso soy el marqués de la tierra más bonita… si estoy loco qué más da, si a mi me da por cantar”. Seluuuu, aquí está tu hermanaaaaa. Una iniciativa para niños enfermos en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla vale par darle un palito al PSOE… “en una actuación una niña me dio una pulsera, ponía la azotea azul, aunque era sólo un proyecto, por fin estará terminado y podrá ver la luz… y gracias a los donativos y a los voluntarios, para la vergüenza y deshonra de los gobernantes…”. Ayy Pedro, ayy Susanita. Y uuuuuuuyyy. Segunda letra que parece otro adió, pero sólo es un en-otoño-otra-comparsa… “tú has sido durante estos meses mi fiel compañera, en este idilio llevamos a lo tonto un cuarto de siglo, guitarra mía, testigo de mis penas y mis alegrías, esta última armonía dámela por caridad… la llama se apaga y se acaba nuestro repertorio… mañana no te buscaré, descansa tu cuerpo de roble, porque cuando llegue septiembre, vendré como siempre a pedirte un pasodoble”. Con remate a capella. Rivera, Colombia y boca torcía, componen un cuplé. El otro, sacándose un máster en el Mcdonalds. Por la Tacita de Plata, la reina la dueña de mi corazón. Y al popurrit… “no recordaba una mañana tan bonita… podrán quitarnos los sueños, pero nunca la alegría… que alguien me aclare si el mundo está loco, o el loco soy yo… el día que yo me muera, mi sueño para el que no sueña nada, mi furia le dejo a los parados, un cañón en la esquina pa el que siempre ha luchao, y a ti pequeña del alma, te he dejao mi guitarra y mi sangre, y ojalá el recuerdo de un buen padre, que aunque nada te dejó, no se arrodilló ante nadie… Cádiz, Tacita de Plata, te quieroooooo”. Tesquiero, tesquiero fiscal, tesquiero bocata de mortadela… un intro, mi mortadela por un intro…
“vivo cada día sin preguntar por qué”
Las 3.07 horas. “Sed bienvenidos a la era de acuarioooo, acuariooooooo, vuélvete a encontrar, ama y sé libre, déjate llevar, ama y sé libre, aprende a soñar y a vivir, ama y sé libre… tú que persigues la felicidaaaaaad”. Con eco eco, pero eco, tras el descanso oficiá y pese al chorreón vitalista, se desvela ‘La nueva era’. Tú te lo pierdes. Fiscal, ama y sé libre. Pero los tripis los pagas tú. La siniestralidad laboral, por los incumplimientos del empresario, como denuncia en el primer tango… “y pa allá que va Manué, a subirse en el andamio… una corona de flores y el finiquito, cuántos obreros mueren al año, para que otros se estén forrando”. Y algo asín como un homenaje a los Yesterday del Juancarlo… “aquellos hippies que veintes años atrás lograron hacer historia, todas sus letras eran un cañón, el poder de la rebeldía… melenudo y sinvergüenza se autoproclamaban, aunque tenían más conciencia que muchos que le escuchaban… me da vergüenza de ser un hombre”. Los carnavaleros ausentes, en un cupletillo que se acuerda del Sabina, otro que mucho no ha pisado el Falla… “un día en semifinal de quinientas noches, el pregonero”. Y en comunión con la madre naturaleza, “menos el guisqui y la cerveza, voy a comprármela al mercadona”. Años sesenta, libertad y revolución, que en los sesenta, lo mejor fue el sesenta y nueve. “Soy tal como ves, sencillo y natural, alguien normal, que quiso huir, que se empeñó en vivir libreeeee, sin patria, sin dueño, sin que me digan lo que hacer, vivo cada día sin preguntar por qué… se te está olvidando lo que es vivir… aún quedan motivos para creer en un mundo nuevo, a que cambien las reglas de juego, donde no haya miedo a soñar despierto, donde a don dinero nadie vuelva a llamar caballero, donde las palabras sepan curar, donde amarse tenga valor… quiero un mundo nueeeevooooo”. Querer es poder, lo dicen los manuales de autoayuda más básicos. Fiscal, ponme orden en el ambigú, ome, ya… Y pide dos de lo mismo. Y no mires el reloj, piensa que ahora entra el Gago, metiendo bulla a Bablé, a insuflarnos karma. ‘Este año nos retiramos’ está de fin de curso. Comienza “dorando al maestro, dorando no, ¡adorando!”. De nada. El maestro está un poco contagiado de la maruja y del ludópata… “do re mi fa so la si… el maestro ha vuelto en si… si queréis también tengo chuchos, rellenitos de crema, por mi artesanalmente…”, jejejeje, si no lo pilláis, mirarse los cuplés de semis… “que viene la orla, que viene la orla… al Gago le gusta más una rima, que al Subiela una tarima, y el muchacho se baja hoy, tendrá poca vergüenza… el Bizcocho se va a poner duro de tanto quedarse fuera…”. Y acaban entrando los nuevos alumnos, cinco de la chirigota del Love, cinco sólo, que no había presupuesto para más túnicas. Y a los cupletés. Una visita al cine, cara cara; y un nota enganchado al netflix, ¡coño! Retírate, retírate. El popurrí del tema libre repite pamplinas de fases pasadas… “qué alegría de carnavá… pan pan pan pan pan pan… nos vamos a ir como hay que irse, meditando meditando… ay lere leré, si quieres nos vemos en el Everest, y si no por Cádi que voy a hacer”. ¡Cuarteto cuarteto!, vocea el fiscal. Se queda un poco solo. El Falla duerme desde hace rato. Pasemos página… La siguiente hoja pone: chirigota de Iván Romero y un Carapapa, ‘Las cosas del destino’. Destino inesperado el de esta agrupación jaleada por cuatro al grito de ¡Carmen la nerviosaaaa!… Fiscal, echa uno triple… “ustedes se preguntarán que quién soy yo… yo soy el destino… po atríncame tol premiooooo”. José, estamoh aquí por ti. Un poco de serpentina para rematar el tipo. “Una moneda al aire me señaló el camino, una nueva aventura escrita en un papel… y Tacita ya lo ves, que yo me encapriché contigo”. Por ahí anda un pasodoble ajín. Y el otro, repe… “ya me han subido el sueldo, a novecientos pavos, ya no será imposible llegar al día diez, ahora ya llego seguro al día quince… apenas sobrevivo por mi mare y por mi suegra, que me tienen que ayudar cobrando una pensión de mierda”. En los cupletillos, “a Cádiz llegó una patera hasta los Corrales, el patrón del barco, qué puntería, los dejó enfrente de Comisaría”; y “paja lo que paja” en el siguiente. ¿Quién va a encontrar aparcamiento en carnavá? Eso no lo sé ni yo. He llorao más con el Love que con Titanic, dise Pedrito, tratando de despertar el ambiente gélido. El destino, jooee, el destino… Y quiere el destino que ahora no sepa cómo echampelar la siguiente. Que pase dando bocaos… “Doce meses esperando pero la espera acabó, salimos de nuestra cueva, vámonos… y en menos de un tresporcuatro, seco como un estribillo… tú tienes permiso pa vivir, y yo libertad para matar, con coplas, de un caníbal carnaval”. Va a ser que ya pisa las tablas ‘Los carnívales’ del Martínez Lares. Con ganas, o lo siguiente, ese holaquéhay. Poblema doméstico en esa primera letrilla dolorosa, la rutina, la maldita rutina con dos abuelos que fingen antes su hijos y nieto… “no más de setenta metros mide la celda al completo, donde siguen reteníos los caníbales cansados que soportan oxidados el peso de sus anillos, dos extraños en un barco, hartitos de naufragar, odio, olvido, desprecio, rutina, setenta metros, hasta el juicio final, el amor hace mil años se tiro por la ventana.. ”. Y tú, Cádiz, dibujada y piropeada en versos, de aquella manera, que suena tan bien como lo parece… y si lo repiten, mejón… “tú chiquilla rabalera, tú esquinita cañonera, tú guitarrita canalla, tú la pobreza en adobo, tú la justicia de Momo, tú amurallada y sin muralla, tú la perfecta imperfecta, tú africana desteñía, tú el meridiano de la alegría de este planeta, tú inventora de palabras, tú la lluvia sin paraguas, tú y el sabido levante, tú borracha de tristeza, tú el principio y el fin, tú la luz que fregona pa un país sin país… tú la humedad disfrazá, tú esperando a tus hijos en el balcón regresar, tú saltando al vacío por el puente canal, que maldita maravilla”. Alguno se tira pa abajo. Por inercia. El segundo cuplé, de respuesta y con destinatario, han cambiado de camello, ahora comparten el del Juancarlo… “si abusas de ella, todas las musiquitas se te repiten, se te repiten, se te repiten”. Alguno por el foso de los leones siente mu hondo lo que han dicho. Será. Yo te como día a día y cuando llega el carnaval, siempre me quedó con hambre de quererte un poco más. “Niños, afilarse bien las garras que es luna de carnavales, y Cádiz está llenita de almas, niño, vamos a mimetizarnos, que se note en el ambiente que aquí se está cocinando algo… y se acabó, fui humano por un momento, pero tengo un bicho en el cuerpo que me pide tu corazóooon”. Corasón de tiza en la pared… Tímidos ¡campeones campeones! ¿Es mi oreja?… un intro, mis colmillos por un intro.
“que me manden a hacer puñetas, que yo seguiré cantando en la orillita de la Caleta”
Las 5.58 horas. A por las tres últimas de la ¿finalísssima?, niña, no desesperes… “ay, de ti llorona del occidente, ya es hora de que despiertes, que aunque la vida me cueste, yo volveré para verte… hoy he vuelto para recordar que la muerte no es el final, la leyenda mexicana hoy se vuelve gaditana… conservo el alma, pero no la calma cuando veo a tantos vivos que te quieren enterrar…”. Cómo suena ‘Los del patio’, chiquillo. Naide diría que están desenterraos. “Un callejón oscuro fue su pecado, fue su condena, que no hay forma de esconderse de esas heridas… aquí tengo cada vez más sentencias de sus verdugos que todavía siguen con vida”, apunta ese primer tango alrededor de las agresiones hacia tantas mujeres. Y una visión del último adiós sin dramas, para la otra letrilla, “no dejes que tu forma de ver la muerte sea una lágrima nada más, vivir a toda prisa es lo que nos impide ver esas cosas del más allá…”. Alégrate por lo compartido con los demás, sin odios, sin rencores. En la tanda de cuplesillos, aquel tanatorio de Valladolid que daba coba con los atudes; y “todo el mundo me va parando y me dice, me gusta el coro con to tus muertos… ¿tus muertos?, tus muertos túuuu”. En mi patio todo el mundo tiene un pase, porque mi Cádiz es pa matarse. Fiscal, mátate ese vaso. Deja de tambalearte y atiende a ese pupurrí para tatuárselo en la espinilla, que “en Cádi hay que vivir, Cádiz no está muerto, Cádi vive aquí, y su recuerdo vive en mi… recuérdame, cuando mires atrás, recuérdame… recuérdameeeeeeee… vivo, un Cádiz vivo, creo en Cádiz y no me hace falta más, rebelde y preparado para ser inmortal, que muere cada año y resucita con su carnaval”. Escarba que te escarba, este coraso y su saxo, escarba que te escarba… Escarba, escarba, que ya emerge ‘La maldición de la lapa negra’. Péscanos, Manolito. O fríenos vuelta y vuelta. Dos para bingo… “Vengo pa cantarte, antes que llegué la hora, que mi cuerpo acabe a rodajitas en la freidora…”. La Viña is singing and dancing. ¡Vamo a aligerarnoh, que ya está acostá hasta la que da los horóscopos en Telecinco! Repe el primer pasodoble de la tanda, naciendo y acabando en el mismo punto… “con la maldición de vivir siempre en la Caleta, sabiendo que no puedo estar lejos del mar… yo me siento tan extraño aquí, en mi propio país, en donde el sabor gaditano o se ha olvidado o se ha perdido,… si el público cambia y los gustos cambian que me manden a hacer puñetas, que yo seguiré cantando en la orillita de la Caleta”. Fuuuua, el segundo se lo cantan al capitán, y medio teatro se echa a llorar… “un día piensas que eres un ser invencible, inmortal, que lo que le ocurre a los otros en ti es imposible, hasta que en tu vida se cuela la puta enfermedad… aunque luego en tu soledad la palabra no te deja en paz, porque de un día para otro mi vida entera se me derrumba… no queda otra que tirar palante, que lo que sea te coja luchando… que por una cosita mala hay a tu lado mil cosas buenas”. Dos horas de aplausos y el Santander no sabe dónde meterse. Ánimo, peperoni. “Po va a ser que Paquirrín es el más listo de los hermanos”, dicta uno de los cuplés, repe. El otro, intolerante a los huevos duros, o cerca. Pero jamás jamás jamás, de pescao blanco en un hospital. “Nadando voy, nadando vengo… ya me voy pa la Caleta, que pa la Caleta ya me voy… bendita maldición”. Bendita. Bendita seas… Y bingo, parecía que no llegaría este momento, pero sí: la ultimimíssssima ya camino del alba, aguja de oro para el canalsú y premio copas, digo, coplas para Andalucía de la Junta y la Sociación de Autores. ‘La gaditaníssima’ del Juancarlo: evocadme aquel remate de ‘Araka la kana’ de 2007, chavaleh…, “yo quisiera cantar la más bella canción que ningún trovador te cantará jamás… que si el mundo es un desastre, Cádiz resiste… y tú resistirás llena de juventud, llena de carnaval, mientras seas la cuna de la libertad, y tú resistiráaaaaaas”. El drama de la inmigración y muertes en el Mediterráneo, mientras Europa mira a otro lado, para un pasodoble, apelando a las conciencias… “en el mar Mediterráneo está Neptuno a saciar su hambre voraz de hombres negros, no le importan sus huesos, sus vientres, ni el crujir de los dientes con sus últimos besos… pobre del pobre que espera que nuestras fronteras se abran a ellos, que están con el agua al cuello, porque la tierra es el reino del primero que llegó, y como yo llegué primero pues en el reino de los cielos, que allí te recoja dios… y aunque resulta elegante que tu corazón se ablande con la solidaridad, cuando llega la verdad un caraho así de grande… que nacer sólo es decisión del destino, pero luego tú decides si las puertas abrimos o la seguimos cerrando por seguridad, aunque nos llamen asesinos”. Y la alegría como el motor de Cádi… “en la Tacita de Plata se desata cada día, una marea que es un temporal que inunda de sal la Bahía, la gente la llama la alegría en presente y en plural… es un séptimo sentido que tiene prohibido el gemido y el llanto, que colorea el espanto de la lastima a la pena, la pobreza y el dolor, enterrada con arena, y en sus calles sólo suenan la sirena del humor… y aunque el mundo tiene poca, aquí brota un manantial… por eso en esta ciudad la gente se vuelve loca, la alegría es la reina de nuestra Tacita… y no hay otro gobierno porque al ser infinita ni los malditos dineros ni el reino de dios, en Cádiz no se necesitan”. Sonríe, fiscal, sonríe… En un cupletillo, el propio cabesa se ríe de si mismo, “Juan Carlos llegó el otro día pidiendo dinero con la excusa de que necesitaría, inspirarse en un país como Turquía… déjate el pelo largo, así no se te nota, el peaso de babushaso que te has llevado con la chirigota”, jeje; y toquetaso a Podemos, mirando al Kichi y las municipales, “que mejor que con el PSOE, que pacte con Bienvenido”. No tengo bandera ni tengo balcón, ni tengo vergüenza ni tengo perdón, pero tengo los carnavales pa que no se pare mi corazón. “Y no es patrimonio de la humanidad… ay mi libertad, que ningún gobierno mierda me la va a quitar…”. Na, na que el popurrinaso gaditanísssssimo ya te lo sabes, asín que, ¡que bonito está mi Cádi, que bonita mi ciudad!… Y un intro, mi cama por un intro… bueno: mi cama, ¡no!
¿HASTA EL AÑO QUE VIENE?
Las 07.44 horas. Todo lo que empieza tiene, ineludiblemente, un the end. Tu vida, también, pummm. Nos lo enseñaron las pelis de holliwú. Fiscal, enderézate, suelta el vaso, respira, y dile adió a estos señores. Y mientras bajan los siesos del jurao a dar premios a pelú, pero eso ya es otra noticia, canturreas aquello de mi-agüita-amarilla y te voy localizando una frase célebre refinitiva: “La esperanza, a pesar de sus engaños, nos sirve al menos para llevarnos al fin de la existencia por un camino agradable”, dicen que dijo François de La Rochefoucauld, un escritor francés. Me deja sin palabros. O es que estoy reventao, y lo siguiente.
Tu canalsú dise que lleva treinta años difundiendo el Falla a medio mundo redondo. Nosotros, y este juntaletras ojeroso y saborío que en la vida ha respirado en la calle San Vicente, con la credencial al cuello, cumple quince, QUINCE concursos, más de quince meses dando la vida por el carnavá, y naide le ha traído una tarta… Qué depresión, mumá. No serán las crónicas más fisnas, ni las más técnicas, ni las más entendías, ni las más sabrosas, tampoco las más insípidas y/o para cubrir el expediente y aparecer en lo más arriba de san google… son las nuestras, y se les coge cariño… Perdón por hacer lo mismo año tras año con estos cronicones alérgicos a la vida modenna. ¿Y nos leen? Nos leen. Grasias por hacer que esto tenga algún sentido, aunque quince Fallas después sigo sin tener clarinete cuál es.
Y momento #graciasPili: grasias a los vecinos de foso, aún con los taconeos y bailes de san vito, y grasias a Porqui, Laura, David y Pili por humanizar la vida fallera, aunque no me hayan bajado ni un cardito de camerinos; gracias a los porteros y seguratas; grasias a los conductores de comes; gracias Ramón por un sitito en tu cueva en pleno barrio Santa María; gracias a los anunciantes que han confiado en el potencial del periódico en estas fechas; y gracias al fiscal por conversar conmigo mismo durante más de un mes… Doctor, ¿y la baja pa cuándo?
Falla, te odio y tesquiero, la paradoja, niña, la paradoja… tanto tanto tanto que me pregunto si habrá concurso decimosexto… Un barbecho no nos vendría mal a todos. ¿Y ahora qué, cómo volver a tener vida…? Adiós ladrillos coloraos, hola carnaval de la calle… el que lo quiera, pa él. Dany Rodway
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