La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz, Rocío Sáez, ha anunciado “las principales estrategias a corto plazo” para mejorar la recogida selectiva de residuos en la ciudad.
Lo ha hecho tras visitar la planta de transferencia de Cádiz, ubicada en la Zona Franca y que recibe hoy día los residuos de la capital, San Fernando, Chiclana y Puerto Real, así como el Punto Limpio, ya que la nueva edil ha querido conocer in situ el trabajo que allí se realiza.
La propia concejalía de Limpieza Viaria ha realizado un estudio sobre los sistemas de recogida de residuos en el término municipal, y cuyas cifras vienen a expresar que se efectúa “un gran esfuerzo” por parte de la ciudadanía con respecto a la separación selectiva de basuras para su reciclaje, así como por parte de los servicios municipales de recogida y gestión de residuos, “pues en los últimos años se ha avanzado mucho”, confirma Sáez en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
“Los datos son ciertamente alentadores. Casi duplicamos la media andaluza y también superamos la media nacional en cuanto al reciclaje de papel y cartón, ya que en la capital gaditana se recogen más de 24 kilos anuales por habitante, mientras que la media andaluza es de 13,20 y la nacional de 20,64 kilos”, detalla la concejala responsable.
Con respecto a los envases ligeros, “también superamos la tasa media andaluza: nos situamos en 15,38 kilos frente a los 12,8 que se registra en la comunidad autónoma. Y lo mismo ocurre con el vidrio: 15,81 kilos por habitante al año frente a los 14,40 de la media andaluza”.
Con todo, la edil de Medio Ambiente no duda que “resulta necesario seguir avanzando en cuestiones de sostenibilidad con mejoras en la gestión de los residuos, así como con campañas de concienciación y sensibilización ciudadana, pues las cifras serían aún más satisfactorias mejorando los procesos y las prácticas de separación selectiva en los hogares, las oficinas, los comercios y otros centros productores”.
MEJORAS A CORTO PLAZO
Al hilo, ha desgranado “las principales estrategias de mejora a corto plazo” en esta cuestión ya planteadas y que son las siguientes: respecto a la contenerización convencional de la ronda del centro histórico y la zona de extramuros, está previsto “aumentar la dotación de contenedores de la fracción resto-orgánico en 750, 300 de papel y cartón, 300 de envases ligeros y 100 de aceite vegetal usado, en base al nuevo contrato del servicio de limpieza (que se va a adjudicar a Cointer, aunque todavía no se ha terminado de formalizar).
Del mismo modo, está previsto aumentar progresivamente la dotación de contenedores para la recogida de vidrio, en base al convenio suscrito con Ecovidrio, hasta las 300 unidades.
También se pretende mejorar la recogida selectiva domiciliaria de envases ligeros y papel y cartón en el viario interno del centro histórico, modificando el sistema de funcionamiento del punto limpio móvil en este ámbito, incorporando para ello sendos contenedores (amarillo y azul), de 2.000 litros cada uno. Y se aumentarán las ubicaciones semanales, de las cinco actuales a 20, “lo cual facilitará la accesibilidad a estos contenedores a las vecinas y vecinos de estas zonas para llevar a cabo el reciclaje”.
Del mismo modo, se va a implantar un sistema de recogida de vidrio para los hogares de intramuros mediante la instalación de cubrecubos de 240 litros en 20 puntos, con un funcionamiento de cinco días a la semana, que en función de la respuesta ciudadana “podrán ser incrementados de forma progresiva”.
Respecto a la fracción orgánica, estrictamente segregada de la del resto -mediante el contenedor marrón-, Rocío Sáez ha señalado que existe una moratoria de implantación para el 31 de diciembre de 2023 “que lógicamente esta administración local tendrá la obligación de atender, quedando aún pendiente de qué modo se articulará esta solución técnica y los procesos de recogida diferenciada de esta tipología de residuos urbanos, que además debe guardar consonancia con las estrategias supramunicipales de residuos, al ser las instalaciones de recepción final y tratamiento comunes a los municipios de una determinada zona, en atención a los planes provinciales y autonómicos de gestión de residuos”.
LA EVOLUCIÓN DESDE 2016
El estudio en cuestión recoge también la evolución en los últimos cuatro años, esto es, de 2016 a 2019, de la recogida selectiva de los residuos mediante diferentes canales, registrándose en la mayoría de los casos un incremento anual.
Así, con respecto a las tres principales fracciones de recogida selectiva, que son vidrio, papel y cartón, y envases ligeros, los números son los siguientes: en el caso del vidrio se ha pasado de 1.600.940 kilos recogidos en 2016 mediante la contenerización iglú y el canal puerta a puerta a los bares y restaurantes, a los 1.585.840 recogidos en 2017, los 1.755.280 contabilizados en 2018 y los 1.8354.780 registrados en 2019.
Con respecto al papel y el cartón, la evolución es: 2.596.840 en 2016; 2.640.940 en 2017; 2.741.660 en 2018; y 2.865.320 en 2019. Y las cifras registradas en la recogida de los envases ligeros también experimentan una subida anual: 1.485.290 en 2016; 1.546.880 en 2017; 1.679.600 en 2018; y 1.784.540 en 2019.
Mientras que la recogida de la fracción resto-orgánico experimenta un descenso en el último año: 44.391.320 en 2016; 45.079.800 en 2017; 45.247.170 en 2018; y 44.011.030 en 2019.