La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) y Ecologistas en Acción han promovido en la capital gaditana este sábado una nueva movilización contra la guerra en Ucrania. La manifestación, encabezada por ucranianos residentes en la provincia, partía a mediodía desde el Palillero y recorría varias calles céntricas del casco antiguo hasta desembocar en la plaza de San Juan de Dios, donde se leía el correspondiente manifiesto.
Ya es la segunda protesta que Ecologistas y la Apdha convocan para subrayar su apuesta por la paz, por la negociación y por la desmilitarización; coincidiendo curiosamente este 12 de marzo con el 36 aniversario de aquel referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN.
Además, esta misma semana prácticamente todos los ayuntamientos de todo el Estado, también los de la Bahía de Cádiz, han guardado cinco minutos de silencio siguiendo la llamada de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y en solidaridad con el pueblo ucraniano.
“NO NOS DEJAMOS LLEVAR POR LA IMPOTENCIA Y LA RESIGNACIÓN”
“Estamos aquí para mostrar nuestro cariño y nuestra solidaridad con el pueblo de Ucrania. Queremos un alto el fuego inmediato, unas negociaciones que reconduzcan la salida a la guerra por vías pacíficas, que se respete la soberanía de Ucrania, que se retiren las tropas rusas y que se garantice una desmilitarización de la zona y del conflicto para asegurar un futuro en paz”, sentencia el manifiesto, recogido por DIARIO Bahía de Cádiz.
En dicho comunicado consensuado entre la Apdha y Ecologistas en Acción Cádiz se incide en que en la tercera semana desde inicio de la agresión armada de Rusia contra Ucrania, “la situación se deteriora cada vez más, con el avance de las tropas rusas, que ocupan y destruyen territorio ucraniano. Ucrania opone una gran resistencia en estas terribles circunstancias, pero su respuesta por sí sola no es suficiente para detener las bombas y los tanques; es crucial que la comunidad internacional y la sociedad intensifiquemos nuestro apoyo”.
En este punto se subraya que “informes fidedignos atestiguan cientos de civiles muertos y decenas de miles de heridos graves como consecuencia de los bombardeos indiscriminados, que se han producido incluso en hospitales, como en Mariupol. Millones de ucranianos se han visto privados de alimentos, agua, electricidad y otras necesidades básicas. Las organizaciones ucranianas de derechos humanos, que aún siguen en Kiev, cuentan cómo la gente de Ucrania lucha por sobrevivir en los refugios antiaéreos”.
A ello se une “la huida de más de dos millones de personas, civiles, mujeres y niños, sobre todo, que intentan llegar a Polonia, Rumanía, Hungría y otros países de Europa occidental. Es el éxodo más importante en Europa desde la segunda guerra mundial”.
Para los convocantes de esta nueva marcha en Cádiz, “ante la guerra y la manipulación mediática no nos dejamos llevar por la impotencia y la resignación. Todos podemos y debemos ayudar”.
Así, se resalta que la misma plaza de San Juan de Dios donde se ha leído el manifiesto “ha visto tantas movilizaciones a favor de otros pueblos perseguidos”: Palestina, Yemen, Libia, el Sáhara, el pueblo kurdo, Afganistán… “Muchos pueblos a los que tantas veces hemos mostrado en esta plaza nuestra solidaridad y que hoy no queremos olvidar”.
“Hay que reconocer que la Unión Europea está actuando con la generosidad que siempre le sería exigible, acogiendo a tantos cientos de miles de personas. Eso nos demuestra que se puede ser solidario y nos llena de sincera alegría. Aunque –se añade- parece que a algunas personas en Ucrania, originarias de África y Asia, en un inaceptable racismo, se les ha negado el acceso a los trenes de evacuación: eso hay que denunciarlo. Lo que nos lleva a recordar que justo en nuestra Frontera Sur, unos cuantos miles, no millones ni centenares de miles, de personas son rechazados con las devoluciones en caliente y las palizas policiales. Es intolerable ese doble rasero de los países occidentales”.
Igualmente se ha denunciado “la responsabilidad occidental, en particular la de esa maquinaria de guerra y destrucción que es la OTAN, en la génesis de este conflicto. La OTAN no cuenta con ninguna simpatía de los que aquí nos reunimos y ha creado el marco para que Putin intente justificar esta intolerable agresión armada. Rechazamos rotundamente que participe militarmente en el conflicto, porque solo sirve a los intereses armamentísticos y a la geoestrategia política y militar de los EEUU”.
“Pero hoy estamos aquí, igual que muchas otras veces en apoyo a otros pueblos perseguidos y amenazados, para señalar que la responsabilidad es de Rusia y de su dirigente Putin, que es quien invade Ucrania a sangre y fuego. Estamos para denunciar este incalificable ataque a Ucrania, que ha vulnerado los derechos humanos y toda la legalidad internacional, provocando muertes, dolor y sufrimiento y millones de desplazados. No podemos renunciar a manifestar nuestra condena y nuestra repulsa sin matices”, subraya el manifiesto, que acaba con tres ideas: “no a la guerra, sí a la paz; fuera tropas rusas de Ucrania; y solidaridad con el pueblo ucraniano”.