JORNADA 30. Horario antifútbol para la visita al siempre incómodo Getafe y para tratar de olvidar cuanto antes una enrarecida semana tras el incidente entre Cala y Diakhaby del pasado domingo en el Carranza (sin que nadie haya podido demostrar ningún insulto racista por parte del lebrijano).
Pese a todo el ruido, lo cierto es que el Cádiz le ganó al Valencia y con la permanencia un poquito más clarificada, afrontaba el partido de este sábado en el Coliseum Alfonso Pérez sin demasiadas urgencias. Teniendo en cuenta que Álex Fernández sigue recuperándose, y con Lozano ya listo para aportar en el banquillo, Álvaro Cervera recurría a su once titular más esperable, apostando para la zaga por el protagonista de los últimos días, el inocente Juan Cala: Ledesma en portería; Iza, Pacha Espino, Cala y Fali, en defensa; Jonsson y José Mari por delante, con Perea y Salvi por los costados; y arriba, Sobrino y Negredo.
El primer tiempo discurrió con dos fases claras. Hasta el ecuador no parecía un duelo entre el Getafe y el Cádiz. Se veía sobre el verde dos equipos con ganas, ofreciendo minutos entretenidos con oportunidades en ambas áreas. Las más claras se sucedían en los minutos 8 y 9: Álvaro Negredo salvaba sobre la línea un remate de Mata tras un medio-despeje de Conan, y en el contragolpe siguiente, Perea tenía el gol en sus botas corriendo junto a Sobrino, pero terminó llegando antes la defensa.
Los gaditanos incluso tenían un poco más de ímpetu arriba, y en el 15 era Jonsson el que cabeceaba, pero se encontraba con el portero sacando la pelota casi de dentro. Diez después era el de Vallecas el que estuvo a punto de marcar a la salida de un córner; y en el 32, el mismo Negredo probaba desde lejos, mas el balón impactaba en un compañero.
Sin embargo, con el paso del crono, el último cuarto de hora se fue tornando gris y lento, más propio, ahora sí, de un choque entre los de Bordalás y los de Cervera; con los madrileños asumiendo más el control. En el minuto 44, un cabezazo de los locales pudo suponer el 1-0. Susto previo al descanso.
Y salió mucho más metido en el partido el Geta en la segunda mitad, ya con Ángel en el campo, y eso que Fali daba un aviso en el 49, de cabeza. Al Cádiz le tocaba armarse atrás, esperar y repeler las embestidas, como el remate desde fuera del área de Arambarri, el casi gol de Olivera abortado por un Pacha Espino providencial, o un cabezazo de Djené que se marchaba directamente fuera.
Y cuando más agobiados se veían los gaditanos, llegó la fortuna y le echaba una manita. En el 63, se tocaba la pelota arriba, Salvi se la dejaba a Espino para centrar, no alcanzaba Sobrino a rematar y… Timor se liaba y metía la pelota en su propia portería. Un 0-1 que daba alas a los de Cervera para defender todavía con más ganas ante un conjunto azulino a la desesperada.
Alejo y Jairo ya estaban en el verde por Negredo y Perea (que no tuvo su mejor partido), y poco después se unían a la partida Malbasic y Marcos Mauro por Salvi y Fali, ambos aquejados con molestias. Y para los últimos minutos, Choco Lozano reemplazaba a Rubén Sobrino.
Hasta el final, se sucedieron las ocasiones locales de Mata, de Arambarri, de Aleñá, y en el 88 Ángel tenía el empate, aunque no llegaba por centímetros a rematar con la cabeza en el segundo palo. Y ya en el descuento, era Iván Alejo el que culminando una contra no hacía el 0-2 por la gracia de la cruceta.
“No hemos hecho el partido más brillante, pero sí el que teníamos pensado, íbamos a tener nuestra oportunidad… La permanencia no está conseguida, pero ahora tenemos bastantes equipos por atrás, y nuestra dinámica es buena. Tendremos más tranquilidad”, apuntaba Cervera tras el choque serio del Cádiz que le deja con 35 puntos en la tabla, a nueve del descenso directo a falta de ocho jornadas por disputar. El cadismo se pudo echar la siesta con una sonrisa. DIARIO Bahía de Cádiz
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