El Ayuntamiento de Cádiz calcula que comenzar a implantar en la ciudad el quinto contenedor de residuos, el marrón (el de restos orgánicos de uso doméstico), supondrá unos 227.000 euros. A través del área de Medio Ambiente ha presentado un proyecto a la convocatoria de subvenciones de recogida y tratamiento de biorresiduos de los fondos europeos Next Generation para la puesta en marcha inicial del sistema de recogida selectiva de la materia orgánica sólo en el casco histórico, con una población estimada de menos de 35.000 personas.
En concreto, se espera recibir la mitad del coste previsto, comprometiéndose el Consistorio a aportar el 50% restante. La cuantía total abarca además una campaña de información y sensibilización a la ciudadanía, así como la compra de materiales, tales como contenedores para las fincas o cubos domésticos, para así incentivar la implicación de los vecinos.
“Se trata de un proyecto enfocado a comenzar con esta recogida selectiva en el casco antiguo, con un sistema puerta a puerta como el que ya existe para la fracción de restos, cuya cantidad al final debe ir reduciéndose al mínimo en los próximos años. Hemos considerado que esto era lo idóneo de cara a una implantación gradual, que permita a la ciudadanía ir habituándose, y también porque una vez se adjudique definitivamente el nuevo pliego de limpieza y residuos sólidos urbanos (se sigue esperando la resolución de la Diputación a la última reclamación entre las empresas licitantes) podremos abordar su adaptación para que esta recogida selectiva se implante en el resto del municipio”, apunta la edil de Medio Ambiente, Rocío Sáez.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, incide en que el paso que se ha dado concurriendo a esta convocatoria (como están haciendo otros ayuntamientos de la Bahía) es “indispensable para comenzar a caminar en este ámbito y poder cumplir el objetivo de 2024, de modo que Cádiz no incumpla la nueva normativa europea de residuos y, sobre todo, que siga esforzándose en ser una ciudad más sostenible, que contribuye al cuidado de nuestro medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático”.
“COLOCAR A LA CIUDADANÍA EN EL CENTRO DEL PROCESO”
Por su lado, el alcalde José María González ‘Kichi’ añade que con la campaña de información y sensibilización asociada (a la que se van a destinar hasta 30.000 euros) se pretende “colocar a la ciudadanía en el centro del proceso, ya que su colaboración resulta fundamental en el primer y más importante paso del mismo, representado por la correcta separación selectiva en origen de esta fracción de residuos”.
Es por ello que adelanta que un equipo de educadores ambientales informará y concienciará puerta a puerta a las familias de intramuros, y también se establecerá un punto informativo como unidad itinerante que se ubicará en distintas zonas del centro, además de atender consultas vía telefónica y correo electrónico.
En cuanto al plazo de ejecución, la orden establece que finalizará, como plazo máximo, el 31 de diciembre de 2023. Es por ello que “tendremos que estar muy coordinados, como siempre hemos defendido, con el Consorcio Provincial de Residuos, del que formamos parte”. Dicho ente va a abordar la adaptación a la quinta fracción de la planta de transferencia que utilizan los ayuntamientos de la Bahía y que está en la capital, así como la planta de tratamiento de Miramundo en Medina Sidonia, destino final de nuestros residuos. “Cuando verdaderamente le pidamos a la ciudadanía que lleven a cabo esta tarea, será porque tiene un impacto real y su esfuerzo conlleve un efecto positivo en el medio ambiente”, sentencia Sáez.