La cripta arqueológica del Testaccio de Gades (el gran vertedero de la Cádiz romana) situada en el sótano del Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo, a unos metros de la playa de La Caleta, ya está listo para abrir sus puertas tras un completo proceso de investigación, análisis y puesta en valor realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz desde el año 2016.
Esta actuación es un proyecto de la UCA, con la colaboración de la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, para crear un nuevo espacio museístico en el casco histórico. Es más, ya es “el primer museo arqueológico en una universidad en España de estas características”, según ha apuntado el rector Casimiro Mantell en la inauguración.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se señala que se ha optado por un desarrollo de contenidos museográficos en línea con los museos existentes en la ciudad. Y en la actualidad, se está preparando licitación pública para que las visitas puedan ser gestionadas por una empresa privada. A finales de noviembre se tiene previsto unas jornadas de puertas abiertas.
Se trata de un espacio de unos 140 metros cuadrados de planta, donde se puede visualizar una amplia estratigrafía de más de 4 metros de altura y unos 100 m2 de superficie total del Testaccio haliéutico de Gades, la gran montaña que sirvió entre época de los Cornelios Balbos y Nerón para el reciclado de los residuos urbanos.
Además, el discurso museográfico está reforzado por una selección de materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones que se encontraban depositados en el Museo de Cádiz, y por recursos museográficos orientados a profundizar en tres aspectos fundamentales de la Historia Antigua de Gades: el comercio marítimo a través de las ánforas, la explotación de recursos marinos (pesca, garum y salazones de pescado) y el descubrimiento del Testaccio haliéutico como parte de la topografía del Cádiz romano.
“OCHO AÑOS Y TRES MESES DE INVESTIGACIÓN”
La cripta arqueológica del Testaccio de Gades no sólo cuenta la historia de ese gran vertedero público sino que, a través de ella, el visitante se adentra en conocer las principales características de la economía de dicha ciudad, tomando especial atención el llamado ciclo haliéutico que viene a significar el análisis de las industrias conserveras que procesaron y comercializaron la riqueza piscícola de este territorio.
El Testaccio haliéutico de Gades se data en el año 50 a.C. y se cree que perdura hasta medio siglo después, cuando se construirá lo que sería ahora el barrio del Balón. Era una zona al borde de las orillas de las dos penínsulas separadas por un estrecho o lo que también se llama canal Bahía-Caleta.
En este espacio singular, alejado de la urbe, se ubicaba el vertedero o gran montaña de residuos, donde se quemaban los restos de atunes y demás basuras, junto a artesanos de producción de púrpura (conchas, cañaíllas), factorías de salazones, tintorerías, comercio de ánforas e industria auxiliar portuaria.
Desde 2016 hasta ahora, los investigadores de la UCA, liderados por el profesor Darío Bernal, han realizado excavaciones arqueológicas y su investigación y posterior publicación de resultados en foros nacionales e internacionales por el grupo HUM-440 de la UCA. En paralelo, se ha ido preparando el espacio específico para musealizarlo con el objetivo de hacerlo visitable para, una vez abierto, sumarlo a los activos culturales de Cádiz.
“EN ESTE VERTEDERO PUEDES ESTUDIAR EL PASO DEL TIEMPO”
En esta inauguración, junto al propio Bernal y la vicerrectora de Emprendimiento y Empleabilidad, Carmen Camelo, el rector Casimiro Mantell ha remarcado que el objetivo es poner en valor unos restos arqueológicos que se encontraron cuando se rehabilitó este edificio del Olivillo, y que la Universidad ha trabajado para que fuera una realidad.
“Es muy llamativo porque es un vertedero romano que la gran virtud que tiene es que puedes estudiar por distintas alturas el paso del tiempo por la historia de la ciudad”, ha detallado. Al tiempo que ha agradecido al Museo de Cádiz la cesión de varias piezas únicas, que se van a poder conocer y descubrir in situ en la cripta.
El acto ha contado además con la presencia de los vicerrectores de Investigación y Transferencia, Mª Jesús Ortega, y de Títulos y Calidad, Manuel Arcila, de las concejalas de Cultura y de Turismo, Maite González y Beatriz Gandullo, respectivamente, así como la nueva directora del Museo de Cádiz, Laura Esparragosa.