Casi tres de cada diez niños en la capital gaditana (con una población menguante desde hace décadas y cada vez más envejecida) se encuentra en situación de pobreza infantil. “A pesar de la crudeza de los datos obtenidos, creemos que la realidad es aún peor y especialmente cruel para un colectivo tan vulnerable”, remarcan desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), que acaba de presentar las conclusiones de un estudio propio.
“La gravedad de esta situación ha llevado a la realización del presente informe, tratando de documentar y de profundizar en esta realidad”, se anota en el preámbulo del mismo, especificando que se ha analizado cómo influyen los distintos indicadores de pobreza, con la colaboración de colegios públicos (todos los privados-concertados invitados “han declinado” participar), “tratando de conocer cómo contribuyen estos en la vida cotidiana de la ciudadanía”.
A colación, la Apdha hace un llamamiento a las administraciones (estatal, autonómica y local) para que implementen de manera urgente medidas para paliar este drama: “nos encontramos ante un problema social muy grave, la pobreza afecta de manera negativa al bienestar y desarrollo de la infancia. Además, lastra el talento y el potencial de la sociedad, se trata de un problema estructural y una vulneración de derechos que, desgraciadamente, se está normalizando”.
“Y lo más preocupante es que si no se actúa, los efectos de esta pobreza permanecen en el tiempo y, en cuatro de cada cinco casos, se transmiten de generación en generación. Es decir, la pobreza, al igual que la riqueza, también se hereda”, se advierte.
“LA POBREZA EN CÁDIZ ES UN MAL MULTIDIMENSIONAL”
El estudio de la Apdha (que ha contado con la participación de 355 familias a lo largo del curso 2023/2024) comienza delimitando el tipo de pobreza existente en la propia ciudad, “una pobreza que va más allá de la falta de recursos básicos para la supervivencia, también bastante visible en Cádiz”. “Es un mal multidimensional, abierto a muchas consideraciones. Además de comida y vivienda, hay que tener en cuenta otros aspectos como el acceso a la información, la brecha digital o la pobreza energética”, se subraya.
Entre los datos más significativos que aporta este informe (elaborado por Mamen Belizón, Miguel de Frutos y Antonio Lobato), según la nota trasladada a DIARIO Bahía de Cádiz, está que aunque el 98% de las familias de Cádiz puede hacer las tres comidas al día, hay una de cada diez (dos de cada diez en el casco histórico) que para poder hacerlo tienen que recurrir al Banco de Alimentos o a algunas de las entidades sociales existentes.
Además, el consumo de frutas y verduras, “tan necesario en la infancia”, no se puede realizar en muchas casas: concretamente, en casi un 30% de las familias de intramuros que se han implicado en este estudio.
Entre otros apuntes que se entresacan: un 20% de las familias estudiadas reconoce ingresos por debajo de los 1.000 euros al mes, cifra que se dispara hasta el 40% en el centro histórico; un 41% tiene problemas para llegar a fin de mes, dato que se eleva al 53% en el caso de sobrevivir en intramuros (“sería interesante conocer por dentro cómo viven estas familias la última parte del mes, a quién recurren, cómo se alimentan, como afrontan gastos extraordinarios en esas fechas”, anota el informe); e igualmente un 40% dice tener serias dificultades para asumir los gastos del material escolar o para responder económicamente a las propuestas de actividades que le solicitan desde el centro educativo.
Por otro lado, casi el 50% de familias gaditanas encuestadas asegura no poder mantener su hogar a la temperatura adecuada, al tener muchas dificultades para pagar la factura de la luz; y pese a que la mayoría de los hogares tiene una conexión a internet, en muchos de ellos no se dispone de ordenador para realizar las tareas escolares.
“DETRÁS DEL CÁDIZ TURÍSTICO HAY FAMILIAS QUE VIVEN POR DEBAJO DEL UMBRAL DE LA DIGNIDAD”
Así, este informe demuestra que el casco antiguo sería la zona con mayor incidencia de pobreza infantil. APDHA denuncia que “detrás de la ciudad turística y fotografiada diariamente por miles de visitantes, hay familias que viven por debajo del umbral de la dignidad”.
Durante la elaboración del informe, se ha constatado la presencia de alumnos con pautas alimenticias “deficitarias o poco saludables”, hogares donde el paro y/o el empleo precario “hacen que se llegue con muchas dificultades a fin de mes, y que cualquier gasto extra resulte imposible”. “Se trata de hogares donde la pobreza energética y la brecha digital son una realidad”, se remarca.
Pero además, este informe demuestra que el casco antiguo es la zona con mayor incidencia de pobreza infantil: “detrás de la ciudad turística y fotografiada diariamente por miles de visitantes, hay familias que viven por debajo del umbral de la dignidad”.
Desde la Apdha se asevera que “es muy difícil de digerir que una sociedad como la gaditana, en pleno siglo XXI, pueda asumir una realidad tan demoledora como ésta. Y más en una sociedad tan envejecida como la nuestra, donde el número de mascotas supera ampliamente desde hace años el de niños”. “Los niños y niñas de Cádiz, que deberían ser considerados como un tesoro a cuidar, no tienen garantizados sus derechos más esenciales”, sentencia la entidad.
MEDIDAS CONCRETAS
El informe finaliza recogiendo un listado de propuestas ya realizadas por diversas entidades con medidas concretas para dar respuesta a esta realidad, y que todavía se encuentran pendientes de implementar.
Entre ellas, una renta universal por crianza “que llegue a todas las familias que tengan a su cargo hijos menores de 18 años para establecer una mayor igualdad de todos los niños”; disponer de un plan individualizado para cada familia que contenga medidas para acceder a un empleo, vivienda, salud, educación u otros; ampliar la cobertura de plazas y becas de comedor escolar, y mejorar la calidad y la adaptabilidad de estos servicios, teniendo en cuenta la diversidad de origen, lingüística, cultural, etc.; establecer medidas de compensación y becas para las familias con menos recursos (libros, material escolar, equipamiento, transporte escolar, actividades extraescolares o deportivas; y asimilar el porcentaje de aportaciones al pago de los medicamentos para los menores al porcentaje de pago de los pensionistas.
Igualmente, la Apdha (que recoge algunas ideas de un documento de 2015 de Cáritas, Cruz Roja, EAPN-A, Educo, Save The Children y Unicef), señala como importantes: la adecuación de las prestaciones por desempleo de manera que protejan de forma más efectiva a las familias con hijos o personas dependientes; la protección frente a los desahucios de las familias con niños dentro de un marco general de protección del derecho a la vivienda en este ámbito; deducciones en el IRPF por hijo, reembolsable como subsidio para las familias con menos ingresos que no hacen la declaración de la renta; incluir gafas, audífonos, y atención odontológica completa, prótesis, así como servicios especializados (asistencia logopédica, psicológica, etc.) a todos los menores dentro de la cartera básica de la sanidad pública; y, en global, aumentar la inversión pública en el Estado en políticas de protección social a la infancia.
“Coincidimos con Save the Children y Unicef en que la situación actual de la infancia en España precisa de un compromiso político unánime a largo plazo al amparo de un Pacto de Estado por la Infancia, que incluya objetivos medibles y plazos concretos para acabar con la pobreza infantil y garantizar la igualdad de oportunidades de todos los niños y todas las niñas”, sobresale la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.