La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) va a sumarse a la iniciativa de la Asociación Internacional de Ayuda a la Navegación Marítima y Autoridades de Faros (IALA) de celebrar el 1 de julio, este lunes, el Día Mundial de las Ayudas a la Navegación Marítima.
Uno de los objetivos de la jornada es visibilizar este campo de la técnica relacionado con la seguridad de la navegación y la preservación del medio ambiente marino, además de reafirmar los compromisos para el beneficio de la sociedad, mostrar los hitos alcanzados y divulgar la innovación tecnológica en este ámbito.
Puertos del Estado está coordinando un programa de actividades a nivel nacional para celebrar este día, que en el caso del Puerto de la Bahía de Cádiz se concreta en el encendido simultáneo de todos los faros de su competencia y en el toque de sirenas a las 12 horas del mediodía durante 30 minutos.
Los faros competencia del Puerto de la Bahía de Cádiz son: el faro del castillo de San Sebastián en la ciudad de Cádiz; el faro de Rota, en Rota; el faro de Cabo Roche, en Conil; y los faros de Trafalgar y de Barbate, en Barbate.
La APBC, según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, ha invitado también a todas las iglesias de la capital a hacer sonar sus campanas a mediodía, y a las embarcaciones que estén atracadas este lunes en el Puerto de la Bahía de Cádiz a sumarse a la convocatoria mediante el uso de sus sirenas.
UN FARO CON “HISTORIA”
El hoy faro de San Sebastián, el faro de Cádiz, posee una importancia histórica comparable a la de la propia Torre de Hércules, ya que se le atribuye al mismo fundador, y porque en sus orígenes el edificio recibió el singular nombre de ‘Templo de Hércules’, del que diversas fuentes afirman que fue utilizado fundamentalmente como faro.
Existen muchas referencias de geógrafos e historiadores árabes, que lo describían ya desde el siglo XII, como un espléndido edificio de varios pisos, rematado con una estatua dorada y semejante al de Alejandría.
A lo largo de su historia, este faro ha recibido sucesivos nombres. Uno de ellos fue el de ‘Torre o Faro de San Sebastián’, por la ermita del mismo nombre que edificaron junto a él los venecianos en torno al año 1400 como muestra de agradecimiento por la ayuda que les prestó el pueblo gaditano a superar la cuarentena, tras la peste que contrajeron durante el viaje.
Más tarde, en 1613, se construyó el castillo de San Sebastián, que acogía en su interior al propio fario, y que llevó a denominarlo ‘Faro del Castillo de San Sebastián’ durante siglos. Desde entonces, recibió sucesivas modificaciones y reparaciones, hasta que en 1898, el gobernador militar de Cádiz, duque de Nájera, ordenó su derribo, al considerarlo punto de referencia para un posible ataque americano durante la efímera guerra Hispano-Norteamericana.
Una década después, y a 70 metros del primitivo faro, se construiría la nueva torre que hoy ilumina las costas gaditanas. Actualmente, se encuentra en el interior de aquella fortaleza militar del siglo XVII, en la isla que se une a la ciudad de Cádiz a través de una lengua de arena o tómbola. Proyectado en 1907, fue construido por Rafael de la Cerda (Constructora Gijonesa) y puesto en servicio en 1913.
El nombre de faro del castillo de San Sebastián fue sustituido oficialmente en 1914 por el de faro de Cádiz por la confusión que originaba la existencia de dos faros con eses mismo nombre: el de la provincia de Girona y el faro de Igueldo en Guipúzcoa, que también recibía el nombre de San Sebastián por su proximidad al puerto. En 1994, una Orden Ministerial lo adscribió a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz bajo su actual denominación.
La torre mide 38 metros de altura y tiene un alcance de 25 millas náuticas, se compone de dos partes, una fija de mampostería y otra constituida por un entramado de hierro desmontable. El faro está construido con acero laminado y es el único de estructura metálica existente en el Estado español. Dispone de lámparas halógenas monofásicas. La óptica actual es la misma que la original: de tipo bivalva seis catadióptricos inferiores y seis superiores.