Pacientes tratados de cáncer de la provincia gaditana, asegurados con Adeslas, se han constituido en plataforma al sentirse “desamparados” tras la decisión de esta compañía de rescindir el contrato con el especialista en Oncología médica, el doctor Antonio Linares, en la clínica San Rafael de Cádiz; y derivarlos a Onco-Jerez, situado en un polígono industrial a 40 kilómetros de distancia, centro al que se habría contratado con un presupuesto cerrado: “¿qué tratamientos nos pondrían si se han gastado del dinero? ¿Cuánto valemos para Adeslas cada paciente?”, se preguntan.
Pacientes tratados de cáncer de la provincia gaditana, asegurados con la entidad médica SegurCaixa Adeslas, se han constituido en plataforma al sentirse “desamparados” como consecuencia de la decisión que ha tomado esta compañía de rescindir el contrato establecido con el especialista en Oncología médica, el doctor Antonio Linares, siendo el único oncólogo de esta aseguradora en Cádiz, en la clínica San Rafael.
Los afectados denuncian que “todo parece indicar que los motivos que han llevado a esta entidad médica a tomar una decisión tan drástica, sin pensar en absoluto en sus pacientes oncológicos, han sido únicamente los económicos”. “No estamos hablando de cualquier especialidad, estamos hablando de oncología médica y, si es importante tener confianza y seguridad en el médico que te está tratando cualquier tipo de enfermedad, más aún lo es en el caso de cáncer, palabra muchas veces tabú, porque con oírla muchos piensan en ‘cercano a muerte’”, se lamenta.
Desde la plataforma (formada por enfermos oncológicos, familiares y gente solidaria que se ha sumado perteneciente a otras compañías médicas incluso del SAS) se agradece la atención del doctor Linares y el trato recibido por el equipo de enfermería y el resto de médicos de San Rafael a la hora de recibir tratamientos de quimioterapia. “Hemos recibido esta atención totalmente multidisciplinar, teniendo medios, materiales, UCI, profesionales bien formados -y la mayoría del cuadro médico de esta misma compañía-; y por ello nunca nos hemos quejado porque tiene la infraestructura de un hospital”, se insiste.
Sin embargo, ahora Adeslas quiere derivar a estos pacientes a Jerez, el centro Onco-Jerez, situado en un polígono industrial, “con oncólogos que intuimos inexpertos, donde sólo estará enfermería y el médico que las dirija, tan diferente todo a lo que estábamos recibiendo”.
Además, estos pacientes dicen tener noticias de que la compañía contrata con Onco-Jerez con un presupuesto cerrado; y por ello mismo se hacen preguntas: “¿qué pasa si llegan más pacientes de los que esperaban? ¿Qué ocurre si en algunos casos hay recidiva? ¿Qué tratamientos nos pondrían si se han gastado el presupuesto? ¿Cuánto valemos para Adeslas cada paciente?”.
“Para nuestro oncólogo hasta ahora, sus pacientes no tienen presupuesto cerrado. Esta enfermedad es imprevisible y a veces hay que añadir varios tratamientos extras y algo muy importante la prevención para no recaer, que también cuesta dinero. Si la compañía de seguros Adeslas lo ha tenido en el cuadro médico tantos años ¿por qué le rescinden el contrato? ¿Es que ya no interesan las condiciones de trabajo que tiene? ¿No les interesa el buen nombre que Antonio Linares le da a la compañía? ¿Por qué visten a un santo para desvestir a otro? ¿Por qué se le pone precio a una salud digna?”, se apostilla.
“ESTAS MUTUAS SON NUESTRA SANIDAD PÚBLICA”
La última información de esta plataforma ‘Adeslas somos pacientes, no somos clientes’, que lleva días tratando de que su caso se tenga eco en los medios –y que ya ha celebrado varias concentraciones-, es que los enfermos oncológicos que deberían de estar actualmente recibiendo su tratamiento, están siendo llamados uno por uno, dándoles cita para diez o más días para que acudan a dicha clínica a 40 kilómetros de la capital “no para el tratamiento, sino como primera consulta”.
“No queremos ni imaginarnos –se incide- cuánto tiempo tardarán en atendernos a los que estamos pendientes de revisión. Es vergonzoso, que sabiendo Adeslas con tiempo de sobra de que no iba a contar ni con San Rafael ni con este oncólogo, no haya cumplido con la obligación que tiene de avisar de todos los cambios en tiempo y forma a los pacientes. Si para cualquier enfermo el estado emocional es fundamental, imagínense a un paciente pendiente de tratamiento oncológico cómo se debe de sentir y cómo le puede repercutir la incertidumbre de cómo será el nuevo oncólogo, si van a seguir con el mismo tratamiento o se lo van a cambiar y sobre todo ¿cuándo continuarán?”,
Desde la plataforma se sentencia que “cada día tenemos más claro que vamos a emprender las acciones legales y penales que pudieran derivarse de todo este procedimiento sanitario iniciado por Adeslas”.
“Queremos dejar claro que somos defensores de una sanidad pública, digna para todos. Nos da la sensación que para mucha gente y medios de comunicación las palabras funcionarios-sanidad privada es un tema tabú. Estas mutuas –subrayan estos afectados- son nuestra sanidad pública. Todos somos enfermos, pertenezcamos a la entidad que pertenezcamos, y tenemos los mismos derechos de ser tratados con dignidad y con todos los medios posibles para vivir o para tener mejor calidad de vida. Aprendamos a empatizar y no a competir”.
(puedes comentar esta información más abajo)
Se tiene que saber en todos los medios de comunicación la verdad de todo porque nos venden unos tratamientos que en verdad no quieren que se les pongan a los pacientes por pura razón económica es de vergüenza.