La calle Veedor, en pleno centro histórico de Cádiz, peatonalizada por el anterior equipo de gobierno izquierdista, volverá a reabrirse al tráfico rodado. Así lo ha decidido la última Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento que, no obstante, asegura que se hará “garantizando la seguridad del alumnado del colegio Carlos III”; algo que cuestionan desde la AMPA del centro.
El propio alcalde del PP, Bruno García, ha defendido que esta medida se ha adoptado ya que se lo han pedido diferentes sectores de la ciudad: desde vecinos, a taxistas, transportistas, o personal de servicios de emergencias. La reapertura será efectiva una vez esté la nueva señalización instalada, donde habrá una restricción de 20 kilómetros por hora.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se asegura al respecto que el Ayuntamiento ha realizado un estudio técnico para analizar el levantamiento de esta polémica restricción del tráfico en la calle Veedor “teniendo en cuenta que los vehículos, al no poder pasar por esta vía, tienen que salir a la circunvalación del casco histórico a través de la calle Zaragoza”. En la esquina con Benjumeda “muchos coches se veían atrapados por la dificultad de ese giro y, en ocasiones, había colapsos circulatorios por el acceso al parking de San Antonio”.
La apertura que ahora decide la derecha se va a hacer desde la calle Veedor a la plaza del Mentidero y los vehículos tendrán que girar hacia la izquierda por la calle San Dimas para continuar después con Santa Rosalía. De este modo, el último tramo, que es la calle Beni de Cádiz y que es la que está en el lateral del colegio Carlos III, va a seguir cerrada al tráfico. Además, el giro de Veedor a la calle Bendición de Dios quedará reducido solo para el servicio de taxi.
Las concejalías de Tráfico y Policía Local han realizado informes en los que determinan que “no existen inconvenientes para tomar esta medida”. Así, respaldan que “se favorece la eliminación de las retenciones de tráfico que se producen en la plaza de San Antonio, la evacuación de vehículos en caso de emergencias o grandes eventos y ayudará a disminuir los problemas de tráfico que han surgido en este tiempo”. A ello se le unen quejas de los usuarios del parking y de vecinos de la zona “porque con el actual itinerario obliga a un itinerario más largo y penoso”.
En paralelo, desde el Gobierno popular se afirma que se han mantenido reuniones también con el AMPA del colegio Carlos III y con el equipo directivo del centro “para conocer sus necesidades de primera mano”. Sin embargo, desde dicha AMPA están indignados con la medida, y recuerdan que precisamente Veedor se peatonalizó en 2021 “justo para favorecer la seguridad del alumnado”, creándose un corredor peatonal seguro desde San Antonio hasta la avenida Gómez Ulla, donde se ubica este colegio público.
“REVELA UN CAMINO PREOCUPANTE QUE CONECTA CON EL NEGACIONISMO DEL CAMBIO CLIMÁTICO DEL PP MÁS EXTREMO”
Y no ha tardado en reaccionar Adelante Izquierda Gaditana ante este “gran paso atrás en seguridad y movilidad”; y es que reabrir al tráfico esta céntrica calle “aleja a Cádiz del modelo urbano europeo, sin duda el más avanzado, y empuja a la ciudad a ser una urbe cada vez más contaminante, más ruidosa y más incómoda”.
“Es necesario que en Cádiz se potencien nuevos espacios públicos con peatonalizaciones que enfoquen Cádiz hacia el futuro, la sostenibilidad y el sentido común”, afirma el portavoz municipal de AIG, David de la Cruz, quien recuerda además que ya en verano su formación alertó de que el PP estaba intentando “colar por la puerta de atrás” la peatonalización de la calle Veedor y del lateral de la plaza Fragela cuando desaparecieron los bolardos que impedían el tráfico en ambas vías. “Entonces dijeron que era circunstancial, pero mintieron: hoy vemos cómo se confirma que intentaron hacerlo y, como hubo cierto revuelo, tuvieron que posponer la decisión”, señala.
Además, también entiende que la apertura de la calle “compromete la seguridad de todo el entorno de Veedor, incluyendo la plaza del Mentidero, por donde pasan diariamente el alumnado del colegio Carlos III”.
“Es una decisión que revela un camino preocupante y que conecta, directamente, con el negacionismo del cambio climático del PP más antiguo, más extremo y que con más fuerza se posiciona en contra de los grandes avances sociales, urbanos y medioambientales”, concluye De la Cruz.