En mayo el Consejo de Ministros aprobó obras de emergencia para reparar los daños en la zapata de la muralla de Cádiz, en la zona del parque Genovés. Los trabajos, ya visibles, se están ejecutando con bloques de hormigón, como los instalados hace años en el Campo del Sur. Y ya ha estallado la polémica ante este “atentado contra uno de los mejores paisajes culturales que ofrece la Bahía”, como señalan desde Cádiz Ilustrada. Junta y Ayuntamiento piden que los bloques queden semisumergidos, y en Internet se recogen firmas exigiendo su retirada.
El Consejo de Ministros aprobó en mayo, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, obras de emergencia para reparar los daños en la zapata de la muralla de Cádiz, en la zona del parque Genovés, por un importe global superior al millón euros.
En ese momento se explicaba que se ha producido el colapso de la zapata y del pie del lienzo de un tramo de la muralla del paseo de Santa Bárbara. Como consecuencia de la acción del oleaje, el tramo derruido afecta a 25 metros lineales de zapata, “con indicios de que progresivamente toda la muralla se vea afectada a corto plazo”.
Las obras de defensa, ya visibles, se están ejecutando con bloques cúbicos de hormigón en masa y de 12 toneladas de peso, como los instalados hace años en el Campo del Sur. Y ha estallado la polémica, que ya anticipó UPyD trasladando sus temores de que la actuación de emergencia se convirtiera en un “mamotreto marítimo” que afectara “de lleno a la imagen que actualmente se tiene del lienzo periférico de las murallas”. En Internet ya se han abierto varios canales que recogen firmas contra los trabajos, y que sospechan que el mal estado de la muralla se puede deber también a la reciente construcción del parking de Santa Bárbara.
Al respecto, la asociación Cádiz Ilustrada lamenta en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que la colocación de los bloques de hormigón “además de ser una agresión contra el limpio zócalo firmemente dibujado y mantenido de una apreciable muestra de la ingeniería militar del Cádiz del siglo XVIII, es un atentado contra uno de los mejores paisajes culturales que ofrece la Bahía gaditana”. Esto mismo ocurre en la muralla sur, o de Vendaval, último sector que se amuralla, en 1791, como defensa del mar por ser el tramo más castigado por la fuerza del océano. Sin embargo éste presenta desde mediados del siglo XX un “arrecife” de bloques de hormigón, que con los años y entre limpieza y limpieza, acaba siendo una escombrera.
La asociación recuerda que desde su construcción hasta que se tomó esta medida en la España franquista, “cuando las murallas se caían por los inevitable envites de las tormentas y las grandes mareas, se procedía en verano a su reparación”.
En palabras del arquitecto y socio de Cádiz Ilustrada, José María Esteban: “se han restaurado por los ministerios correspondientes continuadamente: las roturas de sillares, el vaciado del relleno y los hundimientos correspondientes en las murallas y paseos. La autoridad militar mandaba… Démonos cuenta que los primeros bloques son de los años sesenta, y las murallas tiene muchísimos años más”. Asimismo califica de “lamentable e inexorable” la “claudicación” de las administraciones locales y de los ciudadanos, en relación al debido respeto y obligaciones exigibles a las administraciones del Estado, responsables de sus cuidados y mantenimiento.
Mientras, desde la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz ya se ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente que los nuevos bloques que es están colocando entre el baluarte de la Candelaria y el Hotel Atlántico “queden semisumergidos, puesto que deben quedar integrados en la muralla”. Al ser obras de emergencia, explica, la actuación pese a afectar a un Bien de Interés Cultural (BIC) no precisan de una fiscalización previa por parte de la Junta. Desde el Ayuntamiento también se ha mostrado desacuerdo por cómo está quedando la instalación de estos bloques de hormigón.
IU CRITICA LA “DEJADEZ” DE COSTAS
Por su parte, el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Sebastián Terrada, apunta a que “el deterioro y el hundimiento de parte de la muralla que ahora se quiere proteger se ha producido por la dejadez de Costas, ya que tiene la obligación de mantener periódicamente la muralla y prevenir deterioros como el que nos ocupa y no lo hace, y ahora que el deterioro es ya peligroso, ha optado por la versión más fácil y barata colocando estos horrorosos bloques de hormigón que constituyen un punto negro en la vista de la muralla”.
“Tratándose de proteger –prosigue el edil-, existen otros métodos para reparar el hundimiento que se ha detectado, eso sí, más caros y complejos, pero asumibles cuando estamos hablando de una cuestión patrimonial. En cambio, visto como se protege en esta ciudad el patrimonio, y como ejemplo ponemos la actuación urbanística en el propio paseo de Santa Bárbara, parece que para el Gobierno no era una opción barajar otras soluciones”.
En la misma línea, los izquierdistas plantean si, al margen de oleajes, no habrá tenido algo que ver en el deterioro de la muralla la construcción del macro parking, cuyas obras han llegado a la proximidad de la misma. “Es posible que una actuación de esa magnitud, que ha supuesto una excavación importante para construir varias plantas bajo rasante, pueda haber incidido en el hundimiento de parte de la muralla que ahora se quiere proteger. Por tanto, consideramos que sería conveniente que se elabore un informe independiente sobre las causas del estado de la muralla, ya que si fuera así estaríamos hablando de otras responsabilidades”.
SUBDELEGACIÓN HABLA DE “VERTIGINOSO DETERIORO”
Desde Subdelegación del Gobierno en Cádiz, más allá de acusaciones a la Junta de Andalucía –de conocer lo que se iba a hacer en la muralla desde abril: “desde el primer momento tuvieron el proyecto en sus manos y no han dicho nada hasta ahora. Entonces les pareció bien y ahora parece ser que no. ¿No miraron los planos?”-, se profundiza en que durante los temporales de principios de 2014 el servicio de vigilancia de la Demarcación de Costas de Andalucía Atlántico detectó un colapso y desprendimiento de un tramo de la zapata de protección del pie de este tramo de muralla. Inspeccionada la zona desde el mar se constata que el lienzo de la muralla existente tras la zapata se encuentra también dañada, pudiendo existir riesgo de que el daño avance pudiendo poner en riesgo la integridad de la muralla.
Por ello, se eleva informe por la Demarcación a la Dirección General de Protección de la Costa y el Mar, solicitando la actuación con carácter de emergencia. Con fecha 10 de marzo, se resuelve declarar la actuación de emergencia.
Analizada la situación por el equipo técnico de Costas, se concluye necesario lo siguiente:
– Los daños producidos en la zapata construida en la década de los 80 se deben a que el tramo se encuentra perpendicular al oleaje medio de los temporales de poniente, por lo que el impacto del mismo libera la energía sin apenas disipación, cosa que no ocurre en otros tramos de la muralla.
– Aún reponiendo el tramo de unos 25 metros de zapata dañados, no puede garantizarse que la misma, en todo el tramo, sea estable a medio plazo, siendo necesario adoptar otro tipo de medidas de disipación de energía que garanticen la integridad de la muralla original, declarada BIC.
– La solución técnica universalmente adoptada para este tipo de actuaciones (véase murallas de la ciudad, diques de abrigo, espigones, puertos…) es el empleo de elementos de baja rigidez que disipen de forma efectiva la energía del oleaje, previamente a su impacto en la zapata y la muralla, preservándola.
– De hecho, tal y como puede constatarse, este tramo de muralla ya estuvo protegida por bloques, como puede verse in situ. Dado que dichos bloques son de menor tamaño, y a que la energía del oleaje aquí es máxima, ha provocado que los bloques preexistentes se hayan desplazado, alejándose de la muralla, hundiéndose muchos de ellos en la canal antigua de acceso al puerto de Cádiz, adyacente a la muralla.
– En todo caso, conscientes del valor arquitectónico de la muralla, la solución adoptada no contemplaba actuar sobre ella, sólo sobre la zapata (de hormigón de los años 80-90), y no superando la cota de ésta.
Antes del comienzo de las obras, dado el carácter BIC de la muralla, con fecha 2 de abril y 10 de abril, se remiten a la delegación territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta, sendos escritos comunicando las circunstancias anteriores y remitiendo la documentación técnica elaborada para la ejecución de las obras. Igualmente se mantiene diversas conversaciones con el personal técnico de la delegación, y el propio Jefe de la Demarcación con el secretario general de la delegación y con la propia delegada Cristina Saucedo, aseguran desde Subdelegación.
“En ningún caso la Junta se pronuncia al respecto en más de dos meses y medio, hasta que el pasado 24 de junio entrega un escrito expréss en la Demarcación solicitando que los bloques no superen la zapata y que la misma se integre visualmente”. Ambas cuestiones vienen así contempladas en la documentación técnica aportada a la Junta por Costas.
Durante estos meses, dado que el lienzo de la muralla que se encontraba cubierto por la zapata, había colapsado también, el oleaje y el efecto de las mareas ha dañado el trasdós de la muralla consistente en material granular de diverso tamaño, han socavado el interior de la misma, llevándose a abrir una oquedad de casi cinco metros de profundidad en sentido horizontal. Este “vertiginoso deterioro” pone en grave riesgo la estabilidad de la muralla y del parking subterráneo ubicado inmediatamente detrás. “De no haberse detectado la situación, actuado con celeridad y con carácter de emergencia, la situación actual sería, con toda seguridad de mayor gravedad”, se alarma.