Un total de 602 personas y 158 ponentes han participado en julio en los 22 programas realizados en los 65 Cursos de Verano de la UCA en Cádiz, de los que el 92% declara sentirse satisfecho con la actividad. Se registra una bajada notable de alumnado con respecto a los cursos del año pasado, cuando se inscribieron más de 760 personas. Los seminarios ‘Análisis biopsicosocial y neurótico de las psicopatologías que llevan a conductas delictivas’ y ‘Arte inclusivo’, han sido los más demandados.
Un total de 602 personas y 158 ponentes han participado en julio en los 22 programas realizados en los 65 Cursos de Verano de la UCA en Cádiz, de los que el 92% declara sentirse satisfecho con la actividad. Se registra una bajada notable de alumnado con respecto a los cursos del año pasado, cuando se inscribieron más de 760 personas.
El servicio de Extensión Universitaria ha realizado más de 630 encuestas entre los inscritos para conocer su opinión, obteniendo una alta calificación con referencia a los docentes, la organización y la sede.
Se han celebrado un total de 18 seminarios y cuatro módulos de la Escuela de Danza (centrados en el flamenco, danzas griegas y africanas, y uno especial dedicado a Paco de Lucía), con una duración de 25 horas (20 horas presenciales y cinco en Campus Virtual). Un programa que se ha celebrado en el edificio Constitución 1812 –el antiguo aulario La Bomba- durante la primera quincena del mes de julio.
Su temática ha abarcado una oferta “plural y variada” como la opinión pública después de 1812, la educación, la literatura, el patrimonio cultural, la salud, el turismo, la comunicación científica, el protocolo, la neurociencia, el envejecimiento, la alimentación y la economía azul, entre otros. En este programa estival de la Universidad gaditana ha difundido la experiencia y el conocimiento de prestigiosos ponentes como los escritores Benjamín Prado, Luis García Montero y Ángela Vallvey, el catedrático de Política de la Educación, Manuel Puelles Benítez, el filósofo y periodista Josep Ramoneda, el director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Román Fernández-Baca, la catedrática de Aix – Marseille (Francia) Elisabel Larribia, la profesora en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, que fuera jefa de Protocolo en la Junta de Andalucía y la Delegación del Gobierno en Andalucía, Mª Teresa Otero, o el presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, Javier Aranceta.
El perfil del alumnado ha sido el 60% mujer, con una edad media de 32 años, estudiante y desempleado. Y el 42% de ellos fue vocacional (no requiere de créditos de libre configuración). La media de participación ha sido de 27 personas por actividad, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes de la UCA.
LOS SEMINARIOS MÁS DEMANDADOS
Las iniciativas más demandadas han sido los seminarios ‘Análisis biopsicosocial y neurótico de las psicopatologías que llevan a conductas delictivas: ¿locura o maldad? Crimen… y ¿castigo?’ y ‘II UCA Social: Arte inclusivo. El Arte como herramienta de inclusión, participación y transformación’, con 60 matriculados cada uno. No obstante, en esta edición la respuesta ha estado más repartida por temática, puesto que ‘Ceremonial, Protocolo y Presencia Pública’ les sigue con 57 personas asistentes, ‘El patrimonio cultural: una oportunidad para el desarrollo’, también con 43 y ‘Aspectos jurídicos sanitarios en situaciones que afectan al menor’, con 37.
La Universidad de Cádiz ha agradecido la colaboración y patrocinio de todas las entidades públicas y privadas que han contribuido ha hacer realidad la 65 edición de los Cursos de Verano. En especial, la implicación del Ayuntamiento de Cádiz; el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI.Mar); el Proyecto Atalaya, coordinado y financiado por la consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía; la Red Internacional de Universidades Lectoras; el Centro Andaluz de las Letras; el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la UCA; el Consejo Social de la UCA; la Fundación Cruzcampo; y la Sociedad Española de Historia de la Educación; así como a los medios de comunicación que han realizado “una notable repercusión de sus contenidos de cara a la sociedad”.