“Porque la vida de las personas está muy por encima de los beneficios económicos y el capital de las multinacionales y las élites”. Con este axioma se celebraba el viernes 25-M la llamada movilización global por el clima, con protestas para exigir a los gobiernos que tomen medidas que frenen el cambio climático en cerca de una veintena de ciudades de todo el Estado español, y “muchísimas más a nivel global”. Y entre ellas, la capital gaditana.
La coordinadora de organizaciones Cádiz por el Clima promovía por la tarde una manifestación entre el Parque Genovés (donde previamente se desarrollaba un taller de pancartas y pintacaras) y la plaza de la Catedral, pasando por diferentes calles del casco histórico.
Entre sus demandas, estos colectivos exigen que los líderes mundiales “paren de mentir y de dar discursos ecoblanqueados y que tomen acciones climáticas reales”.
“Las reparaciones climáticas son un proceso de justicia transformadora en el que el poder político debe volver a las personas y a las comunidades. Esto debe hacerse cumpliendo las exigencias de las comunidades indígenas y marginadas, devolviéndoles sus tierras, dándoles recursos a los más afectados por la crisis climática por adaptación, pérdida y daños”, se señala en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Además, en la convocatoria de la jornada también se plantea la necesidad de “una redistribución de la riqueza mundial, de la tecnología, de la comunicación y del poder político desde el norte al sur global, y de arriba a abajo en la sociedad”.
“Estamos cansados de escuchar las mentiras formuladas por las grandes petroleras y mentiras aún más grandes de los gobiernos que las respaldan”. En este sentido, los convocantes del 25-M argumentan que salen a las calles “no solamente para exponer nuestras exigencias, sino para crear y hacer crecer sistemas de empatía y cuidados comunitarios que pongan a las personas por encima del beneficio económico”.
Así, detrás de esta movilización global por el clima de 2022 en España hay una llamada a “priorizar la vida contra el capital”, haciendo un planeta “equitativo e igualitario para todos sus habitantes”.