Al fin hay noticias concretas sobre las esperadas nuevas actuaciones comprometidas para seguir poniendo en valor el Teatro Romano de Cádiz, que pese a todo, cerró 2023 con un récord histórico de visitantes, más de 162.000 personas, convirtiéndose en el espacio cultural en la provincia gaditana, competencia de la Junta de Andalucía, más concurrido.
Así, la consejería de Cultura y Deporte acaba de licitar las nuevas obras de rehabilitación por más de 2,4 millones de euros (cofinanciados por fondos europeos) y un plazo de ejecución de 20 meses
La intervención se centra en la Posada del Mesón y la reordenación del acceso al Teatro Romano con el fin de reestructurar los recorridos de visita y acoger a los visitantes del enclave arqueológico en el Pópulo “en un espacio más adecuado a sus valores”, se apunta en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
El área arqueológica excavada en las caballerizas de la Posada del Mesón resulta de especial interés por ser un punto donde confluyen distintos espacios del enclave que no son visibles en ningún otro lugar del yacimiento, pues esta zona resulta trascendental para comprender la articulación de la cavea con el cuerpo escénico del teatro.
Además, la actuación en este punto amplía la zona de acogida, que hasta ahora tenía unas modestas dimensiones, al tiempo que su configuración en torno a un patio central servirá de punto de encuentro y facilitará la distribución de los flujos de visitas.
A los trabajos en la Posada del Mesón le seguirá una segunda fase con el fin de intervenir en las cáveas y ambulacrum y la ordenación del borde meridional del recinto del Teatro Romano, inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC).
CON MUCHA HISTORIA
Cerrado durante seis años por diferentes actuaciones, el Teatro Romano de Cádiz reabría sus puertas a gaditanos y turistas en junio de 2016, una vez finalizadas las obras de acceso directo de los visitantes desde el centro de interpretación (ofrece una visión completa del yacimiento y del contexto histórico).
Se construyó en el siglo I a.C., por encargo de Lucio Cornelio Balbo ‘El Menor’ como parte del urbanismo de la nueva ciudad romana. Fue abandonado en las postrimerías del siglo III y sobre sus restos se asentó durante las siguientes centurias el núcleo de la ciudad medieval.
Desde su descubrimiento en 1980 las excavaciones han permitido recuperar parte importante del graderío (proedria, ima cavea y media cavea), así como de la orchestra y una galería anular de distribución con un recorrido de alrededor de 80 metros, una altura de 4,70 metros y 3 metros de anchura. A estos restos se añaden partes del edificio escénico que pueden observarse a través de pozos-sondeos realizados en el centro de interpretación.
Su fecha de construcción y sus 120 metros de diámetro lo convierten en el más antiguo y en el segundo en tamaño de la Península Ibérica de los que se conservan. Se le calcula una capacidad de más de 10.000 espectadores.