Este proyecto, que sale a licitación, constituye un caso singular de colaboración público-privada en relación a un edificio sin uso desde 2014 y con el que la UCA alcanza dos objetivos: la dotación de una residencia para un campus en una ciudad con problemas de vivienda, y la creación de un centro cultural abierto.
La Universidad de Cádiz persiste en su propósito de darle vida al edificio de la antigua Escuela Superior de Ingeniería (ESI), en la capital gaditana, transformándolo en una residencia universitaria y centro cultural (bajo el nombre de UCAbierta), recurriendo a la colaboración público-privada. El pasado mes de julio se presentó el anteproyecto, y se iniciaba un proceso administrativo que avanza ahora con otro hito: la licitación.
De este modo, tras el trámite de aprobación de los pliegos de cláusulas administrativas, previo informe del gabinete jurídico, y de prescripciones técnicas para la licitación de la concesión de los trabajos, la UCA da un importante paso adelante para hacer realidad este “proyecto clave” en la “estrategia de fortalecimiento” del campus universitarios de Cádiz, que además “busca dar respuestas a las necesidades de alojamiento del alumnado en una ciudad con especiales dificultades para el acceso a la vivienda”.
El contrato a adjudicar comprende tres fases fundamentales, según se detalla en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz: la redacción del proyecto de las obras, la construcción de la residencia y la posterior explotación del servicio de residencia universitaria, de acuerdo con el estudio de viabilidad y anteproyecto aprobados al efecto por la UCA.
De este modo, se concreta un plazo de tres y cinco meses para la entrega de los proyectos básico y de ejecución, respectivamente. Tras un mes de supervisión de la documentación, la empresa concesionaria dispondrá de 24 meses para la realización de la obra, en la que debe invertir unos 7,2 millones de euros (IVA incluido). Y a su término, se establece una concesión máxima de explotación de dicha residencia de 30 años.
El proyecto contempla la remodelación integral de este edificio propiedad de la UCA en pleno casco histórico, muy cerca del Gran Teatro Falla, asentado sobre una parcela de 3.150 metros cuadrados y con una superficie total construida superior a los 8.800 m2, distribuidas en sótano, planta baja (que se destinará a servicios comunes) y tres plantas más de alzado.
UN MÍNIMO DE 116 HABITACIONES
Según el pliego de prescripciones, la futura residencia universitaria de gestión privada contará con un número mínimo de 116 habitaciones (con cuarto de baño), cuatro de ellas adaptadas a personas con movilidad reducida. Además, el anteproyecto contempla un total de 46 plazas de aparcamiento donde la UCA se queda con un mínimo de diez “para la actividad del espacio UCAbierta”.
Una vez concluidas las obras, recepcionado el edificio y garantizados todos los servicios de la residencia (dirección, se secretaría, conserjería, limpieza, cocina y mantenimiento) comenzará el período de explotación de la concesión por un periodo de 30 años, siendo los usuarios preferentes de la misma el alumnado Erasmus y nacional matriculado en la UCA, los miembros de la comunidad universitaria y las personas autorizadas por la Universidad, el Personal Docente e Investigador visitante y el alumnado becario.
CENTRO CULTURAL ABIERTO
La empresa que se haga con esta licitación, también debe asumir la construcción en este mimo edificio del proyecto de centro cultural UCAbierta, que se planea con tres plantas que integrarán distintos espacios para usos culturales: exposiciones, conciertos, cine, teatro, talleres formativos, presentaciones, debates, cursos, local de ensayo, etc.
Esta nueva infraestructura “complementará y reforzará” las potencialidades del edificio Constitución 1812 (el antiguo aulario La Bomba), epicentro de la acción cultural UCA. Sus espacios podrán ser utilizados por la ciudadanía para el desarrollo de actividades de carácter cultural.
En la planta baja se ubicarán el vestíbulo y el salón de actos (ambos de uso compartido con la residencia universitaria). En las plantas primera, segunda y tercera se distribuirán distintos espacios culturales: sala de exposiciones y espacios para presentaciones, talleres formativos, cursos, encuentros, locales de ensayos, etc.
En un principio, la UCA contempla trasladar a estos nuevos espacios en la antigua ESI la actividad de sus distintas escuelas de formación (Música Moderna y Jazz, Escuela de Formación Teatral, Escuela de Cine, Escuela de Danza, Escuela de Fotografía, Escuela de Flamenco y Club de las Letras), además de la Coral de la UCA y los diversos grupos de teatro.
En definitiva, esta operación global es un caso singular de colaboración público-privada en relación a un edificio sin uso desde 2014 (aunque con estructura en excelente estado de conservación), que se encuentra incluso desafectado y que ahora desea recuperar la Universidad para la ciudad.