La APBC ha sacado a licitación el contrato de servicio para la realización de un estudio de análisis y viabilidad de Cádiz como puerto base de buques de cruceros, después de que en las últimas dos décadas se haya consolidado como puerto que recibe cada año cientos de escalas y miles de turistas de horas. El presupuesto máximo para la realización del trabajo asciende a 60.000 euros y deberá estar listo en cuatro meses.
La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha sacado a licitación el contrato de servicio para la realización de un estudio de análisis y viabilidad de Cádiz como puerto base de buques de cruceros. El presupuesto máximo para la realización del trabajo asciende a 60.000 euros y deberá estar listo en cuatro meses.
En la financiación de este estudio colabora la Diputación que, como meses atrás suscribió un convenio con la APBC para trabajar de forma conjunta en esta materia.
El tráfico de cruceros en el Puerto de la Bahía de Cádiz ha experimentado un crecimiento constante en las dos últimas décadas, multiplicado por tres el número de escalas y por diez el de pasajeros, hasta superar los 400.000 en 2015. Este ejercicio se cerrará con más de 270 escalas y en 2017 se prevé recibir más de 280, y cada vez buques más grandes, y por lo tanto, con mayor capacidad de pasajeros.
Según exponen desde la APBC en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, “el destino demanda dar un salto cualitativo en este sector y convertir a Cádiz en puerto base de entrada y salida de este tipo de buques”. Para conseguirlo “es necesaria la implicación de todas las administraciones y agentes competentes”.
Por otro lado, se ha detectado también la conveniencia de analizar la viabilidad y, en su caso, promoción de una nueva ruta de cruceros en el entorno del Estrecho de Gibraltar, que bajo los conceptos “dos mares, dos continentes, dos culturas, tres países (Portugal, Marruecos, España)”, podrían utilizar a Cádiz como puerto base.
Con estos antecedentes y el impacto económico que esta actividad genera en el entorno del Puerto gaditano, la Autoridad Portuaria plantea la contratación de una asistencia técnica que desarrolle un estudio con los siguientes contenidos, entre otros: un estudio de mercado de cruceros para valorar las fuerzas y amenazas de Cádiz ciudad y región y su potencial como puerto base; contactar con las personas relevantes en todas las navieras (en EEUU y Europa) para recabar sus comentarios sobre Cádiz y su región identificando cómo y hasta dónde Cádiz puede maximizar el desarrollo de cruceros como puerto de escala y como puerto base; contactar con autoridades portuarias en la zona, oficinas de turismo, consignatarios de buques y tour operadores para conocer sus necesidades para operar como puerto base; recoger datos de las tendencias globales, donde las navieras posicionarán los barcos en los próximos años; un análisis competitivo del Puerto incluyendo destinos cercanos que compiten con Cádiz en el tráfico de cruceros como puerto base; un estudio del impacto económico desglosando las oportunidades de ingresos; identificar las necesidades de infraestructura portuaria para atender las previsiones de cruceros, y necesidades de infraestructuras turísticas para atender las previsiones de cruceros; y hasta crear un plan de negocio y marketing.
Esta licitación del estudio se publica en la misma semana que se celebra en Madrid el International Cruise Summit, un evento de relevancia internacional que se ha convertido desde su primera edición en 2011 en un foro de debate global de la industria de cruceros en el mundo, y en el que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz participa.
LOS ‘PEROS’ DE ECOLOGISTAS
Y mientras los puertos y navieras debaten la situación mundial de esta industria, Ecologistas en Acción asegura que crece la protesta social que cuestiona la supuesta repercusión positiva sobre la economía local de este tráfico de buques y denuncia los costos sociales y ambientales asociados a esta actividad.
Entre los mayores impactos causados por esta industria están las emisiones contaminantes que lanza a la atmósfera. Un crucero medio (de 2.000 a 3.000 pasajeros) consume la misma energía que unos 12.000 coches, utilizando un fueloil pesado “cien veces más tóxico que el diésel que utilizan automóviles y camiones, ya que contiene hasta 3.500 veces más de contenido de azufre”.
Ecologistas incide en que “los cruceros navegan cerca del litoral, por lo que sus emisiones afectan más directamente la salud de sus poblaciones y ecosistemas que las emisiones de los buques que navegan en ultramar. Esta situación se agrava cuando atracan en puerto, ya que continúan quemando fueloil para mantener sus instalaciones activas en las terminales que están ‘enganchadas’ a la ciudad”.
En este contexto, este colectivo verde reclama una regulación “fuerte y obligatoria” sobre el sector de cruceros y el transporte marítimo en general, “como lo están haciendo los puertos del Norte de Europa, que limitan la entrada a la zona litoral a los barcos que utilicen fueloil marino”. Además reclama que sean los ayuntamientos los que definan la política de cruceros y no las autoridades portuarias de titularidad del Estado, “dado que supuestamente es una actividad en beneficio de la ciudad”.
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