La Zona Franca de Cádiz acaba de adquirir las dos parcelas de Abelló Linde, en la calle Gibraltar, en lo que supone otro paso en el proceso de reordenación del Recinto Exterior emprendido junto al Ayuntamiento, a través de la OPEX. También se ha ratificado la compra a la empresa municipal Emasa de la nave de Talleres Faro, en la entrada de la ciudad y en uno de los ámbitos de ejecución prioritarios a la hora de comenzar la ambiciosa remodelación de este Recinto Exterior.
La Zona Franca de Cádiz adquirió el pasado 31 de diciembre las dos parcelas de Abelló Linde en el polígono exterior, concretamente en la calle Gibraltar, en lo que supone otro paso en el proceso de reordenación del Recinto Exterior de la Zona Franca emprendido junto al Ayuntamiento, a través de la Oficina para la Captación de Inversiones del Polígono Exterior de la Zona Franca (OPEX). También recientemente se ratificaba la compra a la empresa municipal Emasa de la nave de Talleres Faro, concretamente en la unidad de ejecución UE-ZF-11, en la entrada de la ciudad y en uno de los ámbitos de ejecución prioritarios a la hora de comenzar las obras de remodelación de este Recinto Exterior.
En el primer caso, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, la operación realizada consiste en la adquisición de las dos parcelas de Abelló Linde o antigua Ibérica-AGA que suman una superficie total de 9.970 metros cuadrados, por 2,8 millones de euros. Y en el segundo caso, el Comité Ejecutivo de Zona Franca ratificó en su sesión del pasado 25 de noviembre la compra de la nave de nave de Talleres Faro, situada en la calle tarifa y con una superficie de 6.000 m2, igualmente por un importe de 2,8 millones de euros. Dinero que el dinero v a invertir en construir –más un préstamo bancario- en construir otro aparcamiento subterráneo, bajo la carretera industrial.
Estas adquisiciones se unen a las llevadas a cabo por el Consorcio en los últimos años –antiguo Super Cádiz, Talleres Narváez y ECAVA–, “actuaciones todas encaminadas a ir tomando posiciones de cara a futuro en las unidades de ejecución que en un primer momento se van a llevar a cabo”.
Dentro del contexto de acometer un proyecto tan ambicioso como una actuación urbanística que quiere cambiar la fisionomía de la capital “convirtiéndola en emblema de modernidad”, la labor de transformación urbana que se ha encomendado a la OPEX está resultando extremadamente compleja, “ya que se trabaja desde una realidad preexistente que hay que adaptar a los nuevos tiempos”. Por ello, desde 2011 se está llevando a cabo un minucioso trabajo de diagnóstico, por el que se han distribuido los 515.000 m2 que tiene de superficie el polígono en 15 unidades de ejecución, que a su vez se enmarcarán en distintas fases. “El desarrollo de este proyecto conformará una ciudad más moderna, activa y ordenada, que atraerá inversiones”, al menos en la teoría.
Además de la mencionada zona de la entrada de Cádiz, hay dos ámbitos fundamentales más en los que la OPEX va a centrar el desarrollo del polígono exterior: la zona de Navalips e Iberica AGA-Calle Algeciras, por lo que se está siguiendo un cronograma en el que se trabaja en distintas fases y en paralelo en varias unidades de ejecución.
La consecución del desarrollo de estos “focos” citados, con la creación de un Centro Metropolitano, y el espacio comercial, hotelero y de oficinas a la entrada de la ciudad, y la transformación radical de la calle Algeciras, con el retranqueo de las márgenes, la apertura de una calle que la uniría con la calles Gibraltar y la urbanización de nuevos espacios verdes y viarios, “revalorizarán la imagen de Cádiz como modelo de regeneración urbana, creando en esta zona el principal foco de actividad económica, riqueza y empleo de la ciudad”, se insiste.