La Zona Franca de Cádiz ha conseguido un ahorro de 1,4 millones de euros gracias a la reestructuración de la deuda de 39 millones contraída en el pasado por préstamos Reindus. Esta cantidad adeudada al Ministerio de Industria para la compra de los terrenos de Altadis (que en su mayor parte sigue sin actividad, ya dentro del recinto fiscal), es una de las actuaciones heredadas por anteriores gestiones (del PP), “y que más estaba lastrando las cuentas del Consorcio”.
Tras varias gestiones en este sentido ante la Dirección General de Industria, el actual equipo gestor de la Zona Franca gaditana (en manos del PSOE) consiguió que se aprobara semanas atrás la refinanciación de la deuda, tanto en el calendario de devolución, que será más laxo y permitirá afrontar los pagos con mayor facilidad; como en el tipo de interés aplicado, que estaba generando una carga financiera adicional a la deuda en sí.
Este nuevo calendario, se remarca en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, “permite, por tanto, solventar posibles déficits de tesorería que se iban a presentar en el presente ejercicio de manera que se ha obtenido una mejora sustancial de la solvencia y liquidez”.
SE SIGUE TRABAJANDO PARA LA REESTRUCTURACIÓN DE OTROS CRÉDITOS
Paralelamente, se está trabajando en conseguir la reestructuración de la parte de deuda Reindus de mayor antigüedad y cuya gestión ha pasado ya del Ministerio de Industria a la Delegación de Hacienda con el objetivo de aumentar la solvencia y el ahorro financiero; por lo que se están realizando las gestiones correspondientes para solicitar un nuevo calendario de devolución de los préstamos, tal y como ha hecho con Industria, empezando con la cancelación de los expedientes más lejanos, “lo que supondría una reducción en la deuda de unos 11 millones de euros”.
Otro punto importante en el que se está trabajando es la reducción de los gastos financieros. Para ello, la Zona Franca de Cádiz intensificará en este primer semestre del año sus contactos con las entidades financieras para abarcar la reestructuración de la deuda bancaria, también heredada de gestiones anteriores.
El “intenso” trabajo llevado a cabo para reestructurar las deudas y su impacto en las cuentas de este Consorcio público indica que el plan de saneamiento puesto en marcha en los últimos años “está dando los frutos perseguidos” y esto se ha reflejado ya en las cuentas auditadas de 2019 que se presentaron al último pleno, pero se sentirán más aún en los próximos ejercicios “en los que se consolidará el aumento de la cifra de negocio y la estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera”.