Los equipamientos de la Zona Franca de Cádiz, no sólo en la capital, también en su expansión por diferentes puntos de la provincia, son ya “espacios cardioprotegidos” después de la instalación en sus edificios de oficinas y centros de negocio de desfibriladores, ubicados en lugares estratégicos y accesibles.
De esta forma, en los edificios del recinto fiscal de Cádiz (Melkart, Atlas, Heracles, Europa y la sede social), así como en los equipamientos de otros municipios, “ya son visibles estos aparatos”, se anuncia en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
La empresa Technology 2050 se ha adjudicado este contrato (por unos 33.000 euros durante un plazo de tres años), y está obligada no solo a proveer de los desfibriladores y de su correcto mantenimiento, sino que impartirá también formación sobre su uso y manejo a los empleados del Consorcio, tanto de forma presencial como telemática.
Los desfibriladores instalados son semiautomáticos, por lo que además de ser muy fáciles de manejar tienen la gran ventaja de su movilidad. Según los expertos, que recomiendan este tipo de aparatos para los espacios empresariales, “son fácilmente transportables, por lo que pueden estar en el momento preciso antes de que pasen los cinco minutos posteriores al ataque al corazón”.
Pese a que la normativa en Andalucía no obliga a su instalación salvo en poblaciones de más de 50.000 habitantes, estaciones de metro con afluencia diaria de igual o superior a 5.000 personas, instalaciones, centros o complejos deportivos con usuarios diarios igual o superior a 500 personas y establecimientos públicos con aforo igual o superior a 5.000 personas, sí está recomendada su instalación en centros de trabajo sean del tamaño que sean “ya que su existencia es fundamental para salvar vidas por poder atender al paciente de manera inmediata”.