El salón de actos del Colegio Mayor de la Universidad de Cádiz, en la capital, ha servido de escenario para la presentación del proyecto básico y ejecución, y estudio de seguridad y salud, para la nueva Facultad de Ciencias de la Educación, en Valcárcel; edificio histórico que tras la pretensión frustrada por la crisis-estafa de convertirlo en hotel de lujo y años abandonado a su suerte, e incluso ocupado por colectivos sociales (para evidenciar ese abandono por parte de las instituciones de un BIC), fue rescatado por la Diputación y cedido a la UCA con el propósito de traerse dicha facultad desde el campus de Puerto Real, a donde se ‘marchó’ en 1985.
Tras la valoración de las siete propuestas recibidas, este proyecto se adjudicaba a los arquitectos Francisco Reina Fernández-Trujillo, Francisco Javier Terrados Cepeda y Fernando Suárez Corchete, por unos 508.000 euros.
El proyecto, que ahora ve la luz (y que hacerlo realidad supondría unos dos años de plazo y un coste de unos 20 millones de euros), contempla una superficie total de 22.293 metros cuadrados respecto a los 13.608 m2 actuales, así como la construcción de un nuevo edificio de 8.695 m2. De este modo, dispondrá de una capacidad para 3.130 estudiantes simultáneamente y estará dotado con 40 aulas de docencia, nueve aulas de informática, dos salones de grado, nueve laboratorios, una sala de conferencias, un gimnasio, cinco departamentos, dos talleres de dramatización, tres aulas de música, un laboratorio de sonido, un taller de expresión corporal, una biblioteca, un servicio de atención psicológica, un laboratorio de psicología y una sala de trabajo colaborativo.
Igualmente, y en sintonía con la estrategia de fortalecimiento general del “campus universitario y cultural de Cádiz”, conveniado con el Ayuntamiento, el proyecto incluye la integración del edificio en el barrio de La Viña, donde está ubicado, por medio de dos calles interiores que lo cruzan, que permiten atravesarlo para llegar a la cafetería y acceder a otros servicios del mismo, potenciando “el uso colectivo de la planta baja con elementos compartidos y de usos comunes” gracias “a la nueva fisura de separación” que une las dos partes del edificio (la histórica y la de nueva construcción), que se convierte, así, “en elemento de distribución de la zona de ampliación” y de conexión transversal por el interior del mismo entre la calle Celestino Mutis (trasera) y la avenida Duque de Nájera (en la fachada principal frente a La Caleta), ha apuntado el arquitecto Francisco Reina.
La licitación del proyecto ha sido posible gracias a la transferencia de 700.000 euros realizada en julio de 2015 desde la consejería de Economía y Conocimiento de la Junta y a la cesión del edificio a la UCA por parte de la Diputación a finales diciembre de 2017. El proyecto de licitación se realizaba tras el trabajo conjunto del Vicerrectorado de Infraestructuras y Patrimonio de la UCA y el decanato de la Facultad de Ciencias de la Educación para la elaboración de un informe de necesidades del centro. Además, a lo largo del pasado mes de julio de 2018, la UCA acometía ya distintas actuaciones de consolidación, protección, limpieza y retirada de enseres en el interior del edificio, joya del neoclásico declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Este proyecto lleva aparejado la construcción de las pistas deportivas necesarias para la docencia de las titulaciones, que en principio están planteadas en el Campo de las Balas (que debe ceder el Ayuntamiento), aunque el Gobierno local preferiría que se ubicaran junto al mismo Varcárcel, donde se prevé levantar el hotel de Zaragoza Urbana (y trasladar este al Campo de las Balas).
UN PROYECTO QUE REFLEJA “LA INTEGRACIÓN DE LA UNIVERSIDAD EN LA SOCIEDAD”
En opinión del todavía rector de la UCA, este “proceso complejo” ha sido posible gracias al esfuerzo de muchas personas y a la colaboración institucional. Por este motivo, en su intervención, ha agradecido la labor de la presidenta de la Diputación, Irene García; del diputado provincial Fran González; del alcalde, José María González ‘Kichi’; del Gobierno andaluz, así como del personal del Vicerrectorado de Infraestructuras y Patrimonio y de los servicios de Contrataciones, Gestión Económica, Jurídicos y Gerencia de la UCA por el trabajo realizado.
Al mismo tiempo, ha precisado, que todas “las palabras son de optimismo” para, entre todos, “seguir potenciando este edificio y seguir adelante” con un proyecto que refleja “la integración de la universidad en la sociedad”, por lo que ha considerado “afortunadísima la solución integradora” del proyecto ganador.
González Mazo ha subrayado que el traslado a Valcárcel de la Facultad de Ciencias de la Educación lleva implícito tres objetivos: “homogeneizar las disciplinas impartidas por áreas de conocimiento en el campus de Cádiz (que aglutinaría los estudios en Humanidades, Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud); recuperar para la ciudadanía un edificio patrimonial emblemático; e incorporar a una comunidad universitaria de más de 3.300 personas dentro de un proyecto de fortalecimiento del cinturón universitario de Cádiz en su casco histórico, que contribuirán a la generación de actividad cultural, social, académica, científica y económica en la zona”.
Por su parte, la presidenta de la Diputación gaditana ha señalado que “hoy es un día importante en que se cumplen los sueños” ya que “de las primeras cosas planteadas” cuando llegó a la institución provincial en 2015 fue la dotación de uso universitario público a Valcárcel mediante su cesión a la UCA. Además, Irene García ha precisado que, gracias al trabajo de todos, “en donde la Diputación ha sido una parte”, ha sido posible “convertir el sueño compartido en un reto complicado” que se convertirá “en un atractivo para que vengan más estudiantes a la ciudad y para recuperar para el barrio y la zona un motor económico y un patrimonio magnífico”.
Para el primer teniente de alcalde, Martín Vila, a pesar de que “el camino no ha sido fácil”, se ha demostrado que “con voluntad técnica y política y cuando las administraciones suman juntas se consiguen resultados y proyectos” para la ciudadanía ya que “cuando vamos unidos llegamos más lejos y mejor”. En este caso, “la recuperación de una joya para la ciudad después de un paréntesis de 15 años”.