El rector de la Universidad de Cádiz y el consejero de Economía de la Junta han firmado el convenio específico para articular la subvención para la creación del llamado Centro de Transferencia Empresarial, que se ubicará en el desde hace años abandonado edificio El Olivillo, en Cádiz. El proyecto, que se nutrirá de fondos europeos de la ITI, requerirá más de 6,5 millones de euros, de los cuales 4,5 ya han sido recogidos en los presupuestos de la Junta para 2017.
El rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, y el consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, han firmado, en un acto presidido por el vicepresidente andaluz, Manuel Jiménez Barrios, el convenio específico para articular la subvención nominativa para la creación del llamado Centro de Transferencia Empresarial (CTE), que se ubicará en el desde hace años abandonado edificio El Olivillo, en Cádiz; cuya memoria económica-técnica asciende a los más de 6,5 millones de euros, de los cuales 4,5 ya han sido recogidos en los presupuestos de la Junta para 2017. Dinero que proviene de los fondos europeos de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI) de Cádiz.
El acuerdo se escenificaba el pasado viernes, tan sólo tres días después de que el Consejo de Gobierno de la Junta haya autorizado la concesión de esta ayuda directa. Igualmente, recientemente la UCA sacaba a licitación la obra del proyecto de rehabilitación; el plazo de presentación de ofertas se cierra este 22 de mayo.
De esta forma y una vez concluidas las obras, la Universidad gaditana podrá materializar una de sus prioridades estratégicas en el capítulo de infraestructuras: “disponer de unas instalaciones modernas, dotadas y funcionales que constituyan el espacio de interacción necesario entre la universidad y los sectores empresariales, industriales y económicos del entorno a través de un centro de transferencia del conocimiento donde se acometan y resuelvan las necesidades de innovación de las empresas”.
En opinión del rector de la UCA, que ha agradecido “la confianza” del Gobierno andaluz y la “simbología” de la recuperación de El Olivillo para la Universidad y la provincia, el hecho de haber llegado al momento de la firma del convenio es una clara evidencia “de la responsabilidad y generosidad de muchos servidores públicos” que se han volcado “en un proyecto colaborativo”, enmarcado, en este caso, “dentro de la estrategia ITI y del interés de apostar por la innovación en esta provincia”.
Desde su presentación en marzo de 2016, González Mazo ha recordado que en la UCA “hemos trabajado con intensidad muchas personas”, por lo que ha agradecido la labor de los vicerrectorados de Transferencia e Innovación Tecnológica y de Infraestructuras y Patrimonio, así como a Gerencia y a los servicios de Gestión Económica, Contrataciones y Jurídicos de la UCA por la labor realizada.
Con la puesta en marcha de este CTE, a decir del rector, a la UCA “le cae la gran responsabilidad ejecutar las obras y de convertir el edificio en un espacio de participación de investigadores, administración y empresas” para, “con el esfuerzo de todos, poner a Cádiz cada vez más cerca de otras provincias andaluzas que cuentan desde hace años con un centro de transferencia de estas características”.
Por su lado, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, el vicepresidente de la Junta ha expresado su “satisfacción” por la sustanciación de un proyecto “destinado a ligar la empresa y la Universidad, para que ese vínculo permita que haya mayor competitividad, mayor capacidad de innovar y de emprender”. Según ha explicado, esta iniciativa supone poner en valor un edificio, como El Olivillo, “en torno al conocimiento y a la I+D+i, para aprovechar el capital científico y la capacidad técnica de la Universidad al servicio de la creación de empleo en la provincia de Cádiz”.
Igualmente, ha interpretado que El Olivillo cumple “dos misiones”, por una parte, “poner las bases” para que la incipiente salida de la crisis-estafa “sea sólida, con solvencia y anclada en las actuaciones que necesita esta provincia” y, por otra, “ayudar a resolver situaciones aún no resueltas como el caso del edificio de El Olivillo”, que se encuentra en una situación de ruina técnica.
Y el consejero de Economía, Ramírez de Arellano, ha subrayado la “importancia estratégica” del Centro de Transferencia Empresarial para la provincia gaditana, generando la conexión entre el mundo del conocimiento –representado por una universidad con más de 1.000 investigadores como la UCA- y el tejido productivo, con el objetivo de impulsar a una economía competitiva e internacionalizada.
EL OLIVILLO, UN EDIFICIO SINGULAR EN RUINA TÉCNICA
La rehabilitación de El Olivillo, un edificio catalogado y protegido patrimonialmente en pleno casco histórico, constituye, según apuntaban meses atrás desde Planho Consultores –que redactó el proyecto básico-, “una gran complejidad técnica” ya que debemos “demoler la estructura pero respetando la fachada y el lenguaje arquitectónico del proyecto original, ampliando la construcción por detrás sin alterar la visión del edificio” que es, por otra parte, “de una enorme relevancia y singularidad para la ciudad”.
El Olivillo ocupa una parcela de 1.551 metros cuadrados, con 4.150 m2 construidos y distribuidos en sótano, cinco plantas y ático. El Centro de Transferencia Empresarial albergará en su día servicios de apoyo y asesoramiento para la innovación y desarrollo territorial (asesoría legal en innovación para empresas, consultoría en I+D+i, gestión de proyectos de innovación y asesoramiento tecnológico, Oficina de Proyectos Europeos, Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación, Oficina de Prácticas de Empresas y Empleo, así como las cátedras externas UCA); servicios de transferencia e innovación para las empresas (Fabricación Virtual. Ingeniería y Tecnologías de Diseño, Desarrollo y Simulación de Productos y Procesos Industriales, Ensayos no Destructivos, Instrumentación y Monitorización Inteligente, Ambiental y de Procesos Industriales, Fabricación Aditiva, Robótica Avanzada, Energías Renovables Marinas, Desarrollo y Diseño de Alimentos Agromarinos y Biotecnología de Algas); servicios de apoyo a los emprendedores (vivero para Empresas de Base Tecnológica –EBT- y empresas innovadoras, servicio de apoyo a emprendedores y las dependencias del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial –CADE- de la Junta de Andalucía, así como la oficina de I+D+i de la Confederación de Empresarios de Cádiz –CEC-); y servicios comunes (dependencias de apoyo administrativo y técnico y uso de equipamientos).
Este singular edificio fue proyectado en 1937 por el prestigioso arquitecto Antonio Sánchez Esteve, que termina su construcción en 1943. Propiedad de la Junta de Andalucía, fue cedido a la Universidad de Cádiz en 1998. Tras más de 20 años cerrado, un informe técnico lo declara en ruina técnica en 2014. Está incluido en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz con nivel de protección tres. Es considerado un ejemplo de arquitectura racionalista en Andalucía.
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