El Cádiz, tras superar la primera ronda copera en Lepe con solvencia, recibió en la tarde del domingo en el Carranza a La Roda con la única idea en mente de ganar y mantener el liderato. Y aunque la superioridad de los de Calderón fue patente durante gran parte de los noventa minutos, no fue su partido ante un inocente conjunto visitante que veía como victoria el llevarse un punto del campo de un gallito. Y lo logró. Un 0-0 que sabe a derrota. Pero queda mucho.
Con la satisfacción del deber cumplido del 0-3 en Lepe de entre semana que sirve para dar el primer paso adelante en la Copa del Rey –este miércoles día 10 ya en casa toca eliminar en la segunda ronda al CD Lealtad asturiano si se quiere hacer algo “histórico”, como reclama el presidente Manuel Vizcaíno-, el Cádiz recibió en la tarde del domingo en el Carranza a La Roda -que descendió la pasada temporada a Tercera, pero que retornó a Segunda B en los despachos- con la única idea en mente de ganar y mantener el liderato del Grupo IV. No pudo ser.
De inicio, Antonio Calderón dejaba en el banquillo tanto a Airam, recuperado de sus molestias, como a Navarrete, que ya ha regresado de Chile con su permiso de trabajo en regla. Y en el minuto 1, Kike Márquez caía en el área, en un posible penalti. Un comienzo fulgurante de choque –ante unas 9.000 personas en la grada- al que le siguió mucho control de la pelota pero apenas ocasiones de peligro, ni disparos a puerta…; mientras el conjunto rojillo, más bien pasivo, hacía lo que podía frente a un rival superior. Y con modestia, incluso estuvo a punto de adelantarse sobre el minuto 30.
Cinco minutos después, en una contra –con La Roda más asentada, sacudiéndose el dominio local e inquietando a la afición que amagaba con la primera pitada de la temporada-, Villar fallaba una oportunidad inmejorable de abrir el marcador; a continuación el cabezazo de Márquez rematando un córner se iba alto; y poco después de nuevo el onubense disponía de dos nuevas ocasiones. Se ve que con el despertar del equipo visitante, el Cádiz se ponía las pilas en la recta final extraña de la primera parte.
El encuentro se reinició denso, tras el descanso, sin ideas claras para traspasar el muro manchego; a medida que los minutos avanzaban junto a las urgencias de los de casa, y la afición reclamaba a Airam. Dicho y hecho. Ni cumplido el 15, Calderón recurría al canario –por Kike Márquez- y a Kike López –por Migue García-. Este, en su primer contacto con el balón, gozaba de una ocasión interesante, y animaba a la grada.
Con los de casa desesperándose –jugadores y grada-, un árbitro mejorable y La Roda más pendiente de perder tiempo –con todo, en el 30 dieron el susto de la tarde y Aulestia tuvo que sacar una buena mano-, se confiaba en Navarrete –que debutaba en liga- como revulsivo para desatascar este enredo en el último cuarto de hora. Pero fue insuficiente. Ni el medio-acoso de última hora ni los cinco minutos de tiempo extra. El Cádiz certificó una mala tarde y no pudo marcar, y se debe conformar con un escaso punto, teniendo en cuenta la diferencia de nivel con el rival. Pero esto es Segunda B.
La semana entrante –tras el partido de Copa del miércoles- habrá oportunidad de recuperar el primer puesto de la clasificación en Marbella, en un partido que, en principio, será televisado por 8TV. No hay que ponerse nervioso, que estamos en la tercera jornada. DIARIO Bahía de Cádiz