El ansiado y demorado Museo del Carnaval de Cádiz da otro pasito adelante, tras lograr en los últimos años fondos tanto del Estado como de la Junta de Andalucía. La Junta de Gobierno Local ha aprobado, de cara a su licitación, el pliego de cláusulas técnicas y administrativas para las obras de rehabilitación del Palacio de los Marqueses de Recaño, junto a la Torre Tavira, en pleno casco histórico: lugar elegido por el Gobierno municipal liderado por José María González ‘Kichi’ para crear este espacio para la fiesta por antonomasia de la ciudad, que acaba de recibir la catalogación formal de Bien de Interés Cultural (BIC).
Los trabajos a licitación salen por más de 2,4 millones de euros y un plazo de ejecución de 16 meses. Estas obras son previas y necesarias para su posterior acondicionamiento como centro de interpretación del Carnaval de Cádiz.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, ha recordado que del presupuesto de estas obras, casi 1,2 millones corresponden fondos propios del Consistorio y cerca de 1,3 millones se sacan del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, aprobados meses atrás en el marco de la convocatoria publicada en junio de 2018.
“Este el primer paso en firme para materializar este proyecto que la ciudad lleva tantos años esperando y que servirá para que el Carnaval tenga por fin su centro de interpretación. Un lugar en el que conocer la fiesta, los orígenes, las particularidades de uno de los carnavales más importantes del mundo”, ha incidido la edil responsable.
En paralelo, se va a ir avanzando en el proyecto y la licitación de musealización “para que, en cuanto esté culminada la rehabilitación (que si no hay demasiados obstáculos, debería estar lista más o menos a mediados de 2021), se pueda seguir con la siguiente fase”. Para el museo en sí, Cazalilla ha anotado que “contamos de momento con el 1,1 millones de euros que logró este Ayuntamiento de los fondos de la ITI de la Junta de Andalucía tras participar en el modelo por concurrencia competitiva (dentro del programa llamado ITI Cultural)”; mientras la misma administración autonómica otorgaba directamente mayores cantidades de estos fondos europeos para los proyectos del Museo de Camarón o el Museo del Flamenco, en San Fernando y Jerez, respectivamente.
Al respecto, la concejala de Adelante ha dejado caer que después de que la Junta aprobara esta misma semana la declaración de Bien de Interés Cultural al Carnaval de Cádiz, “esperamos que hagan una apuesta firme por este museo ya que prácticamente está obligada a hacerlo para materializar este apoyo a la fiesta. Al menos en los mismo términos que ha hecho con otros museos que recibieron subvenciones finalistas”.
UN EDIFICIO Y UN PROYECTO CON “HISTORIA”
El Museo proyectado nace con la vocación de ser un espacio para la exhibición, investigación, documentación, formación, difusión y transmisión de conocimientos y valores a través de una perspectiva distinta y singular, bajo el prisma del Carnaval de Cádiz. Entre otras cuestiones, destaca su apuesta por el uso de las nuevas tecnologías de aplicación expositiva, potenciando los recursos innovadores que faciliten un contacto profundo y único con el espectador.
El proyecto, esbozado desde hace meses por el actual Gobierno local, novedoso en cuanto a lo que llevaban planteando el anterior Ejecutivo de derechas durante años, sin avanzar, ha recibido más de una veintena de apoyos, entre los que destacan el Aula de Cultura del Carnaval, el Colectivo de Autores Independientes, la Asamblea Honoraria Antifaces de Oro, la Asociación de Autores del Carnaval, la Asociación de Profesionales y Artistas Plásticos del Carnaval de Cádiz, la Asociación de Empresas Turísticas de Cádiz, así como la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Cádiz (Horeca), entre otros.
El Ayuntamiento defiende la idoneidad de este futuro Museo del Carnaval (“una solución más económica que tener construir un edificio de nueva planta”) que será “una pieza indispensable dentro de la oferta turística de la ciudad” y “dinamizador de la economía local”, ya que desde el propio diseño y conceptualización, el proyecto ya se convierte en “motor generador de empleo”, pues al tener un importante componente divulgativo y formativo, hace que sean necesarios muchos perfiles profesionales, que se sumarán a los empleos directos que se generen para el correcto funcionamiento del museo (se hablan de hasta 11 puestos de trabajo).
El Palacio de los Marqueses de Recaño, junto a la Torre Tavira, es un edificio con 2.000 metros cuadrados útiles (hoy de propiedad municipal) del siglo XVIII, sin uso desde hace unos años, calificado como BIC. La intención es modificarlo lo menos posible y respetar su ornamentación. El museo proyectado contemplaría además de la exposición permanente, un auditorio, archivos, cabinas de audición y visionado, talleres de conservación y restauración, salas de investigadores, aulas, o incluso en el altillo la intención es recrear un ‘lavaero’.
Se sitúa en el número 10 de la calle Marqués del Real Tesoro y se encuentra a 400 metros de la plaza del Corralón, en el barrio de La Viña, y a la misma distancia del Gran Teatro Falla; además de a unos 70 metros de la casa natal de Antonio Rodríguez, el Tío de la Tiza, en la calle Rosario Cepeda.
Dispone de planta baja, entreplanta y tres plantas. Al edificio original se le añadió posteriormente un anexo donde se ubicó el colegio de Jesús, María y José, cuyas aulas hicieron las veces de camerinos entre los años 87 y 90 y durante la preselección del 91 del siglo pasado, cuando el concurso de agrupaciones se trasladó al Teatro Andalucía con motivo de la rehabilitación del Falla. Su último uso fue el de sede del Conservatorio de Música Manuel de Falla. Fue devuelto por parte de la Junta tras la puesta en marcha de la Casa de las Artes en el barrio de Astilleros.
El antiguo Palacio fue levantado hacia 1730 en la zona más elevada del casco histórico. Sigue el esquema habitual de las casas de cargadores a Indias, que en esta ocasión se adapta a los gustos del barroco dieciochesco, caracterizado fundamentalmente por el afán de verticalidad.
La idea de abrir en la ciudad el Museo del Carnaval es una iniciativa en la que se trabajaba a varias bandas desde 2002 (de hecho se creó con dicho objetivo la Fundación 1884 Casa Museo del Carnaval de Cádiz), inicialmente con la implicación de la Junta, aunque se desvinculaba en los últimos años.
Durante los mandatos del PP y Teófila Martínez como alcaldesa, se proyectó este equipamiento, reivindicado regularmente en las coplas por febrero, en la plaza de la Reina, en la Viña, para posteriormente prometerse en la plaza Guerra Jiménez junto al mercado central, y volver otra vez a la primera ubicación que se planteó. Incluso se convocó un concurso que ganó el arquitecto Rafael de Giles, y cuya propuesta luego se descartó.