UPyD sigue y seguirá a pie de calle en Cádiz recogiendo las propuestas que resumirán “dónde piensan los gaditanos que será mejor invertir los 20.000 euros diarios de todos que el Ayuntamiento gasta en autobombo con el único fin de captar votos y perpetuarse en el poder”. Esta formación considera que el uso que hace el actual Gobierno de Teófila Martínez de la publicidad institucional “sobrepasa lo ético, máxime cuando hablamos de un Ayuntamiento tan endeudado como el nuestro y en una ciudad con tasas de pobreza inasumibles”.
UPyD asegura que sigue y seguirá a pie de calle en Cádiz recogiendo las propuestas que resumirán “dónde piensan los gaditanos que será mejor invertir los 20.000 euros diarios de todos que el Ayuntamiento gasta en autobombo con el único fin de captar votos y perpetuarse en el poder”.
Al respecto, el alcaldabe de la formación magenta, Felipe Marín, junto a miembros de la formación, continuaron días atrás recogiendo propuestas sobre dónde invertir el dineral que, al día, se gasta el actual equipo de Gobierno del PP en propaganda institucional, y encima, sólo en medios de comunicación escogidos.
Redestinar los recursos al fomento del empleo, al acceso a la vivienda, en comedores infantiles, en limpieza, en el fomento del comercio o a la formación de jóvenes fueron algunas de las ideas más destacadas que se han podido recoger entre los vecinos, según se ha señalado en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Asimismo, Marín dice haber podido comprobar de primera mano el “malestar general” entre la ciudadanía “por algo que debería estar desterrado de cualquier gestión pública, el uso partidista de los fondos públicos y de la radio-televisión pública y el destino de ingentes cantidades de dinero para promocionar sus glorias de Cortadura hacia adentro”.
“Si bien la publicidad institucional es necesaria como fin de interés general para promocionar cosas tan esenciales como pudieran ser servicios sociales –agrega desde el partido de Rosa Díez-, el uso que de ella hace el equipo de Teófila Martínez es un uso que sobrepasa lo ético, porque es una publicidad machacante por su repetitividad y su continuidad en el tiempo”.
“Además es despilfarradora, máxime cuando hablamos de un Ayuntamiento tan endeudado como el nuestro y en una ciudad con tasas de pobreza inasumibles”, denuncia Felipe Marín.
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