La Policía Local va a poner en marcha en la ciudad de Cádiz una campaña contra el uso del teléfono móvil durante la conducción. Será llevada a cabo por los motoristas con la ayuda del centro de control del tráfico, desde donde igualmente se podrá denunciar a los conductores por llamar o mandar mensajes mientras están al volante.
La Policía Local va a poner en marcha en la ciudad de Cádiz una campaña contra el uso del teléfono móvil durante la conducción.
El número de accidentes de tráfico por distracción, y más concretamente por el uso del móvil durante la conducción, tanto en España a nivel general como en Cádiz de manera particular, ha aumentado considerablemente, por lo que se ha decidido poner en marcha esta campaña contra esta infracción una vez finalizado el Carnaval, a partir del 26 de febrero.
Según señalan desde el Ayuntamiento en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, la campaña será llevada a cabo por los motoristas con la ayuda del centro de control del tráfico, desde donde igualmente se podrá denunciar a los conductores por este motivo. Por todo ello, y “con el objetivo primordial de reducir el número de accidentes de tráfico por este motivo”, la Policía Local pone en marcha esta iniciativa.
El uso del teléfono móvil supone desviar la atención varios segundos en los que el vehículo recorre muchos metros (en función de la velocidad) sin que el conductor pueda percatarse, por ejemplo, de que el vehículo que le precede ha frenado, que el semáforo ha cambiado a la fase roja o que un peatón se dispone a cruzar la calzada, entre otras eventualidades.
La distracción estuvo presente en 2013 en el 38% de los accidentes de tráfico con víctimas. Los más novedoso, dentro de esta infracción, es el uso de la mensajería instantánea (whatsapp) o la realización de fotos así mismos (selfies) durante la conducción, los cuales multiplican por 24 el riesgo de accidente, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Conducir hablando por teléfono equivale a hacerlo con una tasa de alcohol de 1gr/litro de sangre, es decir, al doble de lo permitido; y en el caso del envío de mensajes, los conductores agachan la cabeza para leer el contenido e incluso para escribir unas palabras, con el consiguiente peligro que todo ello conlleva al retirar la vista de la circulación durante varios segundos.
El Reglamento General de Circulación en su artículo 18 prohíbe durante la conducción la utilización de cualquier dispositivo de telefonía móvil, sancionado con 200 euros y retirada de tres puntos (se incluye al conductor parado momentáneamente en un semáforo), a no ser que para ello no empleen las manos ni se usen cascos.