Las imágenes del recibimiento de aficionados del Cádiz CF a su equipo a la llegada al estadio Carranza en los prolegómenos del partido frente al Fuenlabrada de este sábado, en el que se podía certificar el ascenso a Primera (finalmente se perdió, y habrá que esperar) siguen siendo triste noticia a nivel nacional y más allá para lamentar y reprochar la aptitud de los congregados (en una llamada realizada por Brigadas Amarillas), por el mero hecho de reunirse a animar a los suyos… aunque en plena pandemia del coronavirus, cuando las autoridades sanitarias ruegan evitar actos multitudinarios. Se leen titulares como: “Aglomeraciones e irresponsabilidad en el recibimiento al Cádiz antes de su posible ascenso”; “Peligroso recibimiento de cientos de aficionados del Cádiz sin mascarillas ni distancias de seguridad ante el coronavirus”; o “La distancia de seguridad no existe en Cádiz”.
Pese a las críticas que siguen llegando de todos los ámbitos y sectores, también desde la propia afición cadista, la Policía Nacional tiene claro que el dispositivo planteado en los aledaños del estadio “era el adecuado”. Se calcula que hubo cerca de 2.000 personas en los alrededores.
“El dispositivo encaminado a la entrada de los equipos con mucha afluencia de público se hizo con normalidad. Una vez entró el Cádiz los aficionados se marcharon”, indican desde la misma Policía en un breve comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En cuanto a la salida de los equipos ya cerca de la madrugada, tras la derrota de los amarillos y nada que celebrar en la ciudad, de momento, se añade que igualmente se realizó “con normalidad” y “poca afluencia de público”. En este caso, se anota, “sí se corrigieron comportamientos, como el de un grupo de 10 jóvenes insultando a los jugadores”.
Ante las quejas también respecto a este dispositivo policial (hay quienes no se cortan al reclamar a través de las redes sociales que los agentes actúen para dispersar a la gente pese a que no se esté incumpliendo ninguna ley ni cometiendo ningún delito), la Policía Nacional repite que “era el adecuado para el desarrollo deportivo”.
“No hay dispositivo posible para actuar con medidas coercitivas para el uso de la mascarilla. No es oportuno, ni congruente, ni proporcional meter en medio de la muchedumbre a los policías para sancionar a los que incumplían las medidas, hubiera provocado una alteración grande de orden público difícil de controlar y restablecer”, se subraya. Eso sí, en cuanto descendió el nivel de concentración máxima, se afirma, “se fueron corrigiendo las conductas de los aficionados sobre las medidas de distanciamiento social y uso de mascarilla”.
En la reunión previa de la Junta de Seguridad Local se estableció que agentes de la Policía Nacional acompañaran la entrada y la salida del autobús amarillo. Para controlar que todo transcurra “con normalidad”, se contó con tres equipos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR, los antidisturbios) y el apoyo de la Unidad de Caballería de Sevilla.
“Seguimos conviviendo con el virus, podemos expresar nuestra alegría, pero siempre extremando las precauciones y actuando con mucha prudencia. La responsabilidad ciudadana nos hace avanzar hacia la normalidad, por lo que es necesario cumplir con las normas para no retroceder”, remarcaba el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, horas antes del partido; una llamada a la “responsabilidad” del cadismo que también hacían desde el Ayuntamiento y el propio alcalde, José María González ‘Kichi’.