La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz ha colocado un vinilo en uno de los laterales del exterior acristalado de la Piscina de Astilleros, el más próximo al parque Celestino Mutis, buscando que las aves no impacten contra el mismo. La misma concejala responsable, Rocío Sáez, en compañía de ecologistas y ornitólogos, presentaba días atrás esta iniciativa “para la preservación de la avifauna local”.
Esta modesta actuación viene determinada por la manera en la que la mayoría de las aves perciben visualmente su entorno, supeditada por la disposición de los ojos a ambos lados de la cabeza, quedando limitada su visión estereoscópica y espacial. Ello condiciona la capacidad de detectar en numerosas ocasiones las barreras físicas que suponen los edificios acristalados, conllevando una elevada mortandad consecuencia del impacto producido.
“Un 10% de la población de aves en España residen en el medio urbano y en los últimos 20 años se ha reducido la población un 18%, y aproximadamente 100 millones de pájaros mueren en el mundo por impactos contra cristales”, ha alertado Sáez.
Y es que, argumenta la edil izquierdista, el cristal se les presenta a los pájaros como “una trampa mortal como resultado de tres factores: la capacidad de transparencia, la cualidad de reflejar aquello que le rodea y el efecto de atracción que produce la luminosidad del interior”. El factor de reflexión es el que mayor incidencia tiene en el edificio de la Piscina de Astilleros, pues se enmarca en un contexto con abundante presencia de arboleda del anexo Parque Celestino Mutis y con disposición de fácil reflejo del cielo.
Así, identificado este lateral de dicho equipamiento municipal como “punto negro de colisión”, desde el Área de Medio Ambiente se han estudiado medidas correctoras para implantarlas y evitar futuros impactos de la avifauna local y migrante. Y tras analizar posibles soluciones, se ha optado por distribuir a lo largo del acristalamiento láminas de vinilo impresas en tiras verticales de color gris. Las características del vinilo seleccionado, su diseño y distribución “permitirán a las aves detectar el cristal”, se asevera en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Sáez comprobaba in situ el resultado de la implantación de este vinilo en compañía de ecologistas y ornitólogos a los que ha agradecido su implicación en este asunto. En concreto, ha destacado las propuestas de trabajo presentadas por Agaden-Ecologistas en Acción y fundamentalmente las aportaciones de los ornitólogos gaditanos Manuel Jiménez Cintado, técnico ambiental en parques eólicos; Alberto Álvarez Pérez, anillador experto del Centro de Migración de Aves; José María Lubián Romero de Agredano, ornitólogo cofundador de Agaden; así como las colaboraciones de las asociaciones El Verderón Mutado y GEA-Cádiz.
SE PREPARA UN PLAN DE GESTIÓN DE LA AVIFAUNA LOCAL
Posteriormente, se protagonizaba en el cercano Parque Celestino Mutis un acto simbólico consistente en la suelta de cuatro ejemplares de verderón común (Chloris chloris), “especie que aportará beneficios ecosistémicos a la ciudad”.
Ambas medidas “se enmarcan dentro del plan de gestión de la avifauna en Cádiz, que vamos a presentar próximamente en la Mesa de Patrimonio Natural del Consejo Local de Medio Ambiente y Movilidad y en el que recogemos diversos programas de gestión de avifauna e iniciativas que llevaremos a cabo desde Medio Ambiente con la finalidad de preservar la avifauna local y migrante”, ha avanzado la edil responsable.
Dicho plan municipal, que dispondrá de una vigencia de cinco años, recoge muchas de las inquietudes del tejido social de la ciudad sensible con las aves, e integra estudios para el conocimiento de la avifauna local, adaptación de zonas verdes a la avifauna, evaluación y medidas correctoras por mortalidad anómala, recuperación de aves silvestres capturadas, favorecer el tránsito y la expansión durante los períodos migratorios, reducir las posibles molestias humanas en los puntos de cría y establecer nidales artificiales como complemento y/o alternativa, campañas de información y sensibilización a la ciudadanía, concienciar a capturadores de aves silvestres sobre liberación, favorecer el asentamiento de halcones peregrinos, adquisición de recursos materiales, gestión de aves heridas y promoción de un turismo ornitológico.