La concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cádiz ha presentado públicamente la segunda fase del Plan Estratégico que se está elaborando con el fin de optimizar el trabajo de esta área y mejorar el servicio que presta a la ciudadanía. La primera fase se culminó el pasado diciembre, y se espera tener antes del verano la tercera fase y definitiva. Se resalta la necesidad de mejorar las sedes, reorganizar internamente el trabajo y transitar hacia un modelo de intervención más integrador.
La concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cádiz ha presentado hace unos días, en un acto público celebrado en el salón de actos del Instituto de Fomento, Empleo y Formación (IFEF), la segunda fase del Plan Estratégico que se está elaborando con el fin de optimizar el trabajo de esta área y mejorar el servicio que presta a la ciudadanía.
Al inicio del acto, la concejala responsable, Ana Fernández, explicaba que en esta nueva fase “se ha analizado en profundidad la gestión y el funcionamiento interno de Servicios Sociales, y este trabajo ha dado como resultado un informe de 148 páginas”. La parte técnica era detallada en el acto por el técnico de la concejalía Gabriel Robles.
Para desarrollar esta fase se ha consultado al personal técnico de Asuntos Sociales, a personas usuarias de estos servicios y a las entidades sociales, “porque nos parecía importante conocer su opinión, sus quejas y demandas sobre el funcionamiento de esta delegación tan importante, que mueve a tanto personal y presta servicio a muchas personas de la ciudad”.
Se resaltan tres aspectos importantes que se extraen del estudio. Por un lado, los espacios que sirven de sedes a Servicios Sociales “presentan carencias en lo estructural, en lo referente a temas como la accesibilidad, y no son edificios amables para atender a esta población, que es la más vulnerable. Es por ello que se ha puesto de manifiesto la necesidad de tener equipamientos “más amables y acogedores” para esas personas que acuden a solicitar ayuda”.
Asimismo, los técnicos han puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar “un modelo diferente de trabajo que permita mejorar su capacidad de autoorganización y huir de los procesos demasiado estandarizados”.
Y por último, se ha abogado por un cambio de modelo de intervención. “Esto es algo que desde el equipo de Gobierno plantemos desde el principio, porque partimos de un modelo asistencial que tuvo sentido en un momento, pero ahora ya no sirve y es necesario transitar hacia uno más integrador y en el que las personas tengas un espacio de corresponsabilidad, y así esta delegación se convierta en un espacio de derecho”, ha afirmado Fernández.
En el acto de presentación de esta segunda fase del Plan Estratégico se señalaron las tres siguientes metas: mover la organización hacia un modelo de intervención frente a prácticas más asistencialistas; situar los derechos sociales de los ciudadanos como prioridad de las políticas y acciones de la institución; y fortalecer internamente a los Servicios Sociales a través de una trabajada reorganización y planificación de servicios e inevitablemente, una eficiente burocratización.
EL PLAN ESTRATÉGICO DEFINITIVO, PARA ANTES DEL VERANO
Aún está pendiente una tercera fase en la que se utilizará toda la información recabada para la realización del Plan Estratégico propiamente dicho, con las líneas estratégicas a realizar a corto, medio y largo plazo. Para ello, se ha marcado como fecha tope el próximo mes de junio. La primera fase, de identificación de la situación y tendencias, se presentó a mediados del pasado mes de diciembre.
Con este Plan Estratégico, indican desde el Ayuntamiento en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, se persigue recopilar y describir la situación de la ciudad a través de los indicadores sociales fundamentales, identificar las causas y dinámicas que inciden en los procesos de exclusión social, describir las estructuras de valores, pensamientos y normas colectivas de acción social de la población, detectar las necesidades y limitaciones que en materia de asuntos sociales perciben los ciudadanos, usuarios, agentes sociales y profesionales, introducir el proceso de diagnóstico metodologías participativas de investigación para potenciar la presencia de la ciudadanía y los actores claves en la construcción de aquellos planes, programas y servicios que pueden afectar su futuro y, por último, construir colectivamente las propuestas de intervención social sobre las problemáticas que abarcan los servicios sociales y para la profundización en los derechos de la ciudadanía.
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