El cupón de los ciegos del lunes 24 de enero está dedicado a los tres siglos de la Catedral de Cádiz. El director de la ONCE en Cádiz, Alberto Ríos, y al deán de la Catedral, Ricardo Jiménez, ha presentado la imagen del boleto que incluye una foto de la seo y la leyenda ‘300 años de la Catedral de Cádiz’.
Ríos se ha mostrado “muy orgulloso” de llevar “la joya del patrimonio gaditano” a todo el Estado a través del cupón de la ONCE (y su habitual tirada diaria de 5,5 millones), “el mayor instrumento de solidaridad que tenemos, motor de inclusión y de ilusión para nuestra sociedad”.
Durante el acto, el deán de la Catedral ha agradecido a la Fundación ONCE por haberse acordado de esta efeméride “tan importante para la Iglesia y el pueblo de Cádiz”. “Nos alegra y nos llena de orgullo que la imagen de nuestra Catedral aparezca en todos los quioscos de España. Siempre queremos que la Catedral de Cádiz sea conocida porque creemos que es un monumento bellísimo que lo merece y que expresa la grandeza de la fe histórica y presente del pueblo gaditano; servirá para que crezca el cariño hacia la Catedral y que muchas personas se interesen por ella y se animen a visitarla”. Además, Ricardo Jiménez ha subrayado el apoyo de la Iglesia católica a la labor de promoción social que realiza la Organización Nacional de Ciegos Españoles.
Por su parte, el director provincial de la ONCE ha reivindicado Cádiz como un “referente principal del patrimonio cultural andaluz” y ha recordado que la riqueza que conserva esta catedral “implica conciencia de un patrimonio compartido y un compromiso común para su conservación y transmisión a las generaciones futuras”. En este sentido, ha abogado por aprovechar este aniversario para reforzar la implicación de los poderes públicos y la sociedad civil en la protección y conservación del patrimonio.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se repasa que este edificio de la santa y apostólica Iglesia Catedral de Cádiz, Santa Cruz sobre el Mar (aunque los gaditanos la denominan ‘catedral nueva’), sede episcopal de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, comenzó a construirse en 1722 y las obras (que se alargaron 116 años) terminaron en 1838. Las distintas crisis económicas que se alternaron en ese siglo, a causa de las invasiones francesas y la posterior pérdida del poder sobre América, dieron a la catedral nueva un estilo variado, entre el barroco, rococó y el neoclásico.
Los materiales que se emplearon fueron muy variados: así se puede observar mármol genovés para los diferentes altares y puertas, jaspe, y piedra caliza y piedra ostionera para los muros exteriores.