Equo, y colectivos como Agaden, consideran la actualizada ordenanza de tenencia de animales del Ayuntamiento de Cádiz como “una oportunidad perdida para haber hecho de la ciudad un referente a nivel nacional de la defensa del bienestar y los derechos de los animales”. Se critica que apenas se han admitido “unas pocas” alegaciones de entidades implicadas y que tampoco se avanza en la consecución del sacrificio cero ya que “queda tan solo en un deseo sin ningún respaldo legal”.
Equo ha tachado la nueva ordenanza de protección, tenencia y defensa de los animales domésticos y de compañía del Ayuntamiento de Cádiz, que entró en vigor el pasado 27 de abril, sustituyendo a la de 2002, como “una oportunidad perdida para haber hecho de la ciudad un referente a nivel nacional de la defensa del bienestar y los derechos de los animales”.
El coportavoz de Equo Cádiz, Miguel Ángel Castellano, apunta en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que las ordenanzas aprobadas definitivamente “no han tenido en cuenta las aportaciones de los colectivos implicados en el bienestar animal de la ciudad y no suponen un avance significativo respecto a las anteriores”. Así, lamenta que de las más de 40 alegaciones presentadas al texto inicial por esta formación, junto con Agaden y Kimba, “tan solo unas pocas se han tenido en cuenta en la redacción final”.
Para el partido verde, la nueva ordenanza sigue sin regular las colonias felinas existentes “a pesar de que es una realidad que se lleva gestionando desde hace más de una década”, dejando de nuevo en el limbo jurídico a las personas y colectivos que trabajan con ellas.
Además, en palabras de la coportavoz de la red de los derechos de los animales de Equo, Anabel Marín, “el texto aprobado no avanza en la consecución del sacrificio cero que queda tan solo en un deseo sin ningún respaldo legal. No se ha querido ampliar los plazos mínimos para lograr la adopción de los animales perdidos o abandonados custodiados por el Ayuntamiento ni se ha creado una bolsa municipal de adopciones que facilite y agilice encontrar un hogar para los animales como alternativa al sacrificio”.
Por otro lado, Equo pregunta a qué espera el bipartito de Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común para poner en marcha la ya creada concejalía de Bienestar Animal, “que por ahora tan solo es un nombre vacío de competencias y recursos, o al menos que cree una oficina de bienestar animal dotada con los recursos necesarios para lograr el bienestar de los animales”.
Castellano insiste en que “estas ordenanzas se quedan muy cortitas en temas de actualidad como la prohibición de los circos y espectáculos con animales o la regulación de los animales exóticos. Tampoco define y regula los équidos ni los animales de renta que pasan a ser de compañía como si hacen, por ejemplo, las ordenanzas de Barcelona. Tampoco hace ninguna mención a las peleas de gallos, una triste realidad en nuestra tierra”.
Finalmente, Equo destaca que la declaración de Cádiz como ciudad de los animales “no puede quedarse en un eslogan publicitario, tiene que ser un compromiso firme y real del Ayuntamiento porque así se lo está exigiendo la ciudadanía”.
“LA ORDENANZA HA QUEDADO EN UNA MERA ILUSIÓN”
Igualmente, desde Agaden y Refugio Kimba se opina que “si ciudades como Villena (Alicante), Barcelona y muchos otros municipios españoles están dando pasos agigantados en dirección a la educación, el respeto y la protección de los animales en todos sus ámbitos, en la ciudad de Cádiz, se pierde una oportunidad única de ser pioneros en este campo”.
Y se anota que “la nula regulación de las especies exóticas, la no prohibición de los circos con animales u otros festejos donde implique el uso de los mismos; o lo más básico como es recoger en el objeto de dicha ordenanza, el regular la protección, tenencia, defensa y venta de animales domésticos, de compañía y los considerados potencialmente peligrosos, hacen de la misma una ordenanza más bien propia de los años cuarenta, donde ni si quiera se tenía consideración de animal de compañía”.
Lo que para ambos colectivos es “más sorprendente aún”, es la continuidad de la prohibición de la alimentación a los animales en la calle, o el no reconocimiento de la figura de colonia de gato o el de cuidador.
“Lo que parecía ser una apuesta de futuro en materia de protección, ha quedado en una mera ilusión o en un intento”, se quejan desde Refugio Kimba y Agaden; “la sociedad avanza y con ella la consciencia de la necesidad de proteger y defender a los animales en todos sus ámbitos. Si Cádiz se declaró en el 2015, ciudad amiga de los animales, con estas ordenanzas ha dejado de serlo”.
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