El antiguo aulario La Bomba de la capital gaditana (ahora Edificio Constitución 1812), dentro del ciclo ‘Miradas con lupa’ de la Universidad de Cádiz, acoge este jueves 21, a las 18.30 horas, la presentación de la asociación La Mar de Verde, Huertos Urbanos de Cádiz, junto a un coloquio-debate bajo el título de ‘Los huertos urbanos… ¿una alternativa realista para Cádiz?’.
La Mar de Verde es una asociación creada en 2017 con un doble objetivo: “promover en la ciudad la agricultura urbana y convertirla en un generador de empleo verde para personas desempleadas de larga duración o en riesgo de exclusión social”.
Con ese fin, según se informa a DIARIO Bahía de Cádiz, ha firmado ya un convenio de colaboración con la asociación Nivel por el que se le ha cedido el uso del invernadero situado en el centro Tartessos, para convertirlo en semillero y espacio de formación para los integrantes de este colectivo, habiéndose iniciado allí la realización de pequeñas actividades dirigidas a las personas inmigrantes acogidos en aquel centro o a los mayores de un cercano centro de día.
Igualmente, La Mar de Verde ha tenido ya presencia activa en distintas actividades comunitarias desarrolladas en Cádiz, como la Feria de la Salud realizada en el barrio de La Viña, donde difundió las ventajas de los huertos urbanos.
Además, lleva un año promoviendo, con distintas instancias del Ayuntamiento, la creación de un “huerto escuela” que sirva de motor desde el cual puedan impulsarse por toda la ciudad distintas iniciativas (huertos escolares, pequeños huertos comunitarios en los barrios, huertos verticales, una red de azoteas verdes, etc.) y en el que puedan formarse en el conocimiento de la agricultura urbana las personas que vayan a llevar a cabo esas iniciativas.
La agricultura urbana, se afirma, “es una actividad que ha experimentando una impresionante expansión en los últimos años en la mayoría de las ciudades”, siendo Cádiz “una de las más atrasadas en este sentido”. Así se han multiplicado, por todo el mundo, los huertos urbanos comunitarios, huertos de ocio, huertos verticales, micro-huertos, etc. en zonas urbanas o periurbanas, aprovechando solares en desuso y espacios baldíos.
“Y cada día son más reconocidas las ventajas de estas prácticas, sus beneficios para la educación ambiental, la salud individual y comunitaria, la generación de nuevas formas de producción y consumo ecológicos, el fortalecimiento de la convivencia ciudadana o la creación de oportunidades de empleo verde”, apostilla esta asociación.
El caso de la capital gaditana, se reconoce, es “peculiar” porque carece de suelo de uso agrícola y de solares amplios que permitan una distribución en parcelas y su sorteo o cesión por parte de las administraciones a particulares o asociaciones ciudadanas, que es una de las fórmulas más generalizadas para estos huertos urbanos en otras ciudades españolas.