La eliminación sistemática de las tuberías de fibrocemento de la red de abastecimiento de agua potable de la capital gaditana, avanza. Desde que en 2018 la empresa municipal Aguas de Cádiz pusiera en marcha el plan para sustituir estas conducciones desfasadas, se han retirado del servicio hasta ahora 7,62 kilómetros de estas tuberías, reemplazadas a su vez por otras de material de fundición dúctil, hierro aleado con grafito.
Actualmente, según los datos actualizados en el sistema de información geográfica de la empresa, la longitud de la red de distribución en baja de agua potable que gestiona Aguas de Cádiz es de 181,47 kilómetros. De ellos, aproximadamente 40 kilómetros son de fibrocemento, lo que representa el 22% de la red. Esto supone que desde que se inició el plan, hace apenas tres años, la longitud de red de fibrocemento se ha reducido en un 16%.
En el último año en concreto, en el periodo comprendido entre febrero de 2020 y febrero de 2021, y a pesar de las restricciones de movilidad y del confinamiento domiciliario del primer estado de alarma frente a la pandemia del coronavirus, Aguas de Cádiz ha reducido la longitud de fibrocemento existente en la red en 2,43 kilómetros, principalmente como resultado de actuaciones de mejora en varias zonas como las calles Venezuela y Juan de la Cosa, entre otras.
En este punto, se recuerda en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que no existe legislación o planificación nacional ni internacional que obligue a la “retirada inmediata” del fibrocemento de las conducciones de la red de abastecimiento de agua potable por lo que pueden mantenerse hasta el final de su vida útil. De hecho, “no existe ningún criterio sanitario respecto a las fibras de amianto que debe cumplir las aguas de consumo humano”. Aun así, el Comité Económico y Social Europeo recomienda como plazo para erradicar este tipo de tuberías finales de 2032.
Este plan de eliminación de amianto contemplado en el Plan Director de Infraestructuras de la propia empresa municipal, se está sufragando con fondos propios. Se da respuesta al acuerdo que aprobó por unanimidad el pleno del Ayuntamiento en mayo de 2016.
Desde entonces, Aguas de Cádiz ha ido ejecutando sustituciones en las obras que se han ido realizando en diferentes calles del casco antiguo -Veedor, Santo Domingo, Manzanares y Desamparados- y en extramuros, más concretamente en el paseo marítimo, en donde se han aprovechado las obras de construcción del carril bici para cambiar las conducciones. Actuar de esta forma coordinada ha supuesto para la empresa “y, por lo tanto, para todos los ciudadanos”, un ahorro considerable en la inversión a la vez que se evita duplicar molestias a los vecinos por la ejecución de las obras.