Los trabajos de limpieza y conservación que se acometen actualmente en la Maqueta de Cádiz, que data del año 1779, principal reclamo del Museo de las Cortes de Cádiz, han descubierto casi de casualidad una curiosidad hasta ahora desconocida de este bajorrelieve histórico.
En concreto, se ha hallado el interior de una capilla de la que no se tenía constancia. Se trata de la pieza número 7 que corresponde al Castillo de Santa Catalina, en la que al descubrir su techo se ha encontrado esa recreación. Este módulo ha sido restaurado en múltiples ocasiones “pero no se había reparado en que el techo de la capilla era desmontable”, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz. La pieza ya está expuesta al público interesado hasta el próximo 16 de abril.
Este módulo de la capilla representa a escala mínima el interior de la misma “labrada con gran minuciosidad”. Es un retablo de hornacina a tres cuerpos y está tallado reproduciendo el original que hoy día se puede visitar en el Castillo de Santa Catalina.
Presenta tres hornacinas cubiertas de pan de plata y enmarcadas en columnas salomónicas talladas en madera. Además, en la hornacina central se recoge la imagen de Santa Catalina. Delante, los ebanistas de la época (bajo la dirección del ingeniero Alfonso Ximénez y la dirección técnica de Francisco Sabatini) construyeron un altar que sostiene un crucifijo.
La disposición artística de la mini-capilla cuenta además con la belleza del suelo en damero diagonal. El tejado a dos aguas que cubre la misma presenta en su interior un techo abovedado. Conserva la cola de hueso o cola fuerte que se usó en el siglo XVIII para su encolado.
“UNA JOYA EN MINIATURA QUE TENEMOS QUE CUIDAR”
El mismo alcalde, Bruno García, junto a la concejala de Cultura y Patrimonio, Maite González; la directora del Museo de las Cortes, Fátima Salaverri; y el restaurador Pedro Macías; ha sido el encargado de presentar este “hallazgo inédito” a la prensa.
A decir del primer edil del PP, se trata de “una joya en miniatura” que “tenemos que cuidar y conservar al tratarse de una pieza única y que además está ligada a la historia de nuestra ciudad”. “Así lo estamos haciendo, con esta restauración y las distintas exposiciones que muestran los edificios y elementos más destacados de esta maqueta que data de 1779”, ha incidido.
Este plano relieve de la ciudad del siglo XVIII, conocido popularmente como la Maqueta de Cádiz, es un modelo en tres dimensiones a escala 1/250, realizado entre 1777 y 1779 por el ingeniero militar Alfonso Jiménez bajo el reinado de Carlos III; está ejecutada en maderas nobles, plata y marfil, abarcando una superficie de 10,8 x 6,45 metros.
La conservación preventiva de este singular elemento requiere limpiezas periódicas para retirar el polvo que se deposita sobre su superficie y evitar así la proliferación de insectos xilófagos que, unidos a los factores combinados de temperatura y humedad relativa, pueden contribuir a su deterioro.
En este sentido, desde el pasado marzo y hasta mayo están en marcha estos trabajos de conservación rutinarios, contratados en este caso al restaurador Pedro Macías por 4.961 euros. Con la particularidad de que el museo permanece abierto durante estas labores; así, por primera vez los visitantes y curiosos pueden ser testigos y conocer cómo se desmonta la maqueta y la disposición del caserío para su conservación.
Al respecto, se resalta que las visitas al Museo de las Cortes han rondado las 2.900 personas desde el 12 de marzo, cuando comenzaron los trabajos. Esta cifra supone un 58,8% más de visitantes que en 2023 en este mismo periodo.
Una vez finalizados los trabajos se celebrará una conferencia que pronunciará el propio Pedro Macías sobre la intervención realizada. En la charla mostrará imágenes donde se recojan los trabajos realizados.