El Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz va a poner en funcionamiento en noviembre, según adelanta Facua, un sistema de tornos digitalizados para limitar el acceso de pacientes y usuarios. A partir de este momento sólo se podrá entrar en residencia si se dispone de una tarjeta con un código QR facilitado cuando se acude a consultas de asistencia especializada o se prescribe el ingreso.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, esta asociación de consumidores no duda en tachar de “bochornoso” que los responsables de este hospital público hayan decidido “malgastar el dinero en intentar convertirlo en un búnker en lugar de atender las necesidades de salud de los usuarios”. “Se da un paso más en la exclusión de los usuarios del sistema sanitario público”, se añade.
“Resulta sorprendente y lamentable que al mismo tiempo que la consejería de Salud de la Junta de Andalucía alega que no dispone de recursos económicos para el mantenimiento y contratación del personal sanitario necesario o para acometer las obras de infraestructuras pendientes de ejecutar se permita el lujo de derrochar el dinero que gestiona en una obra totalmente innecesaria”, se insiste.
Facua Cádiz critica además que el nuevo sistema de acceso al Puerta del Mar no sólo va a necesitar la inversión en la actuación para su puesta en marcha, sino que, además, el hospital tendrá que asumir de forma permanente los gastos de mantenimiento y obligará a aumentar la partida destinada a seguridad, “dado que la automatización del sistema no garantiza por si sola el control del acceso”; igualmente, se afirma, “obligará a incrementar la vigilancia del resto de accesos para evitar que puedan ser utilizados como vías de acceso alternativas”.
“UN CLARO RETROCESO EN LOS DERECHOS DE LOS USUARIOS”
El nuevo sistema, entiende este colectivo, “no sólo no va a suponer ninguna mejora para los usuarios, sino que por el contrario va a resultar perjudicial para muchos, al complicar los relevos de familiares en el acompañamiento y visita de pacientes ingresados, y obligar a que aquellos que acudan a consultas externas no puedan hacerlo acompañados, lo que, en muchos casos, resulta imprescindible”.
“Supone un claro retroceso en los derechos de los usuarios, al recuperar un sistema que durante años se mantuvo en vigor y que fue necesario eliminar porque no reportaba beneficio alguno y, por el contrario, generaba un gasto innecesario y provocaba conflictos entre los usuarios y los trabajadores del hospital”, subrayan desde Facua.
Asimismo, se denuncia que los actuales responsables del Puerta del Mar “insultan a los usuarios” al intentar justificar la inminente medida en la prevención de los hurtos a ingresados, “lo que, por otra parte, el nuevo sistema no garantiza que no vuelvan a producirse”.
Igualmente se duda de que la instalación de tornos permita agilizar la entrada al recinto, tal y como también aseguran los responsables del Puerta del Mar: “es más que probable que los usuarios tengan que seguir guardando cola, como viene ocurriendo en los últimos meses en los que, como consecuencia de la pandemia, tuvo que restringirse la entrada”.
SIN CONTAR CON LA COMISIÓN DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Para Facua Cádiz, la decisión de instalar los tornos se lleva a cabo sin contar con la opinión de la Comisión de Participación Ciudadana del hospital, “cuya actividad se encuentra paralizada desde hace casi dos años”, lo que “supone un incumplimiento del compromiso adquirido con dicho órgano de participación por parte del actual gerente del Puerta del Mar, Sebastián Quintero”.
Finalmente, la asociación de consumidores teme que esta medida de la Junta de Andalucía, ahora con gobierno de derechas, se extienda no sólo al resto de hospitales públicos de la provincia sino también a los centros de salud y de asistencia especializada.
Sin embargo, duda de que la consejería de Salud en manos del PP obligue a la implantación de este sistema en los centros privados con los que mantiene servicios concertados, “que seguirán permitiendo como hasta ahora el libre acceso de los usuarios que, cuando acudan a la privada recibirán una impresión de confianza y accesibilidad de la que carecerán cuando sean atendidos por centros públicos”.