La consejería de Justicia de la Junta de Andalucía anunciaba hace prácticamente dos años que iba a instalar tres salas Gesell en la provincia de Cádiz, en juzgados de la capital, Jerez y Algeciras. Una medida que evita el peregrinaje judicial de víctimas vulnerables y testigos.
Este miércoles ha inaugurado la segunda de ellas, en la sede de la Fiscalía de Menores de Cádiz, tras la abierta habilitada anteriormente en Jerez; de la de Algeciras no se sabe nada.
El mismo viceconsejero de Justicia, Manuel Alejandro Cardenete, se ha hecho la foto en las flamantes instalaciones en los bajos del estadio municipal Nuevo Mirandilla, en Cádiz, junto al delegado territorial de la consejería, Miguel Rodríguez; el secretario provincial coordinador, José Manuel Seoane; y el decano del Colegio de Abogados de Cádiz, Pascual Valiente.
El viceconsejero colocado por Ciudadanos ha recordado que hasta 2019 en Andalucía solo existían siete espacios de este tipo, pues había incluso provincias, como era el caso de Cádiz, “que no contaban con ninguna, lo que provocaba una total desprotección a las víctimas, en especial, a las más vulnerables”. En la presente legislatura “hemos cuadruplicado el número de Gesell, pues en la actualidad tenemos un total de 26 disponibles en toda Andalucía y, no solo en las grandes capitales, sino también en pequeños partidos judiciales”.
“Con estas salas estamos protegiendo a mujeres víctimas de violencia de género, menores, a las personas más vulnerables, a las que les evitamos tener que acudir a un juzgado varias veces para contar lo que les sucedió, estamos evitando la doble victimización”, ha insistido Cardenete; que considera que “estamos acercando la Justicia a las víctimas, evitando desplazamientos”.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, la inversión realizada para la puesta en marcha de esta sala Gesell en Cádiz ha sido de 31.120 euros, entre obras e instalación de los equipos informáticos necesarios. A este espacio, se suma el que se ha abierto en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jerez, cuyo coste ha sido de casi 50.000 euros.
“PROTEGER AL MÁXIMO LA DIGNIDAD DE LAS VÍCTIMAS”
El objetivo que se persigue es que las declaraciones y las exploraciones se puedan realizar “en condiciones de tranquilidad, sosiego y protección” con un interrogatorio ante el juez o el fiscal que cumpla los requisitos que recoge el Estatuto de la Víctima. En definitiva, “se trata de proteger al máximo la dignidad de las víctimas, evitando en la medida de lo posible agravar su vulnerabilidad”. Para ello, además, se ha elaborado un protocolo de uso.
Las salas Gesell son unas dependencias que están divididas en dos habitaciones separadas por un cristal de grandes dimensiones que permite la visión de lo que ocurre en una de ellas desde la otra, pero no al revés. Están dotadas de sistema de grabación audio/vídeo, así como interconectadas por audio con la zona de observación, lo que permite la interactuación del juez con la persona que está realizando la diligencia. Existe también la posibilidad de realizar la observación remotamente a través de videoconferencia desde la sala de vistas.
Las víctimas pueden hacer su declaración en un entorno “más amable” y “se evita su revictimización” ya que su exposición queda como prueba preconstituida con todos los requisitos de legalidad, al haberse realizado en presencia de todas las partes, incluida la defensa del acusado, y con la posibilidad de haber hecho preguntas a la víctima. De esta manera, “el testigo no se ve obligado a acudir al juicio años después y tener que rememorar lo sucedido”.