El veterano Trofeo Ramón de Carranza sigue buscando su sitio. En su 65 edición, la de este verano, daba un salto mortal conformando un cartel “histórico” con equipos femeninos, y confiando en que este aliento a un deporte en auge en los últimos tiempos y “guiño” al feminismo supusiera un revulsivo mediático y de respaldo social, tras años y años de torneo languideciendo. Sin embargo, las conclusiones vuelven a ser agridulces: la imagen demasiado despoblada de las gradas contrasta con la pasión y alegría de las jugadoras en la final, al levantar la monumental copa. Nada que ver con las desganadas entregas de trofeo de las últimas ediciones.
Han sido las leonas del Athletic Club las vencedora del ‘trofeo de los trofeos’ en femenino celebrado entre el lunes 12 y el miércoles 14 de agosto. Las vascas se impusieron en la gran final al Tottenham Spurs tras el 1-1, y una emocionante tanda de penalti, que se cerraba con la explosión de júbilo del conjunto bilbaíno y de gran parte del público presente en el Carranza (decantando más por las de Euskadi que por las inglesas).
Una agradable noche de Trofeo con casi 7.000 espectadores, según las cifras que ofrece el Cádiz CF. Sumando la asistencia de las otras dos semifinales (alrededor de 5.000 personas en cada una), el evento, con entrada libre para los abonados amarillos, ha rozado los 17.500 aficionados en las gradas (hay que añadir las audiencias televisivas: Andalucía Televisión y Eurosport 2, entre otras plataformas, han emitido los partidos en directo). El club organizador no lo dice públicamente, pero se esperaba menos asientos libres. El Trofeo de 2018 en formato triangular, todavía en masculino y con sólo dos partidos (que ganaba el Real Betis), congregó a más de 22.000; aunque también es verdad que se contaba con el tirón del equipo anfitrión.
Tras superar en las semifinales a Real Betis Féminas y CD Tacón respectivamente, Tottenham Spurs y Athletic Club se plantaban en la final de este LXV Trofeo Ramón de Carranza. Y ninguno de los dos equipos se lo tomó a broma. Desde el pitido inicial se notó tensión en el campo, nada de pretemporada. Las vascas controlando e intentándolo más ante unas inglesas sólidas atrás y rápidas a la contra, fieles a la filosofía cerverista.
Y con este planteamiento, el Tottenham golpeó pronto con un gol de Addison. Las leonas tenían tiempo por delante para intentar darle la vuelta al marcador, aunque el 1-1 no llegaría hasta superado el minuto 90, obra de Lucía García. Empate más que merecido. La lotería de la tanda de penaltis terminaba dando el Trofeo al Athletic Club. Exultantes las jugadoras, y compungidas las londinenses, que pese a todo, tuvieron el bonito gesto de hacerle el pasillo a las ganadoras a la hora de recoger el ‘copazo’ de manos del alcalde, José María González ‘Kichi’, y del presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno.
SEMIFINALES, Y CÁDIZ FEMENINO
La primera semifinal, la del lunes, enfrentó a las vascas (quintas clasificadas en la última edición de LaLiga Iberdrola) y al CD Tacón (conjunto madrileño que acaba de ascender a esa primera división nacional, recientemente ‘comprado’ por el Real Madrid). Duelo competido, que acabó 1-0. Un solitario gol de Maite Oroz en el minuto 70 tras consultarse por VAR (de estreno en el Carranza y en el Trofeo) un penalti.
El martes, en la segunda semifinal se vieron las caras Tottenham y Betis. Hubo de todo en el partido, proponiendo las sevillanas un juego de toques sacando el balón jugado desde atrás y teniendo que lidiar con los veloces contragolpes de las inglesas. Finalmente, el resultado fue de 2-1 para las rocosas entrenadas por el español Juan Amorós, que acaban de conseguir el ascenso a la Premier League femenina.
Las verdiblancas, que acabaron en la última temporada sextas en LaLiga Iberdrola, pudieron desquitarse ante el Cádiz CF Femenino. Previo a la final del miércoles, y fuera del cartel del Trofeo, se disputó este choque de presentación ante los suyos de las gaditanas (que competirán este curso en la segunda división nacional tras el reciente ascenso). Con casi 3.000 espectadores en la grada, la superior categoría del Betis quedó patente desde el pitido inicial, y aunque las chicas de Emilio Soler no dejaron de pelear cada balón, los goles fueron cayendo… Abam (3), Beita (3), Priscila (2), Fedoraba y Piemonte, hasta el 0-10 definitivo. Más allá del abultado y anecdótico resultado, el Cádiz Femenino pudo jugar su primer partido en ‘casa’, en el estadio Carranza. DIARIO Bahía de Cádiz