El BOE acaba de hacer oficiales las cifras de población de la revisión los padrones municipales de todo el Estado a 1 de enero de 2024, que en los próximos días divulgarán desde el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero entre los datos que se avanzan ya se sabe que la capital gaditana continúa su sangría irrefrenable de población, bajando hasta los 110.914 habitantes, lo que supone 897 vecinos menos que un año antes.
De este modo, la ciudad de Cádiz ha perdido ya unos 47.000 habitantes desde principios de la década de los años 80 del siglo pasado, cuando llegó a contabilizar los 158.000 residentes.
Esta nueva bajada poblacional no ha dejado indiferente al Ayuntamiento. De hecho, el alcalde Bruno García ha reaccionado remarcando que como ciudad “nos va la vida” que Cádiz no baje de los 100.000 habitantes, lo que se traduciría en una merma de 40 millones de euros en el presupuesto municipal anual.
Y ha esbozado de forma genérica sus recetas frente a esta fuga de vecinos (y la baja tasa de nacimientos): viviendas y más viviendas, de alquiler social y para la venta, tanto de VPO como de renta libre; ser “más restrictivos” con las viviendas turísticas; y “generar empleo”.
AIG: “LAS MEDIDAS NO SE PUEDEN POSPONER MÁS”
Sin embargo, desde la oposición, Adelante Izquierda Gaditana replica que “llevamos ya casi dos años de Gobierno de Bruno García y no hay ni una sola medida pensada para vecinas y vecinos de la ciudad, sólo para quienes nos visitan”.
Así, el portavoz municipal izquierdista, David de la Cruz, pide al primer edil del PP que actúe “sin más dilación” y regule “de forma más ambiciosa” los pisos y alojamientos turísticos para que “en vez de crecer en alojamientos turísticos la ciudad crezca en residentes”; que construya vivienda en alquiler público “para que no acaben en segunda residencia”; y que se aplique una tasa turística porque “cada vez hay más turistas y más población flotante, y sin embargo menos residentes, menos gaditanos que somos los que con nuestros impuestos soportamos el peso de los servicios públicos de Cádiz”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, De la Cruz cree claves estas tres medidas para frenar la constante pérdida de población. “En vez de dar tantas licencias para viviendas y alojamientos turísticos, lo que debe hacer el Ayuntamiento de Cádiz es regular de forma ambiciosa para que todas las viviendas que haya a partir de ahora sean única y exclusivamente para residir en ellas y ganar población”, defiende.
Al tiempo que recalca que la vivienda pública en alquiler social es “la única fórmula que garantiza que las casas que se construyan en Cádiz terminan siendo para residentes en la ciudad, porque de otro modo acaban en la especulación, en segundas residencias y en pisos turísticos. Y todo además a precios desorbitados. El camino es claro: vivienda pública en alquiler”.
Al hilo, AIG critica que en estos casi dos años de gobierno de la derecha en San Juan de Dios, el Consistorio no haya entregado aún ni una sola vivienda pública “pese a que se le dejaron, por parte del anterior equipo de Gobierno (liderado por José María González ‘Kichi’), muchos proyectos diseñados, en marcha y en ejecución”.
Y como tercera medida urgente, esta formación de la oposición demanda por enésima vez la tasa turística (que la Junta de Andalucía de Moreno Bonilla niega a los ayuntamientos que la reclaman) porque es “insostenible” que haya cada vez más turistas y población flotante utilizando servicios públicos que pagan sólo los residentes de la ciudad. “Esa injusticia, ese desequilibrio tiene que corregirse con un instrumento sencillo, conocido y que está implantando en muchísimas ciudades: la tasa turística, que es la manera de que quien venga también aporte y reconozca el peso de su paso sobre los servicios públicos de la ciudad”, se reitera.
“CONSERVAR EL SUELO INDUSTRIAL QUE QUEDA”
Por último, David de la Cruz recalca que “no es casualidad” que el “impresionante” descenso poblacional de Cádiz empezara “coincidiendo con la gran desindustrialización de la ciudad” y con la marcha de los principales focos de trabajo industrial.
Por ello, tiene claro que es “importantísimo” conservar el suelo industrial de la ciudad, en la Zona Franca, para atraer de nuevo grandes industrias “con las que generar empleo, estabilidad y condiciones para recuperar la población perdida”.