La tendencia observada desde los años 80 provocará que el crecimiento vegetativo negativo y la pérdida de población asociada siga aumentando en años venideros. Es una de las conclusiones del estudio sociodemográfico encargado por Procasa para abordar la incesante sangría de habitantes. Revela que desde 2016 cada vez son menos los vecinos que se van.
La capital gaditana, según el Instituto Nacional de Estadísticas, tiene hoy día menos de 114.300 habitantes (en 2021), cuando a principios de la década de los años 80 del siglo pasado llegó a rondar los 158.000 vecinos. La sangría poblacional ha sido progresiva desde entonces.
Frente a ello, y tras la petición en pleno de partidos de la oposición, la empresa municipal de vivienda, Procasa, encargaba meses atrás un estudio para analizar factores y variables que inciden en esta incesante perdida de habitantes, y para encontrar soluciones o propuestas. La firma Ibermad se adjudicaba el contrato por algo menos de 17.500 euros, y ya se conocen sus primeras conclusiones.
Dicho estudio sociodemográfico ha revelado un cambio en la tendencia, predominando desde 2016 (un año después de la llegada del actual equipo de Gobierno liderado por José María González ‘Kichi’) la pérdida poblacional asociada al saldo natural vegetativo (más defunciones que nacimientos), y no a los movimientos migratorios ya que mientras que las inmigraciones (gente que llega) al término municipal se mantienen, la emigración (gente que se va) desciende en la última década.
POBLACIÓN ENVEJECIDA: MÁS MUERTES QUE NACIMIENTOS
De este modo, el informe incide en que la sangría poblacional en la ciudad se inicia a partir de los años 80, habiendo perdido desde 1981 a la actualidad unos 40.000 habitantes. La mayor salida de vecinos se produce durante la década de los 90 (unos 20.000). En las siguientes décadas, Cádiz se ha convertido en la capital de provincia española que más población ha perdido, tanto en términos absolutos como relativos (desde 2001, otros 20.000 habitantes).
Por otro lado, el crecimiento natural o vegetativo comienza en Cádiz capital en 1994, aunque es algo que se da de forma general en todo el país. La tasa de natalidad es en la actualidad la más baja de todas las capitales de provincia españolas. El progresivo descenso del número de nacimientos se debe tanto a que las mujeres tienen cada vez menos hijos como a un decrecimiento en la población de mujeres en edad fértil. Por otro lado, la tasa de mortalidad es de las más altas del Estado, habiendo sufrido un incremento del 40% desde 2006.
En este sentido, el estudio de Ibermad determina que la evolución de la población así como los fenómenos demográficos de natalidad, fertilidad y mortalidad comparte en Cádiz similitudes con las capitales de provincia de la denominada ‘España vaciada’ (aquellos territorios que se han visto afectados por la despoblación desde la emigración de los años 50 del campo a la ciudad).
LOS GADITANOS SE HAN IDO A VIVIR AL ENTORNO DE LA BAHÍA
Respecto a los movimientos migratorios, la década de los 90 destaca en la capital gaditana por una alta emigración y una baja inmigración. En la década siguiente se produjo una subida proporcional de ambos fenómenos, mientras que en la década de 2011 a 2020 desciende la emigración y la inmigración mantiene sus cifras.
La mitad de la emigración se produce hacia la aglomeración urbana de la Bahía de Cádiz (incluyendo a Jerez), que se mantiene como principal destino en toda la serie, si bien pierde peso relativo desde la década de los 90, mientras que el resto de destinos nacionales se mantienen estables e irrumpe en la última década el destino extranjero. San Fernando y Puerto Real, como históricos receptores de gaditanos (a las zonas de Camposoto y del Río San Pedro, principalmente) van cediendo protagonismo a favor de Chiclana.
De igual modo, Cádiz recibe la inmigración principalmente de la Bahía, y existe en la capital un alto porcentaje de inmigrantes nacidos en la capital, es decir, de emigrantes retornados, si bien este dato pierde peso relativo desde mediados de la pasada década, yendo en aumento los procedentes del extranjero.
La tendencia de estos últimos 40 años, se apostilla, provocará que el crecimiento vegetativo negativo y la pérdida de población asociada a este origen siga aumentando en años venideros.
“PERDEMOS POBLACIÓN PERO TENEMOS MÁS VIVIENDAS”
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Vivienda, Eva Tubío, precisa que el estudio queda por completarse con el análisis del parque de viviendas, ya que mientras Cádiz perdía población en estas cuatro décadas, se ha duplicado prácticamente el número de viviendas, casi en su totalidad privadas.
“Todo ello da cuenta de la evolución a nuevas formas de vida con mejores condiciones y menos hacinamiento, pero también de la gentrificación que venimos padeciendo y el uso distinto del residencial que se le pueda estar dando a las viviendas, muchas de ellas a día de hoy vacías o destinadas al alquiler turístico o estacional”, expone esta edil izquierdista.
El objetivo final del estudio es analizar posibles nuevos suelos para vivienda residencial y pública que permitan vivir en la ciudad a sus residentes habituales, y reclamar al mismo tiempo medidas al Gobierno central para la regulación de los precios del alquiler y la penalización de la vivienda vacía.
No tenemos dinero para comer , imaginate para tener criaturas