El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana acaba de recepcionar las obras de adecuación en las que se han invertido casi 766.000 euros; el 70% del total ha salido del propio antiguo Ministerio de Fomento a través del Programa de Rehabilitación Arquitectónica, y el resto ha sido aportado por el Ministerio de Defensa.
Tras esta recepción y entrega de las obras, la iglesia de Santa Catalina dejará de ser la sede provisional de la Real Parroquia Castrense, permitiendo que la Castrense recupere su actividad de culto. La obra se adjudicó en abril de 2019 y se han topado de lleno con las vicisitudes de la pandemia del Covid-19.
Según se repasa en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, los trabajos realizados son, entre otros, la rehabilitación de la cubierta principal (dos tercios de la nave de la iglesia) y de las dependencias auxiliares, del acceso principal y la adecuación del peldañeado para la eliminación de barreras arquitectónicas. Asimismo, se ha reparado el revestimiento interior de la iglesia, se ha rehabilitado el pavimento interior, se ha colocado suelo radiante bajo éste, rehabilitado la carpintería interior, incluido el retablo en capilla de 1636, así como el patio interior, el muro y el acceso al patio y se han acometido trabajos para el ajardinado del mismo. Asimismo, se han contemplado nuevas instalaciones de saneamiento, fontanería, electricidad y climatización.
Mirando un poco hacia atrás, la construcción de este templo se remonta a 1656. Posteriormente en 1764 sería declarada parroquia castrense por el papa Clemente XIII, siendo la primera de este formato en España. Durante el siglo XIX se llevaron a cabo diversas obras de reformas, reparación y ornato que culminaron en una reedificación que cambió la disposición general de la iglesia.
En su interior se conserva no sólo un rico archivo que recopila datos sobre las personas que vivieron en Cádiz a través de distintos siglos con costumbres y oficios ya desaparecidos, sino además una imaginería que ha tenido una gran devoción en la ciudad como el Nazareno del Polvorín, la talla del Santo Ángel de la Guarda (de Nicola Fumo del siglo XVIII), María Santísima de los Desamparados (talla anónima genovesa del siglo XVIII), San Pedro (anónimo del siglo XVIII), San Sebastián (de Jacinto Pimentel del siglo XVII) y Santa Bárbara (del siglo XVII atribuida a Francisco Villegas).
Desde el Ministerio de Transporte se subraya que esta actuación “demuestra el compromiso del Gobierno en la protección y salvaguarda del patrimonio cultural español”. Se ha realizado en el marco del Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico. En paralelo, el PSOE gaditano no ha tardado en mostrar su satisfacción por la finalización de este trabajo, “una muestra más de que el Gobierno de España se ocupa de Cádiz y de que gobierna para todos”.