(*) “El carril bici es mu largo y tiene que servir pa algo”. Es una de las cuartetas más celebradas del popurrí de la última chirigota de Juan Carlos Aragón. Y es que los alrededor de 21 kilómetros de vías ciclistas que se están habilitando en la ciudad de Cádiz dan para mucho, debate sobre todo, ya que hay tramos en los que todavía no se ven pasar al día más de una decena de bicicletas. Mientras inocentes contribuyentes en coche son condenados a gastar horas de vida buscando el aparcamiento (con nuestra señora Teófila, no pasaba…) arrebatado por este proyecto conjunto del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía (aunque fue firmado por el anterior gobierno andaluz socialista de los EREs que EREs, el actual, un gobierno como dios y el neofascismo manda, no hubiera permitido tanta raya verde en el suelo: “¿o es que acaso no hay vecinos en contra de las bicis, de respirar aire limpio, y de que Varcárcel sea rehabilitado?”, se hubiera planteado, a la hora del vemú).
Para frenar la mala reputación del carril entre cierto sector de la población (sobresaliendo esa gente que baja en babuchas a comprar el pan en su Audi Q7), en DIARIO Bahía de Cádiz hemos podido intuir, en exclusiva, que ha llegado una propuesta a San Juan de Dios que baraja la posibilidad de cambiarle el nombre y adaptarlo a la moda, para hacerlo más cool: de carril bici (que “es muy perroflauta”) a carril patinete (que es “más inclusivo”).
Es más, en dicho documento de tres folios se añade la posibilidad de que cierta gran superficie comercial de la capital con el segundo puente a sus pies patrocine esta infraestructura y contribuya a su mantenimiento, una vez que el Consistorio recepcione la obra.
Todo comienza a encajar: el actual color del carril coincide con el color corporativo de dicha marca, implantada en media España y Portugal. Al respecto, días atrás, por la tarde, un responsable de estos grandes almacenes coincidía en la planta de Menaje del Hogar con la delegada territorial de Fomento en Cádiz, y le pedía explicaciones sobre ese empeño de la administración autonómica en repintar el carril bici de intramuros de gris. También le preguntó si el edredón que buscaba era para una cama de 135 o de 150. “Algunos han venido a la política a hacer demagogia, Colombo compró una colcha de crochet, que supone un menor impacto visual en un dormitorio del casco histórico”, ha replicado la Junta en un indignado comunicado ofisiá. Hay rumores de que Titanlux está detrás de tanta querencia sobrevenida por el patrimonio histórico.
OPERACIÓN MUDANZA
¿Y qué está haciendo el Ayuntamiento? El PSOE local reitera que “nada”. Mas todo se encubre con la operación mudanza, de cambio de residencia del alcalde, José María González ‘Kichi’. Y es que todos los políticos son iguales: ha pasado en poco más de cuatro años de servidor público alérgico a las corbatas y de vivir en un “piso de currante” de 40 metros cuadrados en la Viña a otro, en el mismo barrio, de 80 metros cuadrados. ¡El doble! Y sin contar con las múltiples chalets y adosados que dice no tener en Valdelagrana y Chiclana.
Durante dicha mudanza llegaron los conflictos con su pareja, la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez: “o la bici o tú”. Es la advertencia que pudo soltarle, según relata una turista alemana que pasaba por la calle San Félix. La misma amenaza que la roteña le hace cada martes al secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias: “o sujeto político andaluz independiente o tú”.
Sin asamblea en el Palillero ni nada, se pasó a la acción. Emulando a la democracia de Venezuela e Irán. Una bicicleta similar a la del alcalde (con su manillar y sus dos ruedas, igualita igualita, está contrastado) se podía encontrar a la venta en el Cambalache. Aunque el anuncio no ha tenido éxito hasta que no se ha subido a Wallapop, que suena más moderno, por “precio a convenir”. Ya se sabe, los podemitas son unos convenidos y en el fondo, sólo buscan imponer el comunismo progre y feminazi, y más carnaval churrretoso sin purpurina. Y que se rompa Espáña.
Er Kichi, uno de los máximos defensores del carril bici, ha terminado abandonando su Orbea, lo confirman fuentes cercanas. Su concejal de Movilidad no da crédito. No es un banco. Y tras el pleno municipal del pasado viernes, se le pudo ver con prisas (alguien lo vería…) subirse al autobús de la línea 5, bajarse en la parada de la Avenida de las Cortes, y entrar en el centro comercial Bahía de Cádiz. Un rato después repetía el mismo trayecto, a la inversa, con una caja abultada y… ¡un patín eléctrico en su interior! El Cortinglés de Cádiz presumía estos días de ser uno de los primeros de la cadena en vender los llamados “vehículos de movilidad personal”, y de que ha disparado en un 300% sus ventas con respecto al pasado año. Y José María González, un anticapitalista de manual, ha contribuido a ello…
Las contradicciones no le dejan dormir desde entonces. ¿O es su bebé? Como muestra, sus recientes mensajes en redes asociales: “La gente está dispuesta a perdonarnos que nos equivoquemos en casi todo (…), pero difícilmente nos van a perdonar que nos equivoquemos de bando porque, como tú y yo sabemos, diga lo que diga Ciudadanos, hay muchas Españas y nosotros nos debemos a la de la gente humilde que va en patinete eléctrico”, escribe en facebook. “El código ético de Podemos es el compromiso de vivir como la gente corriente. No quiero dejar de vivir en un piso de currante, ni de desplazarme en patinete eléctrico”, sentencia en twitter.
Poco más que añadir. Quedan horas para que se haga oficial la foto del alcalde de Cádiz subido a su patinete eléctrico to shulo atravesando el todavía carril bici del paseo marítimo camino de El Chato. Imagen que se acompañará del anuncio de rebautizo: Cádiz, ciudad constitucional y del “carril patinete eléctrico gracias al Cortinglés”. La Asociación para la Movilidad Personal y Ecológica de Cádiz (Ampec) no aplaude, que si suelta el manillar, malo. Y ya se sabe, que “el carril bici es mu largo y tiene que servir pa algo…”.
(*) sí, fue nuestra inocentada del 28 de diciembre; nos encanta esta tradición, y que no se pierda.