Una vez que la Junta mira hacia otro lado ante el preocupante deterioro del aliviadero de Santa María del Mar, el Ayuntamiento y Aguas de Cádiz ya han anunciado que recurrirán a los juzgados, pues entienden que este emisario es competencia de la administración autonómica. “Nos parece que es un mal comienzo de mandato”, se subraya.
Ya lo advertían semanas atrás, y ahora sí, el Ayuntamiento de Cádiz y su empresa Aguas de Cádiz han decidido iniciar trámites legales ante la negativa de la Junta de Andalucía a dar solución a la situación del colector de aguas pluviales de Santa María del Mar, una infraestructura en “situación límite” por el importante estado de deterioro en el que se encuentra.
La empresa municipal y el propio Consistorio vienen reclamando desde hace casi una década una solución a la administración autonómica, sin que ninguno de los requerimientos realizados haya sido atendido. Al respecto, se subraya que “es la Junta la que tiene las competencias sobre este emisario”, cuyo estado actual “podría provocar un grave problema medioambiental”, al tiempo que “supone un riesgo para los usuarios de la playa por posibles desprendimientos”.
“parece que la Junta no tiene ninguna intención de intercambiar opiniones técnicas y mucho menos de buscar una solución”
“A pesar de lo que se dice en prensa ni en el Ayuntamiento ni en Aguas de Cádiz hemos recibido de momento ninguna contestación de la Junta, pero en cualquier caso la información que se traslada desde la consejería de Desarrollo Sostenible nos parece muy sorprendente por un lado y muy decepcionante por otro”, reconoce la concejala y presidente de dicha empresa municipal, Ana Fernández. Según dicha información recogida por los periódicos del Grupo Joly, según el actual Gobierno andaluz de derechas, “los desperfectos son por los temporales extraordinarios y no por vicios ocultos de la obra”, y por ello rechaza que tenga que reparar nada.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Fernández replica que “este equipo de Gobierno ha tratado este tema como un tema de ciudad, desde un punto de vista más técnico que político, y en ningún momento hemos intentado hacer sangre sino que hemos mostrado una actitud colaborativa. Una muestra de ello es que Aguas de Cádiz ofreció un anteproyecto para que se trabajara desde las dos instituciones a nivel técnico”.
Sin embargo, lamenta que “parece que la Junta no tiene ninguna intención de sentarse e intercambiar esas opiniones técnicas y mucho menos de buscar una solución”.
“Así que en este momento la única opción que nos queda es iniciar trámites a nivel judicial. Nos parece que es un mal comienzo de mandato para una administración que tendría que poner por encima de todo los intereses de la ciudad”, sentencia esta edil de Adelante Cádiz.
CON PROBLEMAS DESDE SU CONSTRUCCIÓN
Ante la “inacción” de la Junta, el Consistorio recordaba el pasado junio que se había visto obligado a intervenir realizando obras de urgencia para evitar posibles riesgos para los viandantes y los usuarios de la playa.
En los últimos meses la situación del aliviadero de pluviales de Santa María del Mar ha empeorado debido a la inestabilidad de esta infraestructura ante la dinámica del litoral y los temporales periódicos a los que se ve sometida. Y se insiste que un posible colapso de este aliviadero podría conllevar importantes consecuencias de índole ambiental y sanitaria.
Estas obras corresponden al convenio marco para la ejecución de obras de saneamiento y depuración de aguas residuales en la ciudad suscrito entre la Junta y el Ayuntamiento. La Agencia Andaluza del Agua proyectó tres aliviaderos de aguas pluviales en La Paz-Puntales, Cortadura y Santa María del Mar, que vierten mar adentro mediante emisarios submarinos para evitar los desagües directos en los paseos marítimos. Las obras, en las que se invirtieron unos 8 millones de euros, comenzaron en 2007 y se dieron por terminadas en 2011.
Sin embargo, ya durante la ejecución hubo que subsanar defectos de construcción, y en 2009 el colector quedó al descubierto por efectos de las mareas provocando la rotura del paseo marítimo que se proyectó para la protección de la conducción. Durante la obra, por tanto, se decidió modificar la protección colocando bloques de hormigón, pero no se garantizó la protección frente a la regresión de la playa por lo que los deterioros siguieron y se produjeron nuevos y mayores daños en 2014, en 2016 y en 2018 ya que los temporales destruyen la protección.
La última obra de emergencia la acometió Aguas de Cádiz en julio de 2020, y consistió en la recolocación de los bloques desprendidos. Además, acotó la zona ante el peligro que supone para los bañistas.