CRÍTICA. El Gran Teatro Falla de Cádiz vivió el estreno de la temporada otoñal, el pasado 19 de septiembre, con una intensidad inusual gracias a la representación teatral de ‘El estanque dorado’. El público saludó el final de la función, manifiestamente satisfecho, con tintes de homenaje a las dos figuras señeras, Lola Herrera y Héctor Alterio, que capitalizaron el interés de las dos funciones de ese fin de semana.
La obra original de Ernest Thompson se ha traducido a más de treinta idiomas y para esta producción Emilio Hernández ha realizado su propia versión en español. La producción en España es una más de esta obra casi universal, producida en más de cuarenta países, y que tiene visos de convertirse en un clásico del teatro contemporáneo.
El principal atractivo de la producción española no es la línea argumental y temática que se presenta en ‘El estanque dorado’ sino los actores que asumen los papeles protagonistas: Lola Herrera y Héctor Alterio. El actor encarna el papel de Norman Thayer y Lola Herrera el de su mujer, Ethel. Ambos son mayores y pasan sus vacaciones todos los años en su estancia veraniega cercana al lago. Son dos caracteres opuestos que confrontan su actitud vital en el ocaso de su vida; frente a la obsesión de Norman por la muerte, que percibe demorada por azar (“estamos jugando la prórroga”), Ethel contrapone su pasión por la vida.
El montaje de Magüi Mira sitúa al espectador en la estancia veraniega y cuando Chelsi la hija de ambos va a visitarles. Chelsi mantiene una relación tirante con su padre y la visita junto a su nueva pareja y el hijo de éste se produce en un clima de comprensión y cariño por parte de la madre y excesiva exigencia por parte del padre. Al menos, Ethel consigue del viejo Norman que acojan durante un tiempo a Billy, en el que encuentran, como futuro nieto, una nueva razón para seguir adelante.
Curiosamente, es la primera vez que ambos actores coinciden para la representación teatral de una obra en directo y el resultado es muy positivo, con la credibilidad que concede la naturalidad y el realismo controlado de la ficción, que no supone ningún esfuerzo de mutación generacional para ambos porque ambos tienen una edad real más avanzada que la representada.
El papel asignado a Lola Herrera es menos dúctil porque debe mantener el tono optimista y positivo todo el tiempo. Afortunadamente, el autor le concede varios momentos excepcionales para transmitir emoción en dosis masiva que Herrera aprovecha para demostrar la excelencia artística que tiene en vena.
La complicidad del público con el agrio y desagradable Norman del inicio encarnado por Héctor Alterio, gana enteros conforme avanza la función, especialmente tras la tensa escena del diálogo a solas (la obra es prácticamente una continua sucesión de diálogos a dúo) entre Norman y Bill, el odontólogo enamorado de Chelsi, en el que Norman desvela su hilarante sarcasmo y algunas de las claves para comprender su animus vivendi.
El foco de la narración se centra cada vez más en la figura del hosco octogenario, sutil espejo de nuestros propios temores, invirtiendo la importancia concedida a cada rol. El tono edulcorado del melodrama resta intensidad emocional al mensaje, que se compensa y desliza sin dramatismo a través de las situaciones cómicas e inteligentes gestos de humor que se alternan con los momentos dramáticos.
Los personajes de carácter cumplen su función de acompañamiento con solvencia y seguridad, especialmente en momentos puntuales de especial relevancia. Luz Valdenebro, hacia el final de la obra, debe lidiar con la difícil transición entre la oposición furibunda al padre y su reconciliación con él, que muestra un profundo amor oculto bajo la máscara permanente de su humor huraño y sarcástico. Por otro lado, Camilo Rodríguez consigue una transmutación sin estridencias entre apocado y nervioso Bill que inicia la conversación con su futuro suegro, y el otro Bill, valiente y enfadado frente al sarcástico viejo. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
EL ESTANQUE DORADO de Ernest Thompson.
Reparto: Lola Herrera (Ethel), Héctor Alterio (Norman), Luz Valdenebro (Chelsi), Camilo Rodríguez (Bill), Adrián Lamana (Billy). Dirección: Magüi Mira. Escenografía: Gabriel Carrascal. Iluminación: José Manuel Guerra. Música original: David San José. Vestuario: Rodrigo Claro. Versión: Emilio Hernández.
Lugar y día: Gran Teatro Falla de Cádiz, 19 de septiembre de 2014. Asistencia: aforo casi completo.