Abril es un mes grande para la gente de Cádiz que amamos las viñetas: otro paisano ha logrado cruzar el charco, ir a la tierra del papel y las portadas luminosas. Su nombre Juan Luis Rincón Chamorro, puertorrealeño, cadista, carnavalero, amante de los cómics buenos y orgulloso tito. Acaba de publicar en EEUU un cómic sobre los Monty Python, por parte de Blue Water comics, una modesta editorial que se dedica a sacar biografías de celebridades. Cojan algunos de sus trabajos relájense y huelan… verán cómo se nota el aroma de la buena escuela.
Abril es un mes grande para la gente de Cádiz que amamos las viñetas, y no lo digo por el estreno del Capitán América 2, si no porque otro paisano ha logrado cruzar el charco, ir a la tierra del papel y las portadas luminosas.
Hoy tenemos a otro compañero junto a los grandes: su nombre Juan Luis Rincón Chamorro, puertorrealeño, cadista, carnavalero, amante de los cómics buenos y orgulloso tito.
No penséis que ha entrado directamente en las dos grandes: Marvel o DC. Ojalá pero no, ha entrado, como es él, de forma tímida, como cuando te saluda por primera vez. Como todos los grandes, tiene sus rarezas, manías, sus enfados… no te preocupes Juan Luis, el paso está dado, ya allí te conocen.
Recuerdo cómo le conocí, sin haberle visto en carne y hueso. Primero su obra, unos compañeros de estudios me prestaron un cómic titulado ‘Rosewind los guerreros del viento’ donde un equipo formado por los estereotipos de los juegos de rol iba buscando un pergamino. El guión, no nos engañemos, no era gran cosa, era un número único, el germen de algo que, tendrá que venir. Pero el dibujo, eso era otro cantar, se le notaba la predilección por las mujeres guerreras, su Diana era una preciosidad de pelo blanco capaz de enamorar y ensartar al más bravo de los rivales.
Años más tarde acabaría conociéndolo, primero por el facebook y después en varias reuniones y quedadas. Una persona alegre, a la que se le pueden dañar los sentimientos insultando a ese medio al que tanto amor le profesa, alguien que siente el amarillo en la grada del Carranza, con el que se puede comentar las coplas del Falla, alguien que te gasta bromas un tanto infantiles y es capaz de dar una conferencia sobre Wonder Woman sin saltarse una etapa. En definitiva un tío legal.
Esta publicación que ha tenido ahora no creáis que ha sido tal cual: a Rosewind le siguieron más comics: ‘Zombis AC’, ‘Moreno’ (uno de los capítulos de 12 del 12 editado por la Diputación) y la maravillosa ‘El Éxodo Apócrifo’, la historia de Moisés sin ningún dios que intervenga. Es aquí donde vemos a Juan plenamente desarrollado como dibujante, donde pule sus defectos entintando y en las ilustraciones a color, que pudimos disfrutar en presentaciones muestra un dominio impresionante de la paleta de colores.
MÁS CERCANO AL CÓMIC EUROPEO QUE AL YANKEE
Rincón tiene un estilo muy limpio. En alguna ocasión, perdóname colega, le dije que más cercano al cómic europeo que al yankee. Su obra me trae reminiscencias de publicaciones de Paco Roca, Moebius e incluso alguna vez hasta de Hergé. Trazos puros, viñetas nítidas, ese arte tan difícil y complicado que es mostrar lo sencillo. Que nadie espere ver a hipertrofiados de dientes prietos, entintados que solo muestren un par de ojos, mega rayos y baños de sangre. Simplemente cojan algunos de sus cómics relájense y huelan… verán cómo se nota el aroma de la buena escuela.
Nuestro paisano acaba de publicar en los USA un cómic sobre los Monty Python, por parte de Blue Water comics, una modesta editorial que se dedica a sacar biografías de celebridades. En su nueva obra podremos ver las hazañas de este grupo que tantos buenos momentos nos dejó: ‘El sentido de la vida’, ‘La vida de Brian’, ‘Los caballeros de la tabla cuadrada’… y como es habitual en este autor aparecerán gran cantidad de guiños en las páginas; ya en algunos portales cadistas han puesto la viñeta de uno de ellos con la camiseta amarilla.
Poco que añadir, simplemente espero que esta pequeña sorpresa no te desagrade y felicidades de parte de todos tus amigos que también amamos este medio; y muchísimas gracias por haberme dejado disfrutar de tus páginas antes de que salieran publicadas.