JORNADA 3. Con el mercado de fichajes de verano a punto de cerrarse, el Cádiz se encargaba de despedir la tercera jornada liguera este domingo en Segunda recibiendo al Extremadura; “sin ánimo de revancha” y “con respeto”, a decir de Álvaro Cervera, y con el reto de lograr pleno en este inicio de campeonato: la tercera victoria consecutiva para continuar, aunque sea una mera anécdota a estas alturas, líder de la LaLiga SmartBank.
Los amarillos salvo sorpresas ‘entran’ en septiembre con dos refuerzos más: Iván Alejo, extremo cedido por el Getafe, ya en la convocatoria y debutando; y a la espera de confirmación oficial, el deseado delantero hondureño ‘Choco’ Lozano. Por otro lado, han dicho adiós en los últimos días y horas Kecojevic y Lekic, y Brian Oliván se va ‘prestado’ al Girona.
Con ganas de fútbol en un estadio Carranza con alrededor de 15.500 personas en las gradas (unos 300 aficionados visitantes), Cervera plantó sobre el verde un once esperable, aun con la novedad de Fali: Cifu en portería; Iza, Espino, Fali y Cala, en defensa; Garrido y Bodiger en el centro del campo con Álex más adelantado; y arriba, Perea, Salvi y Caye Quintana.
Intensidad y densidad en el primer cuarto de hora espeso, sin ningún conjunto manejando nada, desembocaba en la primera ocasión de peligro de los de casa, casi por azar, que acabó salvando un extremeño bajo palos. Por el otro lado, los de blanco, comandados por el excadista Kike Márquez, probaban a Cifuentes a partir de varias faltas lejanas, y poco más.
El Cádiz trataba de dar un pasito adelante, a base de centros del sanluqueño, inspirado, ante un rival peleón y un árbitro meticuloso. En el 26, Perea se internaba en el área por la izquierda y casi se inventa el 1-0, amagando entre piernas contrarias. En el 32, una asistencia medida de Pacha Espino no logra atajarla Caye en el área chica; y en la siguiente, sí, Álex Fernández, cabeceaba con acierto un centro de Iza. El primero subía a los perjudicados marcadores del Carranza.
Con el partido raro, y el Extremadura sin saber cómo afrontar el contratiempo, Salvi estaba cerca de hacer el segundo en el 39, con un zapatazo que se iba al lateral de la red. Había más espacios en el campo visitante, y cada carrerón amarillo se intuía como peligro, o todo lo contrario. Para cerrar el primer tiempo, una buena falta botada por Iza Carcelén.
VARAPALO Y DELIRIO
Con el cambio de José Mari por Bodiger se dio inicio al segundo tiempo. Un disparo con intenciones desde la frontal de Perea, y un jugadón entre Iza y Salvi por la derecha ponían un poco más en alerta a los hombres de Manuel Mosquera, que debían ir a por el empate. No les quedaba otra. Aunque delante tenían a un Cádiz serio y sin urgencias…
Y tan confiados y superiores se veían los de Cervera, que no se esperaban que en la siguiente acción, a partir de una falta, Gio Zarfino estableciera la igualada, en el minuto 54. Esas urgencias cambiaban de bando.
Tras varios minutos de desconcierto, se movía el banquillo: Nano Mesa e Iván Alejo reemplazaban a Perea y Caye. Refresco arriba para aclarar ideas, e ir a por todsas. Ya sólo buscaba el gol el conjunto gaditano, que tenía presencia en campo rival pero no terminaba de cercar del todo los dominios de Casto.
Y entre pérdidas de tiempo descaradas y el enfado del graderío se llegó al desenlace: en el 89 se reclamó un penalti que ni el árbitro ni el VAR quisieron ver; tras la bronca, una doble ocasión de Álex y de Nano Mesa; y ya en el descuento el delirio… Jon Ander Garrido metía la pierna entre el barullo en el área chica para hacer el justo 2-1.
Se creyó y se ganó. Tres puntitos más, nueve de nueve, y ya sólo restan 41 para el objetivo mínimo de cada campaña. “De los tres partidos que hemos jugado me ha parecido el más completo nuestro. Hemos jugado contra once. Nos han puesto en aprietos, pero en cuanto problemas de portería los han tenido ellos”, valoraba Cervera en la rueda de prensa postpartido. Noche feliz para el cadismo, al mirar y remirar la clasificación. DIARIO Bahía de Cádiz