CGT ha denunciado ante la Inspección de Trabajo la situación del colegio concertado Nuestra Señora del Carmen de Cádiz por la presencia de amianto en sus instalaciones. El sindicato apostilla que continuarán denunciando los numerosos centros educativos que en la provincia tienen este peligroso material “hasta conseguir su total eliminación”.
CGT ha denunciado ante la Inspección de Trabajo la situación del colegio privado concertado de la capital gaditana Nuestra Señora del Carmen por la presencia de amianto en sus instalaciones. El sindicato apostilla que continuarán denunciando los numerosos centros educativos que en la provincia tienen este peligroso material “hasta conseguir su total eliminación”.
Este colegio religioso en la calle Reyes Católicos tiene un espacio de grandes dimensiones en la parte central del edificio cubierta completamente con amianto (uralita) “que podría ser extremadamente peligroso para la salud”. “Se trata de un tema importante y de mucha gravedad ya que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece cifras (a la baja) de 150.000 personas mueren cada año en el mundo por el amianto instalado”, subrayan desde CGT en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
El sindicato emplaza a los propietarios de este centro concertado –por lo tanto, sostenido también con fondos públicos- a que tomen las medidas necesarias para conseguir la máxima seguridad y que se retire dicho material lo antes posible; y a la delegación territorial de Educación de la Junta de Andalucía a que realice un plan en el que se estudie qué centros tienen amianto, adopte medidas de seguridad y un calendario de eliminación progresiva del mismo.
“No queremos caer en el alarmismo –repiten desde el sindicato- pero sí que se conozca la gravedad del tema y se sepa actuar cuando tenemos instalado amianto en nuestro lugar de trabajo o residencia. Lo primero que hay que recomendar es no tocarlo, no cortarlo, no hacer orificios con taladros de ningún tipo, no tratar de quitarlo por sí mismo y menos depositarlo en algún vertedero no controlado, pues puede constituir delito. Es decir, hay que impedir que se desprendan fibrillas al medio ambiente”. A medio plazo, agrega, “es necesario ir desamiantando todo lo posible a través de empresas especializadas porque la vida útil del material toca a su fin y porque el tiempo lo hace más susceptible de golpes, roturas, deterioro, desmenuzamiento y desprendimiento”.
Se está expuesto a respirar amianto “cuando estamos en edificios o instalaciones en que este está instalado al irse deteriorando el mismo con el paso del tiempo o la acción de las inclemencias meteorológicas como el viento o la lluvia”.
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